Capitulo 36.

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¨Te amo. Ésta no es la primera vez que permito que esa frase salga de mis labios... Otra persona fue receptora de esas palabras una vez. Nunca pensé que sería capaz de volvérselo a decir a alguien más...¨


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Facultad de medicina en la Universidad Nacional de Seúl. 

Tres estudiantes charlan animadamente en los vestidores cuando una cuarta chica se une a ellas con un pequeño paquete en sus manos.

- Oye Lisa - La aborda la castaña recién llegada, Dahyun.

- ¿Si? - Responde la pelinegra a la vez que seguía colocando su uniforme.

- Una admiradora me pidió que te diera esto - Rio acercándole una cajita de regalo acompañada de una carta - Creo que tenía pena de entregártelo ella misma.

- ¡¿De nuevo?! - Saltó Jihyo desde su casillero en sujetador - Eres jodidamente popular entre las chicas, Lisa - Dijo fingiendo envidia.

- Jaja gracias - La pelinegra recibió el presente.

- Es la segunda vez esta semana que me usan de palomita mensajera tus fans - Bromeó la castaña llevando sus manos a la cintura - ¿Podrías hacer el favor de controlar tu encanto? 

- Es verdad Lisa - Intervino Jihyo ya vestida - Si sigues recibiendo cartas de amor, alguien por aquí terminará celosa... - Apuntó con los ojos.

- Si, ten algo de piedad - La regañó Dahyun - Piensa como debe sentirse Jennie al ver como te llueven chicas.

- Esta bien... - Jennie se aproximó por detrás tomando la cintura de Lisa - No estoy celosa - Sonrió y volteó a la pelinegra para que quedaran frente a frente - Tengo plena confianza en ella. Al final del día... Siempre regresa a mi. Ella sabe que es toda mía.

Tiró suavemente de la camisa de su contraria acercándola y le dio un pequeño mordisco a su labio inferior tirando de él. A lo que Lisa respondió con una sonrisa y un fogoso beso.

- Heeeeeyy - Jihyo se tapo los ojos - Consigan una hotel.

- Dios que envidia - Exclamó Dahyun - Juro que ambas fueron hechas la una para la otra, bellas, inteligentes y con un futuro brillantes como doctoras.


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¨Si, en ese momento se sentía como si estuviésemos destinadas a estar juntas. Pensé, que no podría existir alguien más perfecta con quien pasar el resto de mi vida, sólo ella...¨


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- ¿Qué? jajaja.

El sonido de una risa ahogada sacó a Jennie de su sueño. Entreabrió los ojos pesadamente para ver a Lisa sentada al pie de la cama riendo mientras leía algo. Sigilosamente se acercó a ella y la abrazó por detrás.

- ¿De qué tanto te ríes? - Susurró en su oído

- Oh, ¿Te desperté? - Se volvió con una sonrisa.

- Ah, estás leyendo tu cartita de amor, ya veo... - Sonrió de lado la castaña - ¡Dame eso! - Quitó el papel de las manos de la pelinegra - No malgastes neuronas leyendo esta basura.

- Jajaja, vamos Nini, hay unas partes muy graciosas - Comentó divertida.

- ¿Quién te dio permiso para que dejes de prestarme atención? - Ronroneo Jennie - Bota esa estupidez y ven aquí - Ordenó y Lisa no tardo ni un segundo en subir a la cama.

- ¿Celosa, Nini? - Sonrió de lado.

- Ya te lo he dicho, Lisa... - Musitó quitando su camisa quedando desnuda del torso - Soy la única en la que tienes permitido enfocarte - Mordió sus labios la castaña halando de la camisa a su contraria.

- Pero si ya tienes toda mi atención - La miró con deseo.

- Cállate y bésame - Gruñó Jennie contra sus labios - Quiero que me hagas el amor...

- Ufff... Es todo lo que deseo hacer bebé - Beso aquella boca con devoción hasta quedarse sin aliento - Te amo Nini... Eres mi todo...


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¨Realmente era mi todo. Ella era el universo para mi. Pero... Nada nunca era suficiente para satisfacerla.¨

Lisa salió de la reunión tras un par de horas. No fue precisamente un paseo por la playa esa junta, pero tras el shock inicial que le supuso encontrarse de manera tan sorpresiva con esa mujer de su pasado, se podría decir que logró recomponerse bastante rápido y sortear la situación sin mayor problema. Caminaba por los pasillos esperando que Rosé se comunicara con ella para ir a almorzar.

- Ya son más de las 12 - Miró su reloj - ¿Dónde podrá estar?

- Oh, Dra. Manoban - La abordó una de las nuevas enfermeras, Yuna, junto a otra compañera - Es hora de almorzar, ¿Ya comió? - Preguntó risueña.

- No todavía - Rio la doctora - Estoy esperando a alguien en este momento.

- ¿Qué tal si nos acompaña a la cafetería y espera allí? - Sugirió coqueta la auxiliar.

- Ehh... Gracias por la invitación pero..

*BEEP* *BEEP* *BEEP* *BEEP*

Un fuerte ruido alertó por completo a la cirujana, provenía de su cuello. Bajó la mirada y sintió sus piernas flaquear al notar la luz roja de la alarma de Rosé parpadeando sin cesar.

- Disculpen tengo una emergencia - Se despidió apurada la cirujana - Me tengo que ir.

Dio media vuelta para empezar a correr mientras sacaba su teléfono, pero se detuvo en seco y el alma le volvió al cuerpo cuando vio a la rubia a un metro en frente suyo, con la ceja levantada acompañada de una sonrisa cínica y la alarma en la mano presionando el botón. Lisa se acercó con una sonrisa nerviosa.

- Te dejo sola por unas horas e inmediatamente estás hasta el cuello rodeada de mujeres - Rodó los ojo la menor - Eres muy popular ¿Huh?

- Oye yo no hice nada, sólo te estaba esperando - Se defendió la galeno - No uses tu alarma para asustarme así - Le riñó a la joven - Tu hermano debe estar desesperado en este momento.

- Si, si, como sea, no intentes cambiar el tema - Entrecerró los ojos de manera acusatoria.

El curioso intercambio entre ambas era observado desde una de las ventanas del pasillo en el segundo piso. 

¨Uhm... Así que ese es tu nuevo juguete Lisa... ¿Esa cachorrita de mirada inocente? Interesante, me pregunto ¿Qué le habrás visto de bueno?. Aunque no puedo decir que esté decepcionada de tus gustos, pero aun así...¨

Pensó la directora al presenciar aquella escena, para luego seguir su camino con una ladeada sonrisa.

- Parece que este trabajo será más divertido de lo que planee... 

Pulse (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora