- Hola buenos días jovencita - Saludó amablemente una mujer mayor con uniforme de limpieza.
- Buenos días - Dijo Rosé con una gran sonrisa.
- Aquí tienes, la doctora me pidió que lave ésto - Le entregó varias prendas de ropa limpia en sus respectivas perchas - Vendré todos los miércoles por tu ropa, empezando desde la próxima semana.
- Vale, muchísimas gracias - Se despidió la rubia con una pequeña reverencia.
Cerró la puerta del departamento detrás de si.
- Uhm... Le dije que yo lavaría esto - Murmuró la joven para si misma - Incluso mandó a lavar mi ropa... No tenía que hacerlo - Rodó los ojo pero a la vez sonrió como una tonta - Será mejor que guarde su ropa, supongo.
Tímidamente abrió la puerta de la habitación de la doctora e ingresó caminando de puntillas y sigilosa como si estuviese haciendo algo ilegal.
- Primera vez que entro aquí - Miró a su alrededor.
Era un lugar sobrio, una amplia cama, estanterías con libros de medicina, una que otra cosa fuera de lugar, pero en general era limpio y ordenado, más de lo que hubiese imaginado. Al lado derecho de la cama estaba lo que parecía el armario, lo abrió y colgó prenda por prenda, para luego cerrarlo.
- Su cama... - Acarició las sabanas - No duerme mucho en ella.
Suspiró sentándose en el borde del colchón antes de dejarse caer de lado sobre la almohada.
- Ya han pasado dos días y no vuelve... Debe estar muy ocupada.
¨Todavía se puede percibir el débil aroma de su perfume en la almohada¨
Girando su cuerpo, se acostó boca arriba con la mirada perdida en el techo.
¨Doctora...¨
Recuerdos de aquel besos que la cirujana le había robado empezaron a inundar su mente, mordía sus labios de sólo pensar en eso, su lengua ágil y experimentada que la invadió haciéndola delirar. Esas imagines tan eróticas mezcladas con el remanente de su esencia, embriagaban a Rosé nublándole la mente.
Mhm.. - Respiró con pesadez pasando los dedos por sus labios y luego bajándolos por su pecho.
De un momento a otro su cuerpo empezó a arder, incluso la fina tela de su vestido de pijama de seda le molestaba. Su mente comenzó a fantasear como nunca antes, imaginaba esas manos acariciar su piel desnuda. Involuntariamente su propia mano descendió por su abdomen hasta toparse con el umbral de sus bragas y delicadamente se acarició por encima de las mismas.
¨Rosé...¨
Evocó esa voz ronca en su mente junto con la sensual mirada de la doctora.
- Ah... - Dejó escapar un leve jadeo - ¡¿Hgk?!
Quitó su mano y se incorporó bruscamente .
- M-mierda... ¡¿En que demonios estoy pensando?!
[...]
Con pesados pasos y un tarro de café absurdamente grande, la doctora Lisa se abre paso por los pasillos del hospital ante la mirada curiosa de todo el personal.
- Manoban - Una gruesa voz exige su atención.
- ¿Si? - Se voltea con cara demacrada.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? - Cuestiona el hombre mayor castaño, su jefe - Me parece que últimamente te he visto demasiado seguido...
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Pulse (Chaelisa)
FanfictionLa Dra. Lisa Manoban es una renombrada cardióloga, aunque es joven se ha ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo, sin embargo esa no es la única reputación que la precede, tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación s...