Apresurada Lisa corrió con Rosé en brazos hasta su cuarto, dejándola reposar sobre la cama. La expresión de sufrimiento de la joven destrozaba a la doctora.
- Recuéstate aquí un momento - Indicó la cirujana mientras rebuscaba en el estuche de medicamentos - La medicina te ayudará - Seleccionó la necesaria y se la llevó a la rubia - Toma amor, tengo tu pastilla... Abre la boca - Pidió y Rosé obedeció.
Agarró la botella de agua que siempre estaba en la mesita de noche y se la dio a la chica para que pasara el medicamento más fácilmente. Poco a poco la respiración de la menor fue volviendo a la normalidad. Con los dedos en su cuello de la joven, la galeno monitoreaba el ritmo cardiaco atentamente.
- ¿Cómo te sientes? - Agarró sus mejillas - ¿Mejor?... Si aumentar tu dosis no ayuda, tendré que llevarte al hospital.
- N-no... El hospital no por favor - Suplicó Rosé apretando la camisa de la cirujana - No quiero volver allí Lisa - Sollozó contra su pecho - Tengo miedo de que si regreso, ya no podré salir nunca más... Quiero quedarme contigo - La abrazó - Lo siento... Siento no ser lo suficientemente fuerte... Por favor, no te hartes de mi.
- ¿De qué estás hablando? - Levantó su mentón y le dio un beso - No seas tonta... No tienes porque disculparte, tu salud es lo más importante para mi - Devolvió el abrazo.
Cuando la menor se calmó un poco más, la doctora volvió a checar su pulso, confirmando que ya se había estabilizado.
- Tranquila, sólo fueron tus síntomas habituales, no hay nada de que preocuparse - La consoló la pelinegra - Tendremos mucho tiempo para nosotras - Besó su frente - Tanto ahora como cuando tengas tu operación - Volvió a abrazarla - No tienes nada que temer, siempre estaré contigo... Le sonrió - Vamos a dormir, tienes que descansar.
Acomodó la cama y Rosé se acurrucó, Lisa se quedó a su lado hasta que finalmente se durmió.
¨Dos años no son suficientes... Quiero que te quedes conmigo el mayor tiempo posible¨
Miró la expresión apacible de la joven al dormir y acarició su cabello.
¨Quédate conmigo Rosé... No me dejes...¨
Retiró una lagrima que bajaba por su mejilla y se preparó para dormir.
A la mañana siguiente la rubia estaba tan enérgica como de costumbre, se levantó como si nada hubiese pasado. Preparó el desayuno para ambas y se alistó pues tenía clases. La doctora se despertó poco después ya que pasó gran parte de la noche velando que la joven estuviera bien. Luego de desayunar la pelinegra llevó a Rosé a la universidad.
- ¿Estás segura de que estás bien? Te veo un poco pálida - La examinó con la vista la cirujana al llegar a su destino.
- Si, estaré bien. Hoy hay una examen que no quiero perderme.
- Puedo hacerte una nota médica para que faltes si lo necesitas - Insistió la galeno.
- Tranquila doc, Jimin estará por aquí - Aseguró para calmarla - Estaré bien.
- Vaale - Se rindió de mala gana - No tomes el bus para regresar, yo vendré a buscarte.
- Ok, ok - Rodó los ojos la joven.
Mientras ambas tenían su pequeño intercambio en la entrada del campus, llamaron la atención de una persona que pasaba por allí. Al verlas, la mujer reconoció de inmediato a una de ellas.
- ¡¿Lisa?! ¿Eres tu? - Exclamó la castaña
Tanto la cirujana como la rubia voltearon a mirar a la recién llegada.
- ¡Que sorpresa! - Dijo emocionada la chica - ¿Qué te trae por aquí?
- ¡Hola Minnie! - Saludó animada la doctora mientras Rosé la miraba de reojo con cara de pocos amigos.
- Si que ha pasado tiempo desde la última vez que te vi... ¿Quieres que vayamos por unos tragos más tarde? - Sugirió la castaña.
- E-eh en realidad tengo asuntos que atender, lo siento - Negó la pelinegra.
- Buenos días profesora - Intervino la rubia.
- Oh, Roseanne buenos días - Saludó Minnie amigable.
- ¿Se conocen? - Preguntó la rubia a Lisa y mirando luego a su profesora.
- Si - Rio nerviosa la cirujana - Somos viejas amigas.
- Uhm... Qué pequeño es el mundo - Murmuró la menor - Bueno, ya tengo que irme - Se inclinó y tomó a la doctora de las mejillas para plantarle un beso en los labios - Te esperaré cuando salga - Sonrió - Adiós.
- A-adios - Se despidió boquiabierta Lisa.
- Uhhh - Rio la castaña - Parece que puse celosa a alguien por aquí...
- Vamos Minnie no molestes - La empujó la cirujana.
- Pero ya enserio... ¿Tienen una relación estable? - Preguntó con seriedad - De seguro ni tu eres lo suficientemente cruel como para jugar con alguien como ella... He escuchado de su enfermedad y que actualmente está esperando donante para su operación... Esa chica no soportaría un trauma emocional Lisa, ¿Lo sabes, no?
- Si, lo sé... - Sonrió a su amiga - Ella es la indicada, estoy segura de ello.
- Ajaaaa - Se burló Minnie - La gran Dra. Manoban, siempre aprensiva con todo lo relacionado a las relaciones y el amor, mírate ahora... Incluso cortaste conmigo y terminaste yéndote con otra. Increíble - Bromeo.
- Cállate - Rodó los ojos.
- En fin... Felicidades - Le extendió la mano - Finalmente encontraste a la persona para ti.
- Gracias - Estrechó la mano de su amiga.
¨Es cierto que he estado escapando todo este tiempo. Es cierto que pensaba que no era más que una reacción química en el cerebro. Es cierto que me daba asco después de todo el dolor que tuve que soportar por su culpa... ¨
[...]
Lisa miraba desde el sofá como Rosé preparaba la cena, perdida en sus pensamientos
¨Podría ser debido a su bulliciosa risa... O a la mirada en sus ojos, siempre honesta con sus emociones... Puede que sea su sonrisa, que nunca quisiera ver desaparecer de su rostro... No se como ni porque, pero me he enamorado de ella. Es quien me hace sentir feliz y en paz, y ahora mi felicidad también proviene de hacerla feliz¨
- Rose... - La abordó por detrás abrazándola.
- ¿Si?
- Hoy es viernes... - Susurró en su oído - ¿No tienes algo que preguntarme?.
La rubia dejó de lado lo que estaba haciendo y se puso de frente a la doctora.
- No tengo que hacerlo - Rodé el cuello de la pelinegra con sus brazos - Creo que ya se la respuesta - Sonrió - Es bastante obvio en este punto... No tienes que decirlo, puedo sentirlo perfectamente. Tus acciones hablan más que tus palabas.
- Lo diré de todas formas - Tomó su mentón - Rosé, te amo - Besó su labios - Te amo demasiado...
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Pulse (Chaelisa)
FanfictionLa Dra. Lisa Manoban es una renombrada cardióloga, aunque es joven se ha ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo, sin embargo esa no es la única reputación que la precede, tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación s...