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Eva

Estaba caminando por las calles de mi pueblo, volviendo del supermercado, en algunos lados ya había nieve y el frío era horrendo, iba titiritando, pero quería llegar a mi casa.
Estaba a una cuadra de distancia cuando vi cerca de un parque, una sombra pasar, no le di importancia debió de haber sido un niño.
Intente seguir mi camino pero algo me hizo frenar de golpe, la sombra que había visto segundos atrás se hacía cada vez más grande y oscura, no podía distinguir la silueta, quizás era solo mi imaginación y había algún adulto por allí, pero algo me atrajo como aquella vez en el cementerio. Sabía que no era buena idea, pero yo ya no tenía el control de mi cuerpo, solo camine siguiendo un sendero que me llevaría entre los grandes árboles que me rodeaban, a lo lejos pude ver algo que llamo mi atención. Eran dos niñas, con vestidos blancos, las dos, un árbol, sogas.


Grite al verlas.


Estaban muertas. Ambos pequeños cuerpos colgados del árbol, no podía hacer nada estaban muy por encima de mi altura. Quien había sido el monstruo para hacer eso. Mi garganta se cerraba, tenía un nudo que aumentaba cada vez que veía a esas niñas, pero un escalofrío recorrió mi espina dorsal y cuando estaba a punto de devolverme para llamar a la policía y salir de ahí una de las niñas se mueve.
Sus ojos se abrieron de golpe, estaba muy pálida, la soga alrededor de su cuello mostraban ya marcas rojas y moradas allí, sus ojos estaban rodeados de manchas moradas y azules, y sus irises eran completamente blancos, no reflejaban mirada alguna.


—¿Qué mierda se supone que haga? — hable para mí misma


Miré nuevamente a las niñas, sentía terror pero a la vez preocupación. Comencé a buscar alguna forma de subir a los árboles para desatarlas pero al escuchar un grito que provenía de la otra niña cuando me acerque retrocedí.

La niña empezó a gritar cosas en un idioma que no entendía y se movía frenéticamente tratando de soltarse de la soga, ella estaba muerta unos segundos atrás, ¿cómo es posible esto? Razones ilógicas, aunque ya todo es ilógico.


La otra niña pegó un grito desgarrador y de su boca no paraba de salir sangre, parecía una gotera bastante abierta, la sangre le recorría todo el cuerpo, su vestido, que antes era inmaculado, ahora estaba manchado por hilos de sangres. Paralizada, viendo todo con mis propios ojos. Horror, eso sentí, Horror.

La primera niña, quien intentaba salir de aquella soga paró de moverse, quedo dando vueltas sobre la soga hasta que paró de golpe viendo en mi dirección, la niña levanto la mirada y me vio, o eso suponía, no veía reflejo en ellos, ni un poco de brillo, solo había un profundo vacío.

Y cayó, cayó directamente al suelo, como si la cuerda su hubiera aflojado mágicamente. Ella se desplomó estrepitosamente, pensé que se había quebrado sus pequeños huesos, pero vi que me equivoqué cuando la noté ponerse rápidamente de pie y comenzó a caminar hacia mí. Fue ahí cuando recién pude reaccionar, mis piernas se movieron ágilmente y corrí lo más que pude por ese bosque/parque. La otra niña también cayó al suelo y junto a la otra me miraban, como si fueran dos zombis.

Entre corridas escuchaba uno que otro gruñido por parte de ellas, llegue a la calle, pero las seguía escuchando. Por ir tan apurada tropiezo en la calle, una calle totalmente desierta en donde un camión aparece de la nada estando a punto de chocarme. Intenté correrme, él estaba muy cerca y manejaba a una gran velocidad, y por otro seguía teniendo la sensación en los hombres que aquellas niñas seguían detrás de mí.

El camino pareció verme, estaba a menos de tres metros de distancia, cerré los ojos esperando el impacto, pero solo sentí que mi brazo derecho había sido golpeado con la rueda, me doy la vuelta y veo al camión tambaleándose pero siguiendo su ruta. Miro de vuelta a los árboles del bosque y salgo corriendo para llegar a mi casa.

Corrí ahora con más cuidado para no volver a tener ningún accidente, llegue a la puerta pero por la desesperación que tenía no encontraba mis llaves, golpee la puerta esperando que Rapha me escuchara.

Di la vuelta para verificar que las niñas no estuvieran ahí, pero las veía, se habían escondido en la lejanía del parque, detrás de un árbol, mirándome muy detenidamente, como si estudiasen cada uno de mis movimientos para luego atacar.

La puerta se abrió, perdí el equilibrio, y caí sobre Raphael, aún tenía mi mirada sobre ellas, que ahora estaban caminando entre los árboles, volviendo al lugar donde las había encontrado. Cuando las perdí de vista entre gateando aun con mi vista en el parque y cerré de una patada la puerta.


—Eva... Respira... ¿Te encuentras bien? ¿Qué sucedió ahí afuera?

—Sí... ella.... Ella sigue aquí— Dije con dificultad por la adrenalina que había subido en mí segundos atrás —¡TENEMOS QUE IRNOS DE AQUÍ!— agregué cuando caí en cuenta de lo que había pasado

—No podemos irnos, igual nos seguiría— Respondió Rapha tomándome por los hombros e intentando calmarme

—Que sabes, no lo sabremos si no intentamos ¡No cuesta nada!

—Tranquila... Mira, intentaremos algo, pero no importa si nos vamos o no, esa cosa te seguirá...— Dijo mirándome a los ojos


Suspire


—Me rindo, ya no sé qué hacer para que se vaya– Dije al borde de las lágrimas abrazando a Rapha

—Shhh, no llores— Dijo pasando su pulgar por mi mejilla, limpiando la lágrima que había salido


Pero justo cuando iba a depositar un beso en mis labios la luz se cortó


—¿Ra...Rapha?— Pregunte temerosa

—Shhh estoy aquí, iré a ver la térmica, para ver si saltó algo

—No te vayas— Pero ya era tarde, Rapha había ido hacia el sótano, que es donde se encontraba la caja de fichas de la luz


Busque en el bolsillo mi celular para ver si podía alumbrar algo de la habitación, pero no lo encontré ahí, me levanto del piso y camino hacia la ventana para comprobar que la luz no solo se había ido de nuestra casa, sino que en toda la calle también.

Voy hasta la mesa y por la poca visión que tengo logro encontrar mi celular al fin, cuando prendo la linterna para alumbrar en frente mío logro reconocer a alguien.


Ella nuevamente con mi apariencia esta frente a mí.




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MARÍA SANGRIENTA©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora