Le bastó una sola noche de películas y juegos a Eva para que se vuelva loca.
* * * *
Eva Ademaro, estudiante normal, con normales amigas y normales costumbres. Todos los fines...
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Eva
—¡TÚ! Demonio del infierno, que solo sirves para atormentar y herir, te ordeno que desaparezcas, por los poderes concebidos por Jesús hijo de María Santísima y la trinidad. Te ordeno que te alejes de esta chica en el nombre del padre, del hijo, y del espíritu santo, ¡Amén!
El viejo se había puesto frente mí con sus manos tendidas hacia mi cuerpo, como si eso fuera a curarme. Comencé a reír como desquiciada, me causaba tanta risa que pensara que eso era todo.
Me enfrenté a él y comencé a hacerle caricias en su calva cabeza.
—Pobre angelito, que vino de los cielos para ayudar a estos simples mortales— dije burlonamente —Tú más que nadie debe saber las reglas de este juego, no? Ellos cayeron en la tentación, no puedes hacer nada, sus vidas... me pertenecen— dije lo último con una sonrisa sínica en mi cara
—¡DÉJANOS EN PAZ! Deja a Eva, por favor— suplicó Franziska, gritando y llorando, temblando por el miedo
—"Todo lo que sube tienen que bajar", aunque nuestro caso es, todo lo que empieza, debe terminar
De un rápido movimiento me acerque a ella y tome una pequeña soga que había en el baño para amarrarla a su cuello, Nathaniel intentó detenerme pero antes rompí el espejo y tome un gran pedazo de vidrio.
—Si llegas a dar un paso más, lindo, no solo voy a matar a tu novia y a ti, sino que buscaré a tu familia, una diversión más— dije riendo mientras apretaba más la soga del cuello de Franziska
—Déjala, no hagas esto, deja a Franziska y a Eva, por favor— intentó acercarse Stefan, pero igualmente lo amenacé con el vidrio, y como todo un cobarde se alejó
Me di media vuelta buscando al espiritista cuando veo que ya no estaba en la habitación.
—Veo que su angelito los acaba de abandonar— dije con enojo
Y por el mismo enojo que tenía rápidamente degollé a Franziska con el vidrio que tenía y salí corriendo a buscar a aquel hombre que solo había hecho que mis ganas de asesinarlo crezcan.
Lo encontré tratando de escapar de la casa, estaba buscando la llave para abrir la puerta cuando me ve.
—Yo no hice nada, por favor no me mates— dijo llorando mientras se pegaba aún más a la pared
—Nos resultó muy cobarde este angelito, o podría decir este estafador
—Perdona, siempre los casos son mentira o falsos, o es todo psicológico
—¿¡ME VES DE MENTIRITA A MI VIEJO ESTÚPIDO!? — dije tirándole una lámpara que justamente tenía de a mi lado
—¡NO! ¡NO! No, no, eres muy real, MUY REAL— dijo llorando más fuerte, su miedo solo me provocaba risa, era un farsante que se hacía pasar por alguien que pudiera lidiar con temas como este, estaba que se orinaba del miedo
—Corre...
Intentó abrir la puerta que ya anteriormente sabía que estaba cerrada, me reí de su estupidez, el viejo pensaba que iba a abrir la puerta mágicamente, lo miré con una gran sonrisa y una ceja alzada mientras que de mi bolsillo trasero sacaba las llaves de la casa. Él vio como yo las sostenía y solo lloraba, no hacía nada más. Esto se estaba volviendo muy aburrido.
Me acerqué al punto de quedar con mi boca en su oído y le dije.
—Si quieres salir, vas a tener que pelear por tu patética vida
—No, solo mátame— dijo resignándose
—Tú eliges— dije molesta –Te mato lentamente y sufrirás por horas viendo como desgarro tu cuerpo, pellejo por pellejo mientras hago una pintura con tu sangre entretanto veo cómo te desangras lentamente— dije sonriendo y comenzando a caminar en círculos alrededor de él — luego te podría atar al árbol de afuera, dicen que hay muchos cuervos por aquí, podría poner comida en tu cara, ellos son depredadores, así que vendrán a buscarte. Tienen picos muy largos y son animales, actúan por instinto, y si tú estás delicioso no dudaran en picarte los ojos y comerte, picotazo por picotazo. Ya no tendrías más piel u ojos, pero aun así seguirías viviendo, en pleno sufrimiento, luego por ser tan buen chico te daría un baño, pero uno de ácido, para que mueras gritando, sintiendo como cada fibra de tu piel se quema— terminé y vi por el reflejo de la ventana que Raphael y Nathaniel estaban bajando la escalera para quizás intentar ayudar al viejo —¡NO BAJEN!— me volee a verlos –Esta es su lucha— volví mi mirada al viejo, que en lo que yo mire por unos segundos a los chicos él intentó irse por la ventana, me enojé mucho así que lo tome de los pocos pelos que tenía en su cabeza y lo tire contra la mesa de vidrio –ADEMÁS DE QUE TE DEJO VIVIR ¿INTENTAS TRAICIONARME?
—No, no señorita, no, lo lamento, por favor perdóneme— dijo juntando las manos y arrodillándose a mis pies
—Más te vale que te quedes en esa posición, cuando vuelva quiero que te quedes aun así, no quiero ni un respiro
Me aparté de él, vi que en la escalera estaban Nath y Raphael aun allí, pero ya no intentaban moverse, parecían paralizados, así que cuando vieron que los vi intentaron irse pero antes de eso les guiñe el ojo mandándoles un beso. Inmediatamente después de eso fui a ver un espejo que había en la pared, por ahí pude ver como el viejo seguía aún en la misma posición mientras lloraba. Reí por lo patético que se veía, tomé el espejo y fui hasta él.
—No levantes la cabeza— ordené
—No señora
—¡SEÑORITA!
—SI, Si señorita, digo no señorita— Dijo intentando mirarme a la cara pero le pise la cabeza para que no la suba
—Mejor así— digo satisfecha –ahora, bésame los pies
Y así fue, como lo tenía a mis pies, besándolos, me divertí bastante, gracias viejito.
Dejé caer el espejo en su cuello y su cabeza de un golpe seco se separó de su cuerpo, tomé algo de distancia y corrí para patear la cabeza con toda mi fuerza haciéndola llegar a los pies de la escalera.
