Eva
A la semana ya me habían dado el alta, estaba lista para volver al mundo, aunque el doctor me recetó que tomara unas sesiones con un terapeuta para tratar cualquier problema que me había dejado estar encerrada. Hacer lo tenía que hacer, así que solo tomé el papel que me tendía mientras estaba parándome de la cama ya vestida y lista para salir del hospital.
-Creo que llegue justo a tiempo o tarde, según como lo veas tú- y allí, recostado en el marco de la puerta abierta, estaba el sexy policía de azules ojos hipnotizantes con un ramo de flores parecido al que había acomodado Stefan en mi mesa la semana pasada
-Así que las flores fueron de tu parte, ...Un lindo gesto- digo sonriendo, miro el ramo puesto en agua que cuidaba hace una semana y daba vida a la blanca habitación
-Espero que no haya sido demasiado, mi abuela tiene una florería y se me había ocurrido enviarte algunas, para alegrar este lugar- dijo con una voz gruesa, rozando lo sensual
-Creo que después de tres meses de no recibir cariño auténtico estoy más que encanta de recibir esto- dije con una chispa de humor
-¿Y no le parecería demasiado si le pido un pequeño paseo a su lado esta tarde?- se comenzó a acercar a mí para tenderme la mano
-Con una pequeña condición- digo alargando mi mano y rozando la suya
-Estoy dispuesto a escucharla su señoría- dijo en un intento de imitar el acento inglés, al cual los dos terminamos riendo de su intento fallido de acento
-Quiero saber su nombre- solté intentando mantenerme seria, lo cual estaba difícil porque la situación me ponía nerviosa y soltaba pequeñas risas nerviosas a veces
-Me presento debidamente, mi nombre es Domeneco Di Ángelo
-Creo que estoy en presencia de un auténtico italiano
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Pasé el siguiente año viviendo en el departamento de Armando mientras que él terminaba su carrera en Australia junto a Stefan.
En ese tiempo volví a rehacer mi vida, comencé a estudiar Diseño Industrial, si la misma carrera que Nath. El tiempo que pasé ayudándolo me hizo darme cuenta de que también me gustaría hacerlo. Llevaba solo un año y medio, me faltaba más de la mitad para terminarla, pero tenía detrás a tres grandes porristas que me animaban a seguir. Mi pareja favorita y mejores amigos incondicionales; Armando y Stefan, y por otro lado mi nuevo descubrimiento; Dom, el policía más sexy que había conocido en toda mi vida. Que ahora me estaba esperando afuera en su auto para irnos a Australia, para la graduación de mi bebe grande.
—Hola Lindura— me recibe Dom con un beso apenas salgo del departamento
—Buenos días Capi— digo riendo mientras tomo mi maleta
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MARÍA SANGRIENTA©️
HorrorLe bastó una sola noche de películas y juegos a Eva para que se vuelva loca. * * * * Eva Ademaro, estudiante normal, con normales amigas y normales costumbres. Todos los fines...