Capítulo 16: El peso del pasado

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Dev se levantó temprano el lunes. Se bañó, se perfumó y se vistió con sus mejor ropa casual. Se afeitó bien, y se abrigó. Desayunó café cargado con dos tostadas solo en la cocina, era el único despierto a esa hora, en media hora recién se levantaría Alex, pero él quería salir antes. Se abrigó, tomó el lirio blanco de pétalos abiertos que había comprado el día anterior, lo sacó del jarrón con agua y después de ponerse la campera y colgarse a la espalda la mochila, lo tomó con delicadeza y salió. Caminó despacio hacia la escuela, mirando fijo la flor, pensando en todo lo que debía decirle a Cyrene. Tal vez debiera ir a buscarla hasta su casa... Pero mejor no. Mejor sería contarle que robó rosas de su casa, antes que los padres de ella lo echaran a patadas al verlo ahí. Se sentó en la puerta de la escuela, y vio entrar uno a uno a todos los profesores. Y cuando se hizo la hora, iban llegando más y más alumnos, incluyendo a Alex. Éste se le acercó.

-¿Sabes algo de las chicas?- le preguntó Dev, impaciente.

-Sí, las traerá el hermano de Savannah, durmieron juntas anoche- sonrió y se sentó a su lado.

Las muchachas se paseaban junto a Dev, le sonreían al verlo charlando con su amigo, con una flor en la mano, lo miraban fijo hasta que pasaban frente a él, pero no frenaba a ninguna. Ninguna de sus ex rubias era Cyrene. Y la flor era para ella. Así que esperaría allí hasta que ésta apareciera. En una esquina alejada, estaba Sharon sola, pero Dev no la había visto. Sonreía con malicia al verlo sentado allí, ilusionado esperando con una flor, estaba preparada para arruinarle el día, como cuando avisó a Bret que estaba con Britney bajo las gradas.

De pronto, una camioneta gris frenó frente a la escuela. Savannah bajó corriendo de ella, y saltó en brazos de Alex, que la levantó del suelo en un abrazo al verla. Se besaron unos segundos, y se miraron fijo sonriéndose como tontos. 

-Te traje algo- dijo Sav, abriendo su cartera -Toma- le dijo y le dió un collar de plata, con la mitad de un corazón con una elegante "S" grabada en él. Alex sonrió emocionado, y antes que pregunte, Savannah sacó su collar, enseñándole su medio corazón con una "A" en el mismo tipo de letra que el collar de él. 

Dev rió divertido. Eran tiernos, pero le cursilería de la situación lo incomodaba. Savannah no le dirigió la palabra, no estaba enojada con él, pero al verlo con la flor esperando, supo que esperaba a Cyrene, que estaba en la camioneta, probablemente besando a Dean, despidiéndose. Dean empezaría la universidad, casi no estaría en casa, se verían los fines de semana... Alex y Savannah se alejaron de la mano hacia un árbol que había cerca. Todos los alumnos estaban fuera, era temprano aún. Dev los vio alejarse, y se extrañó por el comportamiento de la chica holandesa, pero no iba a decir nada. Estaba demasiado nervioso para hablar con alguien que no fuera Alex o Cyrene.

Cuando Cyrene bajó de la camioneta, se la veía apagada, distraída, incluso algo decaída. Caminó despacio entre la gente hasta la puerta de la escuela, y cuando la tuvo cerca, se puso de pie y la sonrió de oreja a oreja. Ella lo miró sorprendida, con la boca levemente abierta.

-Ésto es para ti- le dijo dándole la flor. Ella lo miró perpleja, se le llenaron los ojos de lágrimas de emoción, pero evitó que salieran y recibió la flor sonriente.

-Gracias- susurró. Lo miró con una sonrisa.

-Quiero hablar contigo- dijo Dev, sonriendo tímido. Entonces Cyrene recordó el principio de sus vacaciones, cuando ella prometió hablar con él y lo mucho que le había costado elegir entre él y Dean... Bajó la cabeza, y frunció la boca sin que él la viera, asintió y cuando él estaba por empezar a hablar, sonó una voz robótica, por un alta voz.

-¡Atención gente!- dijo Sharon desde el megáfono que había robado de la entrenadora del grupo de porristas esa mañana -¿Quiero saber qué opinan de ésta foto- dijo mientras caía una pancarta de tamaño persona, desde el techo de la escuela sobre una ventana junto a la puerta de entrada, a la vista de todos -Para el anuario escolar?- se rió alejando el megáfono de su boca. Todos se voltearon a mirar, y cuando Dev y Cyrene lo hicieron, sus mandíbulas se descolgaron y abrieron los ojos lo más que pudieron.

Bajo el color del cielo (Cy y Dev)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora