Bajo el color del cielo (Cy y Dev)

Capítulo 22: Descontrol

-Que lindo lugar- balbuceó Cy, riendo torpemente mientras avanzaba hacia el oscuro patio, trastabillando varias veces por sus tacos. Se colaban las luces ténues de dentro de la casa, y de los patios de los vecinos de al lado, pero si se alejaban lo más posible, nadie los vería.

-Espera un poco. No corras- la regañó Dev, mientras cerraba la puerta tras de sí y la seguía en la oscuridad, tomándole la mano en el aire, ayudándola a avanzar.

-¿Nos sentaremos sobre el cesped húmedo?- rió ella, reía como ebria pero él no dejaba de notarla encantadora.

-Sí, te hará bien resfrescarte un poco- se burló él, con una gran sonrisa diviéndole el rostro en dos. No podía creer que se le diera otra vez la oportunidad, ésta vez debía ir despacio y hacerlo bien, realmente bien. -¿No tienes frío?- preguntó al notar que la camisa de ella probablemente no la abrigara lo suficiente como para estar al aire libre.

-No, estoy genial- se rió a la vez que se arrodillaba sobre el cesped y apoyaba las palmas de la mano en él también, exhibiendo una posición demasiado sugerente para Dev.

-¿Qué haces?- se rió cerrando los ojos y riéndose. No podía mirarla así demasiado rato, acabaría lanzándosele encima sino. Cyrene estalló en risa, recostándose sobre el pasto boca abajo.

-Ven, no está tan húmedo en realidad- dijo riendo, no sabía bien qué, pero era divertida la situación, las expresiones de Dev, el ambiente, el aire... Todo le estaba causando demasiada gracia.

Dev se sentó en el pasto, junto a ella, cruzando los tobillos con las piernas flexionadas próximas a su cuerpo, la típica posición de "indio". Estiró el brazo y tocó la espalda de Cy, que se había quedado callada de pronto. Pensó que estaba dormida, pero solamente se había quedado pensando en la situación. Se había alejado de la fiesta, no podía controlar las reacciones de su cuerpo y estaba sola con Dev... ¿Debía temer?

-¿Quieres dormir?- preguntó él, mirándola con ternura y con una media sonrisa en los labios.

-No- rió ella, se incorporó lo suficiente para girarse y recostarse boca arriba, aprovechando para refrescarse la espalda. -¿A qué te refieres con dormir?- preguntó sin pensar demasiado en lo estúpida que podría sonar su cuestión. Él dejó escapar una carcajada.

-Me refiero al acto en que te recuestas, cierras los ojos y dejas de pensar tonterías como la de ahora- se burló inclinándose un poco sobre ella, cubriendo su panorama visual.

-Ah- sonrió ella viéndolo a los ojos. ¿Podía verse tan bien desde todos los malditos ángulos? Era muy injusto la tentación que le resultaba. Se puso seria pensando si tal vez ella igual le era una tentación a él. -¿Te parezco guapa?- lanzó la pregunta mirando el cielo estrellado. Era una linda noche, y no hacia frío.

-Sí. Tardé en notarlo, pero siempre fuiste guapa- respondió honestamente, arrancardo hierba del suelo, distraído. -Tus ojos, tus labios, los rasgos de tu rostro... Siempre fuiste linda- balbuceó un poco más tímido ante el silencio de ella, que se incorporó e imitó la posición de él, sentándose en la hierba.

-Dime, ¿Por qué cambiaste?- preguntó ella, mirándolo a los ojos fijamente, exigiendo sinceridad, muy seria.

-Para enamorarte- sonrió a lo galán. Ella se rió nerviosa, pensando que él lo hacía para ruborizarla, pero la verdad era esa. Él estaba cambiando, estaba reprimiéndose, quería dejar su lado desastroso de lado, quería ser mejor para ella.

-Hablo en serio- lo regañó entre risas, golpeándolo suavemente en el brazo.

-También yo- sonrió Dev, acariciándole la mejilla a ella. Quería más que eso, estaba derritiéndose por recorrerle la cintura con los dedos, besarle la base del cuello y empezar desde ya a conocer las reacciones del cuerpo de Cyrene ante su tacto. Quería que sucumbiera ante él. Nunca se había tomado el tiempo de cortejar a una chica, por lo que no era paciente en realidad.