Capítulo 36: Cayendo profundo

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El lunes, Dev recurrió a Steven, como pocas veces gustaba hacer.

-Señor presidente- trató de ser lo más educado posible, aunque deseara escupirle el rostro -¿Puedo hablarle a solas un minuto?- preguntó, señalando con la cabeza aquel escritorio con el cajón abovedado donde había firmado su contrato.

-¿Tan pronto ya quieres renunciar a la esclavitud? ¿O es que me extrañas?- se regodeaba Steven. Dev moría por hacerle tragar sus propios dientes, pero rió entre los suyos. Recordó la madrugada del sábado, como había dejado a Cy en la puerta de su dormitorio y se había marchado al propio.

Se había tenido que disculpar con Savannah por arruinar su nidito de amor, pero no tenía ganas de dormir con Cyrene, ya no. Estaba invadido totalmente por el despecho, ni siquiera quería mirarla o hablarle, pero seguía siendo su "protegido" aunque esclavo le cuadraba mejor, porque ella no lo protegía de nada en realidad. Consideró entonces, sopesando el dolor, prefería el castigo físico, y no como ella le había roto el corazón. Lo peor había sido que él había corrido hasta allí, a rescatarla del dragón que ya se la había comido. Suspiró furioso.

-Sólo necesito consultarte algo- Steven lo miró serio y asintió –Yo, como protegido de la reina, ¿Puedo tener novia? ¿O salir con alguien? ¿O acostarme con quien yo quiera al menos?- preguntó, sin mirarlo fijo. Sentía arder sus mejillas, Steven sonreía burlón.

-Claro, excepto que la reina exprese abiertamente que te lo prohíbe- se sentó sobre el escritorio. –No tienes la obligación de contarle lo que haces, ni a dónde vas. Mientras ella no te lo niegue, o no te exija estar todo el tiempo con ella, puedes hacer lo que quieras. Ella te sancionará si no cumples alguna petición. De todos modos no puedes desacatar sus órdenes directas, ya que si superas las tres, deberás empezar desde cero o renunciar, depende elija ella- Dev comenzó a alejarse mientras terminaba de oír a Steven.

Tomó de la mano a la rubia de la camiseta mojada del sábado.

-Hola novia- sonrió abrazándola contra él. Ella rió.

-Peyton Storm- coqueteó ella, rodeando su cuello con las manos.

-Mmm- le rozó el cuello con la nariz. Sabía que todos estaban viendo –Me gustan las tormentas- ella se irguió y lo arrastró de la mano lejos de allí, por los pasillos hasta su habitación. Dev sabía que Cy debía estar durmiendo, había faltado a las clases de la mañana a pesar de que él sabía que tenía puesto el despertador. Se arriesgó a ser castigado al no ir por ella. Apenas era el mediodía, y Peyton sí que era veloz.

Lo empujó sobre la cama, y a los gritos le exigió a su compañera que abadonara la habitación, la cual al ser de primer año, corrió lejos de allí con su cargador y su móvil en la manos, apenas en pijamas. Peyton trabó la puerta con el cerrojo, y se arrodilló frente a la cama, desprendiendo los jeans de Dev, bajándolos tan rápido que él sintió vértigo.

-Hey- de pronto no le gustó aquello, se sentía una basura. Ella podría haberlo hecho, pero... La venganza ya no era lo suyo...

-Iremos despacio si quieres- sonrió y entonces él reconoció su antiguo patrón de mujeres. Reconoció que había vuelto a caer en las típicas rubias zorras a las que solía acudir en sus momentos de necesidad... Ella metió todo su miembro en su boca, y comenzó a succionar a la vez que lo miraba por encima de las pestañas.

Dejó caer su cabeza hacia atrás, se dejó llevar y cerró los ojos.

A lo largo de diez minutos, ella había hecho todo lo posible con sus labios y lengua, él ya no aguantaba y cuando estaba por eyacular, sonó su móvil, y apareció una foto de él besándose con Cyrene. Suspiró, pensó en las consecuencias y Peyton se corrió cuando él contestó.

Bajo el color del cielo (Cy y Dev)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora