Capítulo 14: Decisiones difíciles

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-Hola Dev- dijo seca. No quería ser fría, pero le había nacido responder así, aunque no quisiera, estaba enfada con él.

-Creo que hay algo que tengo que aclararte...- susurró él. No sabía por qué hablaba bajo, lo ponía muy nervioso hablar con ella por teléfono, sobre todo porque jamás habían hablado por teléfono, y apenas dos días atrás habían hablado como personas civilizadas frente a frente, calmados y de buena manera.

-Está bien, te oiré cada palabra, pero debes jurarme por tus padres que no me mentiras ni media palabra- lo desafió ella, y fue como una patada en la entre pierna, un puñetazo en el ojo, un palazo en la cabeza, una puñalada en el corazón. Él frunció los labios y las cejas con dolor, suspiró lejos del micrófono, y tomó aire.

-Claro. Te lo prometo. No te mentiré, ni te iba a mentir tampoco- rió forzosamente -Lo que pasó la otra noche...- empezó y ella lo interrumpió.

-Sabes que no me debes explicaciones, ¿Verdad?- le dijo más amable, más relajada.

-Sí, pero quiero y necesito hacerlo. Y no me pidas disculpas por la bofetada, me la merecía- dijo riendo, más cómodo él también.

-No iba a hacerlo. Sé que te lo mereces- rió ella igual. Se vió sonriendo bobalicona igual que su amiga con Alex, y Savannah estaba a punto de estallar en carcajadas por su expresión, por lo que entonces enseguida se puso seria y agregó -Bien, te escucho Dev- tranquila, amable pero trató de no sonreír como tonta. 

-Quiero disculparme. Y no me malinterpretes- tosió y acomodó su garganta, la voz se le apagaba de a ratos -No aposté sobre ti... O sea, sí, pero no es lo que creíste- balbuceó él. No sabía que se le complicaría tanto expresarse con ella.

-¿Entonces cómo fue?- preguntó algo. Si hubiese estado frente a él, viéndolo incómodo y nervioso, probablemente hubiera sonreido, algo burlona, algo enternecida.

-Aposté doscientos dólares a que bailaba contigo en el estúpido baile escolar, y a que te invitaba a la fiesta de Luke- dijo así, sin anestecia, doble intensión o cuidados. Si daba más vueltas, no le saldría la verdad de entre los labios. Ella se quedó callada unos minutos, y él agregó -Te lo juro. Son unos idiotas, no debían entrar a la habitación- respiró profundo, le sudaban las manos, por lo que se secó una palma en sus jeans, y luego cambió el móvil de mano y se secó la otra -Se burlaron de mi, no de ti- quiso tranquilizarla, pero ella seguía callada. La oía respirar del otro lado pero no hablaba. Tosió -Puedes hablar ya...- pidió casi en ruego.

-¿Por qué me besaste, Dev?- preguntó ella. Era lo único que se le cruzaba por la cabeza. Y en lo más hondo de su corazón, deseaba con todo su corazón repetirlo. 

-No quiero hablar de eso por teléfono. Te prometo explicarte todo cuando volvamos a clases... Fui a buscarte a tu casa, le dejé un mensaje a un hombre que me habló por esa cosa metálica que esta junto a la reja- dijo él, riendo nervioso, rascándose la frente, inclinado hacia adelante.

-Oh...- Dev sabía dónde vivía, había ido por ella y sabía su posición económica, pero de todos modos, lo más importante era que había ido hasta allí por ella, para hablar. Entonces deseó no haberse ido a Aspen, haber estado allí y sorprenderse de que él apareciera, verlo y oírle decir todo ésto cara a cara -Era el mayordomo- susurró ella, para ella misma.

-Sí, supongo. Tienes una linda casa... No quiero robarle más tiempo a mi amigo y tu amiga, prométeme que hablaremos cuando regreses. Que me dejaras que te explique todo- le rogó, con expresión de dolor en el rostro y en la voz, que ella no veía, pero de todos modos lo imaginó y sonrió ante ello.

-Claro... Ah, y ¿Dev?- preguntó, tímida y algo emocionada.

-¿Sí, muñeca?- respondió con una boba sonrisa, emocionado de sentir en la voz de ella la misma emoción que le provocaba latir fuerte su corazón.

Bajo el color del cielo (Cy y Dev)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora