Salí del despacho, lo había pensado bien y tal vez Zec tenía algo de razón.
Una parte de mí quería que Tamara no encontrara a nadie más y se quedará conmigo para siempre.
Pero aún así la idea de tener una cita con Tamara me asustaba, nunca había tenido citas con ninguna mujer, pero si una mujer merecía mi total atención esa era Tamara.
Subí a mi habitación y me di una ducha rápida, me puse una ropa cómoda y muy informal. No recordaba cuánto tiempo había pasado desde que volvía actuar como un adolescente a punto de tener una noche alocada, aunque esta vez no iba a tener nada que ver con sexo me sentía aún más ansioso.
Bajé las escaleras de dos en dos, era una suerte que los niños no hubieran despertado. Conforme me acercaba una par de voces se aclaraban.
Tamara y Zec estaban hablando de algo de manera animada. Me aclaré la garganta y ambos se callaron al verme.
Zec levantó una ceja, me analizó de arriba a bajo sólo para darme una sonrisa burlona, por suerte Tamara estaba mirándome fijamente que no lo notó.
—Hola— saludé y traté de actuar con naturalidad
El aire se sentía muy tenso o al menos yo lo percibía de esa manera.
El celular de Zec sonó al rescate de un silencio incómodo.
—Lo siento, ahora vuelvo— se disculpó y se perdió por uno de los pasillos.
Finalmente me senté en un sofá en donde podía ver a Tamara de frente. Ella estaba mirando sus manos en su regazo, podía ver que en su cabeza le estaba dando vueltas a algo.
—¿Qué harás esta noche?— pregunté mientras me frotaba mi barbilla recién afeitada
—Bueno, trataba de convencer a Zec para que me llevara a casa. No haré nada salvo ver alguna película o algo así.
—Entonces creo que es tu día de suerte— sonreí de lado
—¿Por qué lo dices?— preguntó confundida
—Bueno, tampoco tengo nada que hacer... tal vez podríamos hacer algo juntos— sugerí torpemente
Abrió un poco los ojos y luego negó suavemente.
—Gracias, pero...
—Tengamos una cita, Tamara— lejos de una pregunta parecía una orden.
Era una completa vergüenza para mi especie.
—¿Cita? ¿Cómo una cita de trabajo?— ladeó la cabeza completamente confundida mirándome con sus ojos cafés mas abiertos de los normal.
—Una cita real.
Una sonrisa se asomó por sus labios.
—Bien, acepto sólo porque tengo curiosidad sobre el concepto que tienes de una "cita real"— movió la cabeza divertida como si no tomara mis palabras en serio.
(***)
Nunca en mi vida estaba tan nervioso como ahora, no sabía que iba a llegar tan lejos cuando le pedí una cita a Tamara.
Al principio creí que me rechazaría y sinceramente según mis cálculos había un 80% de probabilidad que eso pasara, pero sin embargo el porcentaje restante había ganado y no me había planteado que eso pasara. ¿A dónde podría llevar a Tamara?
Si fuera una mujer como las otras que me había topado seguramente la llevaría a un restaurante lujoso y con eso sería feliz, pero Tamara era una chica diferente. A ella le gustaban las cosas sencillas, pero que pareciera que estuviste pensándolo mucho.
ESTÁS LEYENDO
~Todo por ti~ #HW2
Romance||Segunda parte de la bilogía #HermanosWalker|| Un empresario exitoso, lleno de dinero y gente importante, y por supuesto mujeres de sobra a su lado. Tenía todo, menos lo más importante: AMOR. Trataba de evitar los sentimientos por miedo que le hici...