15. No soy bueno para ella

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Estaba sentado en un diminuto asiento en el cual me sentía demasiado grande.

Gruñí entre dientes, me dolía el culo.

Tamara por su parte estaba dando golpecitos a su pierna con sus dedos, ella era pequeña y cabía perfectamente en los asientos de mierda.

El vuelo de Jahir se había retrasado dos horas, estaba estresado y solo quería irme a casa.

Una mano suave acarició mi pierna, miré a Tamara y a su mano.

-Está bien, ellos están bien- aseguró y me sonrió retirando su mano.

Tragué saliva, a veces me asustaba como Tamata solía decirme las palabras que necesitaba oír desesperadamente sin necesidad de pedírselo.

-¿Hola?- una mujer muy embarazada con un niño de no más de dos años en sus brazos me habló con voz nerviosa.

-Hola- respondí dándole un repaso, no la conocía.

-Disculpa que lo moleste pero es que...- la miré moverse disimuladamente de un lado a otro -Me preguntaba si podía cuidar de mi bebé, solo iré al baño. Prometo no tardar.

Fruncí el ceño dispuesto a negarme, el chiquillo de dos años con la boca embarrada de chocolate no me daba confianza. En ese caso, ¿Por qué confiaba en extraños para dejar a su hijo?

Sacudí la cabeza pero escuché a Tamara decir: -Por supuesto, estaremos aquí. Me llamo Tamara Rodríguez y él es Alex Walker.

La mujer la miró agradecida y le tendió el niño a Tamara.

La mujer salió corriendo tan rápido como su panza le permitió.

-Debes tener consideración, las mujeres embarazadas no pueden dejar de ir al baño muy seguido.

Fruncí el ceño.

-¿Qué clase de madre es para dejarte a su pequeño demonio?- pregunté girando los ojos, parece que dije un chiste por que el niño comenzó a reír y a tratar de venir conmigo.

-Una que te estuvo observando y analizando para saber si eras capaz de robar este hermoso bebé.

-Da igual, tiene suerte de que no me interese su hijo.

El pequeño demonio se arrastró queriendo tocarme hasta que comenzó a manchar mi traje de diseñador exclusivo con su baba y chocolate.

Gruñí más fuerte mientras trataba de mantenerlo lejos.

-Parece que le gustas- sonrió Tamara

-Que mal por que él a mi no- respondí tajante

Tamara rodó los ojos como si la cosa fastidiosa fuera yo y no el pequeño demonio que tenía en brazos. La madre no tardo en aparecer con una sonrisa de alivio de habernos encontrado donde mismo.

-Gracias Tamara y Alex- agradeció mientras tomaba al demonio en sus brazos

-No hay de que- respondió Tamara y yo volví a gruñir

La mujer me miró y sonrió ampliamente.

-Te recomiendo que tengas un bebé, mi esposo era igual de gruñón y malhumorado que tu y ahora es todo felicidad con su hijo- guiñó un ojo y desapareció de nuestra vista.

Resoplé, quien se creía que era.

Escuché una suave risa a mi lado, resistí el impulso de mirarla reír en su lugar apreté la mandíbula.

Después de unos minutos, escuchamos anunciar que el vuelo de Begonia ya había aterrizado. Suspiré de alivio y me puse de pie para ir a encontrar a Jahir y a los niños.

~Todo por ti~  #HW2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora