~Todo por ti~ #HW2

10. Matrimonios y flores

Me levanté de mala gana de la cama, seguramente eran las 5 de la mañana.

Al cruzar por la sala miré a Zec con los zapatos en la mano cerrando la puerta con sumo cuidado. De no haber tenido una mala noche me hubiera reído y disfrutando el espectáculo.

—Buen día Zec— saludé a sus espaldas

—¡Ahhhh!— gritó lanzándome sus zapatos

Los esquive rápidamente y no pude evitar reírme.

—¡Casi me matas de un infarto idiota!— exhaló cuando me miró

—¿Por qué entras como si fuera un delito no llegar a dormir?

—No quería despertarte, si alguien interrumpe tus lindos sueños pareces el mismo demonio— respondió y sonrió con burla —Eso me han dicho en la empresa.

—Me sabe a mierda lo que digan de mi en la empresa— espeté y caminé hasta la cocina

—Te ves horrible y tienes un humor... ¿acaso no dormiste?— preguntó Zec a mis espaldas

—No.

—Mmmm ¿y eso?

—Tuve la peor pesadilla de mi vida— pasé mi mano por mi cara y mi pelo frustrado

—¿Qué? ¿Soñaste con tu cara?

—No, soñé que me casaba— me detuve enfrente del refrigerador y busqué dentro de el algo para desayunar

—¿Eso es tu peor pesadilla? Seguramente te lo creería si me dijeras que soñaste que tenías una disfunción eréctil o algo así.

Le di una mirada cansada e ignore su comentario.

—Yo pienso que deberías comenzar a buscarte a una mujer por que ya no eres muy joven que digamos— insistió

—No voy a casarme, no necesito a ninguna mujer en mi vida— espeté

—Claro, dice el hombre que se ha pasado la vida rodeado de mujeres— giró los ojos

—No es verdad— respondí entre dientes mientras tomaba un trago de mi jugo de naranja

—¡Claro que sí!— atacó —Te enfermas le hablas a Hailey, tienes un problema en la empresa Tamara y Hailey son tu salvación, tienes un evento y tienes que llevar a alguien Tamara esta disponible, quieres una vagina para meter tu pene consigues una mujer. Toda tu vida está rodeada de mujeres— y salió de la cocina dejándome un mal sabor de boca.

(***)

Cuando llegué a la empresa estaba más sumergido en mis pensamientos que nunca, el maldito de Zec logró dejarme sus palabras bien clavadas en mi mente de lo que me hubiera gustado.

Tamara estaba en su puesto, con su traje impecable. Me saludó con entusiasmo, le devolví el saludo y la llamé a mi oficina.

—Hoy no será un día muy pesado— dijo viendo una pequeña libreta —En una hora tiene una junta con Matheo y los demás jefes de departamento, a las 10 tiene que estar en una video conferencia con Taylor para afinar unos detalles del contrato y...

Siguió hablando hasta la eternidad pero nuevamente me concentré en mis pensamientos.

Tenía que hacer algo antes de que todo se me fuera de las manos.

—Y sería todo— finalizó con una sonrisa en sus labios y su pecho hinchado de orgullo

—Bien, tengo que pedirte algo.

—¿Sí?

—Necesito que busques una... asistente personal— evité mirar sus ojos, por alguna razón no deseaba ver su reacción.