Decir que estaba llevándome el diablo era poco, tenía exactamente 2 meses en España por culpa de mis trabajadores.
Los productos estaban saliendo pésimos, decir que habíamos tenido una perdida de más del 40% era poco. Los proveedores habían estado estafándonos justo en las narices de Matheo.
Masajee ambos lados de mi cabeza, ese hombre me había hecho perder mucho dinero y sobre todo la cofianza de mis inversionistas, no podía creer que eso había pasado. De haber estado aquí yo mismo hubiera supervisado la mercancía, pero mi amigo solo tenía cabeza para sus mujeres.
Entendía que estaba preocupado por su hija y su esposa que estaba enferma pero eso no le daba el derecho de descuidar su trabajo.Continúe tecleando personalmente correos y correos de disculpa para explicarles lo sucedido. No había dormido en 15 horas, ni siquiera había comido y para el colmo se suponía que iría a Begonia a ver a mi hermana, a Jahir y a los pequeños.
¡Mierda!
—Tamara, ven aquí— grité, no me gustaba hacerlo sobre todo cuando tenía un teléfono a menos de 20 centímetros pero estaba estresado y la mayoría de la gente ya estaban en sus casas, seguramente durmiendo.
—¡TAMARA!—. Grité más fuerte mientras le daba un golpe a la mesa.
Después de unos segundos Tamara entró casi tropezándose al entrar pero se recompuso al instante y dijo con voz temblorosa:
—Señor... dígame.— dijo mientras se acomodaba sus gafas de lectura.
No sabía que diablos había echo para tener una asistente tan dedicada como ella pero lo agradecía, aunque no lo pareciera. Seguramente eran las 4 de la mañana y ella seguía aquí tratando de no dormirse a base de café con chocolate. Por que si tomaba puro café no le quitaba el sueño.
Concéntrate Alex, concéntrate.
—Necesito que le digas a Hailey que no iré para la próxima semana, estoy planeando hacer una reunión informal con mis colegas. Tal vez para el próximo mes.
Ella asintió y dijo:
—Ya lo hice, Señor Alex.
Fruncí el ceño confundido:
—¿Cómo...?— mi mandíbula se abrió
—Supuse eso, Matheo me comentó algo y Hailey me habló, así que le dije que probablemente no iría. Lo comprendió.
Lancé el aire que estaba guardando y le di una sonrisa de agradecimiento.
—Gracias Tamara, no sé que haría sin ti.
Ella se encogió un poco y susurró:
—No fue nada, es mi deber. Aunque creo que debería ir a dormir, lleva...— miró su muñeca donde estaba un pequeño reloj de colores brillantes. —Aproximadamente 16 horas sin dormir.
Asentí en comprensión, tenía razón. Debería ir a dormir, unas horas más y estaría acabado y echando chispas.
Ella salió disparada cerrando la puerta detrás de ella.
Comencé a recoger los papeles más importantes, después de dormir volvería a trabajar desde casa.
Con maletín en mano, salí hasta la puerta, al lado derecho estaba Tamara en su escritorio tecleando algo.—Vámonos, es hora—. Anuncié mientras caminaba hasta la entrada del elevador.
—Ss-sí— escuché su respuesta insegura detrás de mí.
Cuando llegó a mi lado estaba tratando de sostener un montón de carpetas, su bolso y su chaqueta.
Dejé mi maletín en el piso del elevador y presioné el piso 1, Tamara seguía tratando de que nada se le cayera pero yo le cogí todo y lo sostuve.
No dijo nada pero sentía su mirada sobre mi junto con su mandíbula ligeramente abierta.
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~Todo por ti~ #HW2
Romance||Segunda parte de la bilogía #HermanosWalker|| Un empresario exitoso, lleno de dinero y gente importante, y por supuesto mujeres de sobra a su lado. Tenía todo, menos lo más importante: AMOR. Trataba de evitar los sentimientos por miedo que le hici...