Tamara R.
Cuando Zec me dejó en mi pequeño departamento eran casi las 4 de la mañana así que en cuanto cruce la puerta de mi casa tiré mis zapatillas y me quité el ridículo vestido en alguna parte de mi sofá.
Era ridículo, ni con todo el maquillaje, vestidos caros ni siquiera zapatillas elegantes encajaba de ningún modo en el mundo de Alex.
Me tiré en mi cama y dormí todo el día, hasta que escuché golpes muy fuertes en la puerta. Salí de mi habitación con el pelo alborotado y aún con ropa interior.
—¿Quién es?— pregunté un tanto desorientada
—Zec— respondió del otro lado.
No me moleste en taparme simplemente le abrí la puerta y lo dejé entrar.
—¿Acaso has estado dormida hasta ahora?— preguntó alzando una ceja
—Sí— dije en medio de un bostezo —Ni siquiera ha amanecido Zec— me senté en el sofá y él hizo lo mismo
—¿Qué no ha amanecido? Pero si son las 5 de la tarde han pasado 13 horas— dijo mientras cruzaba sus brazos detrás de su cabeza.
—Ah.
¡Jesús!
—Alex se levantó muy temprano y preguntó por ti.
—¿Ocupaba algo?
—No, solo dijo que no recordaba si te habíamos traído a casa.
—Mmmh, bien por que quiero seguir durmiendo— me acomodé de modo que de algún modo la pierna de Zec fuera mi almohada
—¡Oh no! Quiero salir a conocer la ciudad y quiero que me lleves— me zarandeo fuerte
—Luego...
—No, por que seguramente Alex no te volverá a dar un día libre— replicó
—Sí, tal vez...
—Bien pues vayamos a algún club o algo, muero de aburrimiento— se quejó
—Zec...— arrastré las letras —No estoy de ánimos para más fiesta, la reunión de Alex acabo conmigo.
—Más razón para salir, te prometo que estarás lista a primera hora para trabajar con el idiota de tu jefe.
—Pero...
—Andando— me aventó haciendo que rodara hasta el piso.
Era una suerte que no estuviera tan alto el sofá.
—¡Auuuh!— solté
Zec apretó los labios pero aún así dijo: —Lo siento Tam.
Lo miré desde abajo y le mostré mi dedo medio.
(***)
Después de los primero 30 segundos después de haber cruzado la puerta del club más famoso de la ciudad comencé a pensar que era una mala idea.
No solo por el echo de que el club fuera de Alex y hayamos usado su nombre para entrar sino que todo el lugar era lo más parecido a Las Vegas, el lugar de la perdición. A pesar de que me había prometido no tomar ni una gota de alcohol al estar allí con toda la música y la gente bailando era inevitable que no deseara beber hasta olvidarme de mi nombre.
—¡Este lugar es increíble!— gritó mi amigo en mi oído
Asentí, era maravilloso. Solo había venido un par de veces con Alex por trabajo pero siempre estaba tentada a pedirle que nos quedáramos.
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~Todo por ti~ #HW2
Romance||Segunda parte de la bilogía #HermanosWalker|| Un empresario exitoso, lleno de dinero y gente importante, y por supuesto mujeres de sobra a su lado. Tenía todo, menos lo más importante: AMOR. Trataba de evitar los sentimientos por miedo que le hici...