Tras Kerim recibir la noticia de que los Ghul eran inmortales, el mundo se le vino abajo. Tanto esfuerzo intentando matar a estos y solos los podías herir y dejar inconscientes, y al cabo de un día aproximadamente, estos volverían a la vida como si nada. No había forma de matarlos, era horrible.
Tras varios minutos Kerim recobra la compostura y tanto el como Tina siguen su camino. Luego de caminar por un buen tiempo, estos llegan a lo que parece ser una gran sala con muchas entradas.
"Esta es la entrada a la parte de la mina donde habitan los Ghul, nunca debes entrar por esos pasadizos, jamas. Si entras ahí, estarás sacrificándote, porque todo el que entra nunca sale", dijo Tina mientras se dirigía a volver por el mismo pasillo por le cual habían venido;
Al observar la sala, se podía ver una gran planicie abierta, el techo era muy alto y habían tres pasillos frente al pasadizo por el cual estos habían venido. Al mirar el suelo que separaba a estos, podías ver muchos huesos, cientos de ellos tirados frente a estos pasillos. Los gritos de los Ghul se podían escuchar desde fuera debido al eco que había en la mina. Kerim no lo podía creer, ¿como una criatura podía ser tan malvada y cruel?, ademas de ser tan fuertes y sin mencionar, inmortales. Rabia corría por las venas de Kerim al pensar en todas las victimas de estas criaturas, al pensar en todas las personas inocentes que habían muerto a manos de estas.
Cerrando sus puños con una gran rabia, Kerim solo quería entrar a ese lugar y darle una paliza a todos esos Ghul, pero este sabia que era un caso perdido.
Tina quien ya había caminado de regreso, se voltea y se da cuenta de lo afectado que Kerim se encontraba. Esta, regreso donde Kerim y le puso la mano en la espalda en forma de apoyo.
"Vamos Kerim, no tiene caso, nadie a podido entrar ahí y deshacerse de ellos. No hay como ganarles la guerra, solo se puede tratar de controlarlos para que estos no salgan y lastimen a más personas. No te angusties", dijo Tina mientras miraba la cara de Kerim por encima del rostro de este mientras esta tenia su mano sobre su espalda;
"¿Como saber que mi padre no esta ahí adentro?, ¿como saber si mi padre no es uno de estos huesos tirados en el suelo?, ¿como saber si aun esta vivo?, ya nada es seguro", dijo Kerim mientras lagrimas comenzaban a bajar por sus mejillas;
Inmediatamente, Tina se paro frente a Kerim y le dio un fuerte abrazo;
"Te prometo que encontraremos a tu padre. Lo buscare hasta el final de mis días si es necesario, pero lo encontrare, lo juro", dijo Tina mientras abrazaba muy fuerte a Kerim;
Ambos se abrazaron, Kerim se sentía aliviado, había alguien dispuesto a ayudarlo, había alguien que quería que este fuera feliz y eso Kerim lo admiraba. Tras varios segundos después, Tina se aleja y mira a Kerim dándole una calurosa sonrisa la cual Kerim responde levemente.
"Hay un lugar en el que podemos ir a buscar a tu padre, si un Ghul se lo llevo, probablemente este en ese lugar si no es muy tarde ya. Solo te mostré este lugar por si algún día... nos separamos, por cualquiera que sea la situación y te pierdes, Ya sabed que nunca debes entrar a esos tres pasadizos", dijo Tina mientras ella y Kerim comenzaban a caminar de regreso;
Tras caminar por varios minutos, y pasar por varios pasadizos los cuales Tina parecía conocerse bastante bien, llegaron al lugar que esta había mencionado. Eran unas especies de celdas hechas con la misma piedra de la mina y metal para los barrotes. Era como... una prisión.
"Tenemos que tener mucho cuidado aquí, los Ghul podrían venir en cualquier momento, si es que ya no hay uno aquí", dijo Tina mientras observaba el lugar;
"¿Que es este lugar?, ¿es acaso una prisión?", dijo Kerim mientras miraba a todos lados visualizando lo terrorífico que era ese lugar;
"Los Ghul pueden parecer tontos, pero en realidad no lo son, ellos encarcelan a sus presas aquí en lo que deciden que hacer con ellas", dijo Tina quien ya había revisado toda la sala y no había encontrado rastro de algún Ghul;
"¿Como que en lo que deciden?, ¿ellos no solo se comen a sus presas y ya?", dijo Kerim mientras trataba de mirar dentro de las celdas;
"No, cada persona que los Ghul atrapan, pasan por un tipo de prueba que estos les ponen y depende de esto es que los Ghul deciden si comerlos o no", dijo Tina con el estomago un poco revuelto;
"Así que, ¿si mi padre esta aquí, significa que todavía podríamos salvarlo?, que esperamos vamos a revisar", un brillo inundaba los ojos de Kerim, este había recobrado las esperanzas de encontrar a su padre con vida;
Inmediatamente, Tina y Kerim comenzaron a buscar a Trevord. Celda por celda, estos miraban para ver si lo podían encontrar. Tras unos minutos:
"Encontré algo, creo que hay una persona dentro de esta", grito Tina mientras Kerim corría hacia donde ella;
"Voy a tratar de abrir los barrotes", dijo Tina mientras esta trataba de desenredar la gruesa varilla de hierro que mantenía la puerta de la celda cerrada;
Las celdas eran muy pesadas, el metal con el cual estaban hechas esta, era puro y extremadamente pesado. Los mineros solían utilizar estas celdas para encerrar a aquellos mineros los cuales cometieran algún crimen. Estas tenían un tipo de varilla la cual los Ghul habían improvisado y utilizaban para cerrar estas celdas. Estos eran lo suficientemente fuertes como para manejar el hierro, pero los humanos no, así que esta era la forma perfecta para asegurarse de que los prisioneros no escaparan.
Mientras Tina trataba con todas sus fuerzas el abrir la celda, sin éxito alguno, Kerim se impacientaba.
"Yo lo quiero intentar", dijo Kerim mientras se acercaba a la celda donde Tina seguía intentando abrirla con todas sus fuerzas;
"¿Estas loco?, jamas podrás abrir esto, eres... solo un humano", dijo Tina mientras admiraba su intensión pero dudaba mucho de sus capacidades;
"El que tu seas algún tipo de criatura extraña no te hace más fuerte que yo, así que déjame intentarlo", respondió Kerim mientras hacia a un lado a Tina;
"En realidad si me hace más fuerte, pero, si quieres comprobar tu hombría e intentar que te salga una hernia, pues adelante señor Kerim", dijo Tina mientras se ponía en reverencia haciéndole burlas a este;
Kerim se paro frente a la celda, cerro los ojos y suspiro profundamente. Tras varios segundo de concentración, Kerim abrió sus ojos, tomo la varilla en sus manos y comenzó a tratar de desenredar el hierro con todas sus fuerzas. Tina solo miraba con sus brazos cruzados como Kerim intentaba abrir la celda, era ridículo, jamas podría abrirla.
De repente, Kerim comienza a desenredar la gruesa varilla poco a poco. Tina no podía creerlo, este lo estaba logrando.
"Sigue Kerim ya casi lo logras, sigue", comenzó a gritar Tina mientras saltaba de la emoción;
Tras unos minutos, se escucha el sonido metálico de la varilla cayendo al suelo. Gotas de sudor bajaban por la cara y cuello de Kerim.
"Lo lograste, no lo puedo creer. ¿Como es que eres tan fuerte?, no lo puedo entender", dijo Tina mientras miraba a Kerim quien estaba agachado tratando de recuperar el aliento;
Tras algunos segundos, Tina rápidamente abre la puerta de la celda, Kerim se para y camina junto a esta. La oscuridad de la celda no dejaba ver el fondo de esta muy bien, solo se podía ver una silueta de alguna persona en lo profundo de esta.
"Padre, ¿eres tu?", dijo Kerim sin adentrase mucho a esta;
"Ayúdenme, por favor...", dijo una voz desde le fondo de la celda.
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Girald © DISPONIBLE EN AMAZON
Mystery / ThrillerLas noches son la pesadilla para todos los integrantes del pueblo de Girald. Al caer la noche, las tragedias se abren paso, muertes, desapariciones y asesinatos. Nadie sabe bien, qué o quién es el causante de estas brutales masacres nocturnas, pero...