Los Hofer no sabían que hacer, había una persona afuera en la oscuridad de la noche, pero todos en el pueblo sabían que estaba prohibido salir a plena luz de la luna de sus hogares, ¿quién estaba tan mal de la mente como para estar paseando por las carreteras del pueblo de Girald a estas horas?, ¿acaso seria un turista que no sabia lo que sucedía?, ¿seria la policía?, muchas preguntas con pocas respuestas.
Los Hofer miraban fijamente la vieja puerta de madera desde la sala de estar, todos muy juntos de los otros por si algo malo pasase. Carl, el padre de los niños, se encontraba en frente a la familia adquiriendo una posición protectora.
"¿Quien podrá ser y que será lo que quiere?, dijo Sophia, la madre de los niños, con voz de angustia y desesperación;
"No lo se amada mía, pero creo que es mejor no saber y mantenernos fuera de esto, no voy a arriesgar la vida de mi familia por una persona irresponsable que no sigue las reglas" dijo Carl, con algo de enfado en su voz,
De pronto se comenzaron a escuchar unos fuertes pasos caminando por la carretera a las afueras de la casa de los Hofer, unos pasos lentos y pesados, como si la persona no le temiera a la oscura noche del pueblo, como si supiera que nada malo le habría de pasar. Inmediatamente los Hofer corren hacia el lado opuesto de la puerta para esconderse, los niños miran fijamente y con gran curiosidad la vieja puerta.
"Podría ser un hombre zombie" piensa Scott con gran emoción;
"Podría ser un gigante", piensa Tamira con ilusión.
Con el pasar de los segundos, se podía apreciar como los pasos se alejaban en la distancia, como la persona continuo su viaje caminando por la carretera dejando su vehículo atrás.
A la mañana siguiente, luego de una noche muy angustiosa y llena de preocupaciones en la cual nadie pudo conciliar el sueño luego de tal espectáculo, todos se levantan muy temprano con el sonar del gallo. Parecía una mañana completamente normal, las gallinas cacareaban, los pájaros cantaban y la luz del sol entraba por las ranuras de las maderas que cubrían las ventanas.
Los primeros en levantarse fueron los niños, estos pasaron toda la noche especulando ideas de lo que había sucedido, de quien podría ser y de que si habría sobrevivido a la oscura noche. Estos no aguantaban las ganas de que ya salieran los primeros rayos de sol para así tener una excusa para levantarse de la cama y salir a investigar las afueras de la casa y la carretera. En la cocina, sentado en una silla de madera se encuentra su padre algo desvelado. Con un café en una mano y la otra recostada sobre la mesa, mira fijamente la pared. Su vista perdida en los pensamientos y recuerdos de lo que sucedió anoche lo tenían con la mente en el aire. Preocupado por la seguridad de su familia, Carl pensaba en maneras de aumentar la protección durante las noches:
"Puedo colocar mas madera en la puerta de entrada, o puedo comprar mas cerraduras para las ventanas", pensaba Carl mientras tomaba un sorbo de su taza de café.
Los niños, ya arreglados y listos para salir a descubrir lo sucedido, corren en dirección a la puerta principal cada uno con sus respectivas libretas y apuntes en mano. Inmediatamente su madre los llama:
"A donde creen que van sin desayunar, vengan a la mesa que ya el desayuno esta listo" grita Sophia desde la cocina mientras coloca los platos sobre la mesa.
Los niños se sientan a la mesa y murmuran entre ellos:
"Parece que a nadie le interesa lo que sucedió anoche", le susurra Tamira a su hermano;
"No entiendo como todos están tan tranquilos como si nada hubiese pasado, es que no les da curiosidad ver lo que hay allá afuera", le responde Scott a su hermana en el oído;
"Basta ya de murmullos, todos vamos a comer a la mesa como de costumbre y luego pueden ir afuera a investigar lo que sucedió, pero sin meterse en problemas, ya saben manténganse donde estén las personas del pueblo, no los quiero ver solos merodeando", exclamaba Sophia mientras apuntaba su dedo indice hacia los niños.
Tras un desayuno como de costumbre, Scott y Tamira proceden a paso ligero hacia la puerta principal, cuando estos ya casi abren la puerta, su padre se levanta y dice:
"Esperen, voy con ustedes, quiero ver que sucedió ahí afuera", exclama Carl mientras se levanta de la silla en el comedor.
Cuando la familia Hofer abre la puerta, observan el automóvil en el cual había llegado la persona misteriosa la noche anterior. Un auto viejo y oxidado, con agujeros en la carrocería debido a la corrosión que lo estaba devorando poco a poco, las ventanas se encontraban abiertas y el carro estaba parado justo en el medio de la calle.
Los vecinos cercanos se encontraban alrededor del auto inspeccionándolo y preguntándose de quien seria, nunca habían visto este vehículo antes en el pueblo, definitivamente era una persona nueva o algún viajero. Los Hofer se acercaron al vehículo para tener una mejor vista de este, Scott rápidamente procedió a observar el interior del automóvil pero sin acercarse demasiado, no fuera a ser que saliera un zombie que estuviera dormido de la parte trasera del vehículo.
Mientras Scott observaba los detalles del auto y anotaba todo en su viejo cuaderno, este noto que las llaves del automóvil continuaban dentro de este, rápidamente Scott llama a su hermana Tamira y le muestra las llaves por lo que estos asumen:
"Si la persona dejo sus llaves en el auto, es que no le interesaba mucho que alguien se lo robase", exclamo Tamira,
"Tal vez la persona no le interesaba mas regresar por el vehículo, ya que si lo dejo en medio de la calle y con las lleves aun puestas, no creo que venga por el" dijo Scott.
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Girald © DISPONIBLE EN AMAZON
Mystery / ThrillerLas noches son la pesadilla para todos los integrantes del pueblo de Girald. Al caer la noche, las tragedias se abren paso, muertes, desapariciones y asesinatos. Nadie sabe bien, qué o quién es el causante de estas brutales masacres nocturnas, pero...