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Junghwan.Pov.

Últimamente todo ha estado muy raro.

Bien, la muerte de mi Madre fue un evento bastante imprevisto en mi vida, que no creo poder superar nunca. Me cuesta levantarme por las mañanas, me cuesta dormir por la noche, me cuesta concentrarme en clases.

Agradezco al universo por encontrar la mínima distracción muchas veces, y las mejores siempre son junto a mis amigos, todos.

Pero las últimas semanas han sido un verdeo revuelo. Aunque no estoy muy adentro del tema, porque ellos mismo me apartan con la intención de protegerme, claro que me doy cuenta de muchas cosas.

Y de otras.

Un tanto confusas.

Nunca me plantee mis sentimientos, no  cuando mi cabeza gira en torno a otras cosas. Pero supongo, a mi edad es normal experimentar cambios, también  esta nueva intensidad de mis sentimiento.

Mis estúpidas hormonas.

Y creo que los genere hacía la persona equivocada.

En general, no me afecta tanto. Pero los nervios que siento al verle se igualan a la necesidad que tengo de estar siempre junto a él.

Y para algunos pesares, es un chico.

Aunque aún tengo muy claro mi atracción hasta las chicas, por ahora, No entiendo por qué cerrarse a las posibilidades.

Entonces, replanteando mis sentimientos por este niño, me doy cuenta que no tengo oportunidad cuando conozco a mi contrincante, y sucede que ese mismo chico que goza de la compañía de la persona que me gusta.

Es también mi amigo.

La situación se torna entonces más peligrosa pues o solo estoy arriesgándome a perder una amistad.

Trato de volver a concentrarme en la tarea. Hoy fue un día largo, estar en un estante, repartiendo dulces y explicando reglas no es mi actividad favorita, pero todo el esfuerzo valió la pena, nuestra nota fue la más alta de todo el curso.

Sonrío un poco, pero vuelvo a preocuparme.

De lejos vi la escena.

Jihoon y Asahi discutiendo una vez más regresan a mi torpe memoria. Ruedo los ojos con disgusto. Las peleas me parecen patéticas, y tengo el derecho  percibirlas así porque nadie quiere darme razones.

Pienso en él de nuevo, y también en la forma como todo esto le está afectando. Quiero abrazarlo, quiero que confíe en mi.

Me planteo entonces si lo que siento es tal vez admiración, o hasta envidia, pero imaginarme dando mi primer beso hace que sienta punzadas extrañas en mi abdomen y un poco más arriba.

Me atrae, tal vez mucho, tal vez desde la primera vez que lo vi.

Hago rayones en el la libreta sin querer, la cierro con desgana y tomo un poco de refresco.

Trato de distraerme con otra cosa. La consola no ayuda mucho, dar vueltas por la habitación tampoco. Salir al jardín me despeja meramente, pero hay una flor entre tantas que me mencionó alguna vez eran sus favoritas, pero que les había tomado fastidio porque también eran las de su hermana.

Vuelvo a la consola de nuevo, pero recuerdo que discutimos en ocasiones porque  mi desempeño en los juegos son mediocres, y a él no posee mucha paciencia, pero luego compensa su enojo con alguna menta o hasta donas.

Porque es bastante atento, y sensible, en ocasiones ruidosos, pero ese detalle solo me hace aún más feliz.

Experimento celos por primera vez. Celos de no poder ser lo que espera. Que tal vez le gustan las personas ágiles.

Candy traffic [TREASURE] Where stories live. Discover now