Junkyu.Pov
Aunque Doyoung no se veía muy confiado en su propia decisión, no se abstuvo de escuchar todo lo que yo tenía por decir. Fue paciente, mantuvo su distancia, y además fue capaz de darme la mano después de perdirle unas diez veces más que por favor me perdonase, aún después de todo.
Lo acompañé a casa después de clases. En palabras más claras su tía pasó a buscarle, y yo me ofrecí a hacerle compañía lo que restaba de la tarde. Seguía siendo inoportuno, pero a Doyoung pareció encantarle la idea.
No llegamos directamente a su casa. Antes llegamos a un hogar diferente, muy cerca al mío. Cuando entré habían al rededor de cinco adolescentes, y un niño de aproximadamente seis años. Todos comiendo lo que suponía era el almuerzo, cada uno por su lado, pero manteniendo una conversación entretenida.
Todos al ver a Doyoung sonrieron de manera eufórica, gesto que también me regalaron con cariño. Tuve vergüenza por unos cuantos segundos, pero no tardé en integrarme gracias a la calidez de la familia.
Después de saludarlos y charlar un poco, Doyoung me condujo hacía cualquier habitación, decorada muy al estilo de su dueño. Con atrevimiento me senté en el camarote ubicado en una esquina del lugar. Observé las fotografías que adornaban el escritorio.-Tienes bastantes primos- Dije al analizar cada imagen.
-El alma de su madre es tan preciosa, aspiro a ser como ella, también quiero ayudar a cualquiera que lo necesite, pero necesito ser ambicioso para poder hacerlo.
Comprendí un poco de lo que dijo. Podía ver la admiración palpable en sus ojos. Doyoung sonrió, al parecer también había percibido la misma emoción en los míos.
-¿Crees que Mashiho me perdone?
La sonrisa en sus rosados labios desapareció en cuestión de segundos.
-No lo sé, creo que al igual que pedir disculpas, perdonar requiere de valor. Mashiho se encuentra a la defensiva, con todos, no lo sé...
Saqué entonces una rápida conclusión de sus palabras. Rendirse no era de cobardes. Si me arriesgo a perderlo, si lo que necesita es no necesitarme más en su vida, y aquello le haría bien, entonces lo tomaría antes que cualquier otra opción.
-Si algún día se encuentra listo para escucharme, estaré dispuesto a contarle cada detalle.
Claro que toda la situación me abrumaba. Pero si seguía enfocándome solo en mi dolor, nada terminaría como en realidad quería.
Mientras Doyoung hablaba me mostraba un par de cosas en su portátil, yo mientras también pensaba en Jihoon. Quería que estuviese junto a mi, empezaba a generar una clara dependencia a su compañía, porque sabía la forma en que me necesitaba en estos momentos, más después del último inconveniente. Lo vi llegar al aula más decaído de lo normal. No hizo algún comentario, me pidió con su rasgados ojos que yo tampoco los hiciera.
Y sentí la mirada de los demás, sobre todo la de Yoshi. Tal vez era penal mucha decepción, no había furia en él tal como en los demás.Me fui de la escuela confiando en su palabra, en que estaría bien, que debía resolver mis asuntos.
Pero era difícil no pensar en él, cuando había logrado llegar a este extraño punto de mi vida con su ayuda. Cuando gane valor gracias a sus palabras.-Doyoung, te buscan en la entrada- El más pequeño de todos los hermanos irrumpió la charla unilateral.- Creo que se llama...Haruto.
-¿Haruto? No me aviso que vendría.
-Está junto a otro niño gigante.
La reacción de mi cuerpo no fue diferente a lo que esperaba, me tensé de pies a cabeza. Aún no estaba listo para entablar una conversación, o disculpa con los demás. Solo era miedo, no la necesidad de huir por siempre de ellas. Pero si tenía que encarar mis errores otra vez, en el mismo día, lo haría.
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Candy traffic [TREASURE]
FanfictionOtro cliché de escuela. *Mención de parejas [hm/ht] *Lenguaje inadecuado. *Capítulos mediante largos. *Temas sensibles.