Capítulo 38

35 6 0
                                    

Diciembre 14, 2016

LUIS ÁNGEL POV:

Crucé los brazos como lo había dicho Norma, cerré los ojos con fuerza y luché por despejar mi mente, luché por tratar de ponerla en blanco después de todo lo que había sucedido hace apenas unos minutos atrás con Mateo. Recité el conjuro.

—Spiritus meus in inferis viveret travels hodie. Quod si non revertetur: et animam perdidit in favilla ad inferos. Descensum —esperaría unos segundos más para abrir los ojos, pero una asquerosa mosca, que se había posado en mi nariz, me obligó a abrirlos antes de tiempo. Observaba con claridad el techo de la habitación, no sabía si eso debía pasar o no.

—Aún sigues aquí, niño maravilla —espetó Norma.

—Lo siento, volveré a hacerlo —cerré los ojos y volví a decir el conjuro— Spiritus meus in inferis viveret travels hodie. Quod si non revertetur: et animam perdidit in favilla ad inferos. Descensum —abrí los ojos y vi de nuevo el techo— No pasó nada ¿Por qué? —reclamé incorporándome del suelo. Mis amigas estaban dormidas, por lo visto ellas sí lo habían logrado.

—No estás poniendo de tu parte. Para que funcione debes poner la mente en blanco.

—Eso intento —bufé.

—Pues no lo haces lo suficiente ¿Qué está pasando contigo? —suspiré resignado.

—Terminé con Mateo —confesé aun visiblemente consternado.

—¡Oh, vaya! Con que eso es.

—Sí, eso es —volteé los ojos— ¿Y esa es la razón por la que viniste a hacer la prueba? ¿Para huir de tus problemas?

—Yo no... —Norma se cruzó de brazos y me miró fijamente a los ojos con cara de no mientas.

—La mejor forma de resolver cualquier tipo de conflicto, ya sea del corazón o de otra cosa, es enfrentándolo, buscando soluciones.

—Pero yo...

—No tienes que hacer este tipo de cosas solo para demostrar quién aún tiene el control de la situación, querido. No tienes porqué demostrarle nada a nadie. No lo vale.

La miré reflexionando sus palabras, era cierto lo que decía, que hago esto para huir de mi fallida relación con Mateo, que hago esto para ocultarme ¿Pero realmente lo vale? La respuesta era que no, no lo vale. Pero por otro lado sí, debía realizar esta prueba para ser más fuerte y así vencer a los malditos cazadores. Así que, Luis Ángel, debes concentrarte en el objetivo y poner tu mente en blanco.

Llené mis pulmones con aire y continué.

—Estoy listo —sentencié con determinación.

—¡Perfecto! Ahora toma tu posición y recita de nuevo el conjuro.

—Spiritus meus in inferis viveret travels hodie. Quod si non revertetur: et animam perdidit in favilla ad inferos. Descensum —sentí una fuerte corriente de energía desprenderse de mi cuerpo. Fue tan potente que del susto abrí los ojos.

¡Wuau! El hecho de poder verme a mí mismo en el suelo no me sorprendió tanto como ver mi cuerpo entero despendiendo rayos por doquier.

¡Mierda! Uno de ellos le había dado a Norma, quien ahora se retorcía de dolor.

No pude hacer nada, de inmediato mi alma descendió al infierno a la velocidad de la luz. Conforme caía, dejaba de sentir cosquillas en el estómago. De hecho, ya no podía sentir nada. Había perdido todo atributo de mi personalidad, sentía un horrible vacío en mí y eso era lo más gracioso, porque no podía sentir que no lo sentía. Ya había experimentado esto en algún momento de mi vida, estaba seguro de ello.

Las 7 Maravillas: El ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora