Capítulo 27

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Septiembre 09, 2016

LUIS ANGEL POV:

Recuperé poco a poco la conciencia, pero aún me sentía débil, con los ojos muy cansados, sin ganas de querer abrirlos o mover el cuerpo.

—Está despertando.

—Silencio, no hagan ruido.

Escuchaba varias voces a mi alrededor.

Con mucho pesar abrí lentamente un ojo, pero como veía todo borroso tuve que abrir el otro también. Me percaté de que me hallaba recostado en una camilla.

—¿Cómo te encuentras? — Fernanda lucía muy preocupada.

—Estoy un poco mareado — admití mientras me incorporaba de la camilla, pero fue una pésima idea, pues de inmediato volví a recaer.

—Con calma, no te levantes aún — sugirió Mateo.

Me acomodé mejor y traté de relajarme. En la habitación se encontraban Fernanda, Danna, Pamela, Daniela y Mateo.

—¿Qué me pasó? — pregunté muy desorientado.

—Hmm, bueno, luego de que Mateo ganara la última competencia, te desplomaste en el suelo tal cual un saco de papas. No reaccionabas, así que te trajimos a la enfermería — explicó Danna.

—Nos diste un gran susto, amigo — confesó Pamela un poco más aliviada al verme despierto.

—Lo siento mucho, me sentía muy mareado, no sé porqué. Por cierto ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

—Tres horas — contestó Mateo — De hecho, justo ahora están sirviendo la cena.

—¡Uy, la cena! — exclamó Pamela sobándose la barriga.

—¡Tu amigo está en la enfermería y en lo único que piensas es en comer! — espetó Fernanda molesta con Pamela.

—En mi defensa, desde la competencia no pruebo bocado, déjame en paz.

Verlas discutir me parecía muy divertido, tanto así que ya me estaba sintiendo mejor.

—¡Wou, wou, wou! No te levantes aún — ordenó Fernanda al ver mis intenciones.

—Ya me siento mejor, el mareo ya se me pasó.

—¿Estás seguro? — asentí — Está bien, pero si te sientes mal, avísanos.

—Tranquila, mamá. Estaré bien.

Mateo se acercó a mí, me extendió su mano, la cual no dudé en aceptar y me ayudó a ponerme de pie. Daniela nos lanzó una mirada cómplice al ver la escena.

—Bueno, nosotras nos vamos adelantado. Chicas, por aquí — Daniela sacó a todas del lugar a la fuerza.

—¿Estás seguro de que te encuentras bien?

—Sí ¡¿Cuántas veces debo repetirlo?!

—Compréndeme, nos asustaste a todos. Estábamos celebrando la victoria cuando de pronto yacías en el suelo con Danna y Fernanda al lado preocupadas. Los profesores se acercaron a socorrerte y la enfermera del lugar llegó a los pocos segundos.

—Me robé la atención de todos.

—Sí que lo hiciste — rio divertido.

—Lamento haberme robado el show.

—¡Na! No te preocupes, tú merecías la atención de todos — dijo enarcando una ceja, como si supiera de lo que habla.

—No sé que tratas de decir.

Las 7 Maravillas: El ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora