Capítulo 6

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Mayo 20, 2016

LUIS ANGEL POV:

Al día siguiente, me levanté sin ánimos y con mucha pereza. A pesar de la reciente incorporación de Danna, no podía olvidar la forma en cómo había sido asesinada aquella mujer.

Aún me resultaba complejo adaptarme a mi nueva vida, pues hace no menos de dos días descubrí quién soy en realidad y que existe un grupo de sujetos que no solo no toleran nuestras diferencias, sino que además nos matan por aquello.

Decidí dejar el tema de los cazadores atrás y poner mi atención en la búsqueda de más brujas y magos para agrandar el grupo.

Mi madre entró a mi cuarto como cada mañana para despedirse. Sin embargo, notó mi evidente estado de ánimo.

—Luis Angel ¿Te sucede algo, cariño? — se oía muy preocupada. Tomó asiento a mi lado — Te noto raro ¿Hay algo que te tenga preocupado?

—No, mamá. No es nada. Es solo que no me gusta ver cómo las personas matan a otras por no tolerar quienes son — confesé sincero.

—De seguro te refieres a la mujer que fue asesinada ayer en el barrio chino por ser lesbiana.

¡Wuau! Así que ya había salido en las noticias el asesinato de ayer. Parece que supusieron que el motivo del crimen fue por su orientación sexual.

Pensé por unos segundos en mi siguiente respuesta, pero tardé en decir algo y mi mamá se dio cuenta.

—Si es eso lo que te preocupa, debes saber, cariño, que nuestra sociedad es cruel y aún no está preparada para eso — mis padres sabían perfectamente mi orientación sexual. Mi madre a veces suele pensar que me pongo triste porque, según ella, yo pienso que nunca encontraré un amor correspondido. Pero se equivoca, yo no pienso eso. Sé que en algún momento él llegará. Ella se acercó a mí y me abrazó con mucho afecto — Solo te pido que seas valiente, entiendes — asentí. Claro que entendía — Te quiero mucho, mi amor, nunca lo olvides — terminó el momento cariñoso con un beso en mi frente que, a pesar de ser breve, estaba cargado de mucho amor.

Luego del beso y del abrazo, salió de mi cuarto rumbo al carro donde la esperaba mi papá para irse al trabajo.

—Te amo mucho, mami — dije para mí mismo. Mi mamá es sin duda la mujer más comprensiva y amorosa de este mundo.

Luego de la plática, me alisté para ir a la escuela. Mis hermanos ya se habían ido a las suyas. Tomé un ligero desayuno, cepillé mis dientes y luego me dirigí a la puerta para salir. En cuanto la abrí, Danna y Fernanda aparecieron en frente de mí con unas sonrisas en sus caras, cosa que me sobresaltó.

—No las esperaba aquí, chicas — dije recuperándome del sobresalto.

—Nosotras tampoco — dijeron ambas.

—Creo que debemos poner ciertos límites al momento de aparecer por sorpresa ¿No lo creen? — ambas soltaron una risa.

—Como digas ¿Nos vamos? — preguntó Fernanda acercándose a mí. Yo asentí. La sujeté del brazo y luego desaparecimos de la puerta de mi casa para aparecer dentro de la la torre del reloj.

Ya no sentía mareos ni dolores de cabeza por hacer esto. Fernanda estaba en lo cierto, los efectos desaparecen conforme haces más viajes.

—Hoy parece que no será un buen día — mencionó Danna mientras señalaba el cielo nublado.

—No porque el cielo esté nublado significa que nuestro día será feo. Todo depende de las ganas y el entusiasmo que le pongamos a las cosas que hacemos — expresó Fernanda sonriendo con confianza.

Las 7 Maravillas: El ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora