Besaba al chico con fuerza mientras lo acorralaba contra la pared de aquel callejón oscuro. Tomó la jeringa que tenía oculta en el bolsillo de su chaqueta y rápidamente se la insertó en el brazo a su compañero.
Se alejó mirándolo con una sonrisa cínica y le mostró la jeringa ya vacía.
—¿Tu papá creyó que me iba a olvidar de las cien mil libras que me debe? - dijo sin borrar la sonrisa de su rostro -Espero que no se le olvide que estaba haciendo tratos con el hombre que puede asustar a Satanás cuando vea a su hijo muerto en un río y que, la próxima vez, cumpla con su palabra.
Vio como el chico pelirrojo se desplomó en el suelo con un rostro aterrorizado. Louis bufó y chasqueó los dedos para que posteriormente sus guardaespaldas pudiesen subir el cuerpo del chico a la camioneta blindada que lo estaba esperando.
Louis Tomlinson era todo, menos una buena persona. Mafioso, sicario, traficante, todo lo que pudiera clasificarse como prohibido o como motivo para irse a prisión.
Su forma de matar a sus estorbos era simple, seducía a las víctimas y les inyectaba una sobredosis de químicos que para el eran desconocidos, los cuales no se detectaba en las autopsias y arrojaban resultados de un paro cardiaco.
Esta noche, el chico, Oliver Hann, era hijo de un empresario que le pidió un préstamo, el cual debió de devolver hace un mes y jamás se apareció. Así que Louis prefirió enseñarle que, con él, nadie juega.
Levantó la camisa del chico, con los guantes que tenía colocados, para no dejar huellas dactilares y, con una pequeña navaja, dibujo el símbolo de su mafia contra su piel.
Una carita feliz con unas cruces en los ojos, para que supieran que la muerte de su hijo, era cortesía de él.
Louis no era un chico sin estudios, claro que iba a la universidad. Estudiaba psicología en una de las mejores universidades del país. Le resultaba muy gracioso, estudiar para ayudar a la gente a no quitarse la vida cuando él le quitaba la vida a la gente sin preguntarle.
Era viernes en la noche y estaba demasiado estresado con todo lo que había pasado en la universidad. Claro que, el no hacía las tareas, tenía personal que se las hacía. Era tan afortunado que con sólo mirar las hojas de sus apuntes y de sus libros, podía sacar una calificación excelente en sus exámenes.
Nadie podría imaginar lo que él hacía cuando nadie lo veía, y nadie podía sospechar que él era el responsable de las muertes de los familiares de tantos políticos.
Claro que, no eran políticos cualquiera, sino que, eran políticos corruptos que hacían negocios con él y luego no le querían devolver el favor. Tenía el dinero suficiente para mantener a 10 generaciones, pero era su dinero, y no le gustaba regalarlo.
¿Cómo es que Louis pasó de ser una persona ordinaria a ser el delincuente más buscado de toda la historia? Eso nadie lo sabía, solamente de un día para otro, todos hablaban del criminal "Smiley x" por la marca que dejaba en todos lados, ya que nadie en dos años había podido identificarlo y los que hacían negocios con él, lo hacían por teléfono, con la voz de Louis distorsionada o con alguno de sus tantos empleados para no tener que salir a la luz.
Louis era demasiado poderoso siendo tan joven, y todo el mundo lo sabía, todos tenían miedo de algún día encontrarse en una situación tan peligrosa con Louis Tomlinson o, como todos lo conocían, Smiley X.
—Bájenlo aquí, estamos cerca de su casa y no tardarán en encontrarlo- ordenó a los hombres que lo acompañaban.
Dejaron el cuerpo en un terreno a un par de cuadras de la casa del chico y enseguida se fueron.
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Cartels And Pleasure (l.s.)-AU
FanfictionLouis Tomlinson, a sus 20 años, tiene en sus manos el control de una de las mafias más poderosas del país. Ama jugar a ser Dios, matando a quien no le aporte ningún beneficio. Es cuando conoce al hijo jefe de la mafia contraria, Harry Styles, que qu...