Con mi mano hecha un puño en mi mejilla y mi codo en la mesa de color café en una cafeteria y enfrente de mi un batido de fresa con mango, miro por la venta.
Esperaba a Timmy, según él era importante, según yo no tanto, llevo mi mano por inercia a mi nariz y toco el septum, lo hacia cuando me encontraba realmente nerviosa, aunque no se por que lo hago si no es nada importante, y veo una cabellera de color castaño y ondulado a un paso acelerado. Le sigo con la mirada hasta donde me permite mi vista y entra él mirando a todos lados y nuestras miradas chocan.
Levanto la mano y se acerca a paso apresurado. Ya parado delante de mi, sus manos se van al respaldo de la silla y la retira, para luego sentarse, agarro el vaso y le doy un sorbo a mi batido por la pajita, mientras le miro con una sonrisa pequeña casi imperceptible y una mirada graciosa.
- ¿Todo bien Timo? - le pregunto ya una vez el sentado y dejado su mochila de cuero negra a un lado suya. Él asiente y me mira sin decir nada. - ¿ ha pasado algo? Has visto un fantasma... - digo levantando unas de mis manos y mis dedos se enrollan en un mechon de color violeta oscuro de mi cabello.
- No, no, no. - Dice y se ríe nervioso. - yo... es que... quiero pedirte consejo. - levanto una ceja y mi dedo enrollado suelta el mechón dejándolo levemente ondulado y acapara toda mi atención. Y me hecho hacia adelante, colocando mis brazos delante de mi y me echo hacia adelante expectante a lo que tenia que preguntar. - Es... me gusta una chica... y... es totalmente lo contrario a lo que habia conocido antes. - asiento para que continuara. - se llama Michelle.
- ¿ Francesa? - pregunto y el asiente. - cuentame de ella. - Digo con una pequeña sonrisa. Y para que le dije que me contase de ella. Me empezó a contar desde que se conocieron, que fue cuando este verano estuvo en Francia, por alli en Paris, hasta que talla de zapato usa. - Vale. Mucha información. - Digo levantando mis manos. - vale, se nota que es una maravilla. ¿ y que quieres que te diga? Si ya sabes cómo es... - Digo moviendo mi mano para restarle importancia y él se rie nervioso.
- Es que no se, no se si le gusto. - dijo y empezó a jugar con sus dedos nervioso.
- Dile de quedar en plan de amigos. - Digo y le doy un sorbo al batido, para restarle importancia.
- Ya lo he hecho... - Se sonroja. - pero... ¿vendrías tú? En plan apoyo moral, tambien va una amiga suya. - yo parpadeo lentamente y le miro directamente a sus ojos verdes con motitas azules.
- ¿ Espera qué? ¿ Y cuando es que tenemos esa maravillosa cita? - Digo con una sonrisa sarcástica y él me mira con cierta diversión en sus ojos.
- A las nueve. - miro mi móvil para ver la hora y solo quedaban 3 horas. Levanto la vista. - no voy a ir así.
- Pero asi vas muy bien. - dice con una sonrisa de lado.
- No voy a hacer caso al supuesto mejor hombre vestido del mundo. A veces combinas fatal. - Él se lleva la mano haciéndose el ofendido. - me voy a casa, manda ubicación. - Digo levantándome y dejo el dinero encima de la mesa. Y cojo el batido de encima de la mesa y le doy un par de sorbos para terminar.
Ya arreglada, mi cabello en suaves ondas hecha por las tenacillas, un maquillaje decente, y un traje de chaqueta de color rojo, decido salir de casa y llamar un uber.
Salgo de casa y me monto en el uber y en unos 20 minutos llego al restaurante.
Ya dentro, y el metre se acerca a mi, y le digo el nombre de mi amigo.
Me lleva donde la mesa y ahi se encuentran ellos 2... .
- Hola... lo siento por la tardanza.
- No que va, acabamos de llegar. - me dice... la chica esta que no recuerdo su nombre, con tono amable y una mirada de complicidad que no entendia.