One shot 26: cafeteria

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Hola, se que me he desaparecido por mucho tiempo pero aquí os traigo un mini especial de one-shots.

Tengo una noticia, a parte de tener libre el verano, a partir de noviembre/ diciembre estaré libre, así que tendré mas tiempo para escribir y publicar.

Así que...

Presiento que solo me disculpo con ustedes, y dándoos las gracias pero de verdad, perdonadme y espero que estéis bien.

Os mando todas las good vibes posibles ✨✨✨✨

✨✨✨

Estoy en mi habitación retocando mi maquillaje, estoy realmente nerviosa, he quedado con Timothée, mi amigo, ya que hacía meses que no quedábamos, por su parte por el trabajo, y por el mío los estudios, la universidad me estaba matando; y la búsqueda de trabajo tampoco me dejaba mucho tiempo libre, pero mirando el lado positivo hacia deporte, ya que prácticamente iba a todos los lados a pie, a no ser que un día estuviese realmente agotada, en ese caso voy en el metro, pero como no es el caso, eso hacia que me mantuviese en forma. -ya sea físicamente cómo mentalmente-.

Me aplico el fijador, espero un minuto para que se seque, no es que sea una entendida del maquillaje, pero ya que estoy, intento hacerlo lo mejor posible, seguro que lo ve una maquilladora profesional y le dan cinco infartos seguidos; pero no vamos a hablar de mis magníficos dotes de maquilladora, no por nada me he hecho el eyeliner unas diez veces, seis en el ojo derecho y otras tres en el izquierdo.

El sonido de una campanita me saca de mis pensamientos y en como de imperfecto es el eyeliner, aunque sea unos milímetros, soy demasiado perfeccionista, o eso dicen mi familia.

El mensaje decía lo siguiente.
« estass ahii???? » alzo una ceja al ver las faltas de ortografía, pero decido ignorarlo, con una sonrisa le respondo que no, que sigo en casa, miro la hora y -mierda- había pasado mas de diez minutos. -me va a matar- pensé, ya que él, la mayoría de veces es super puntual; tanto que llegaba media hora antes incluso.

Con todo el nerviosismo del mundo lanzo la brocha impregnada de polvo encima de la cama al igual que el montón de ropa que estaba en la silla y en el suelo, ya lo recogeré, o no. - a la mierda el eyeliner- pensé mientras salía de la habitación para ir recogiendo mi bolso y abrigo.

Salgo de casa con el abrigo en mano, colocándome los cascos y el bolso a mitad del hombro, le escribo un breve « ya voy, no me mates», no pasa ni medio segundo y me responde; decido ignorarlo, con el corazón latiendo a mil, con la respiración irregular, sonando en mis oidos Cardi B, la adrenalina de ir casi corriendo, las ganas que tenia de verlo y contarnos las novedades que tenia en ese momento, llego en veinte minutos.

Estoy en la entrada y hago una respiración profunda, me quito los cascos suavemente de los oidos, escuchando con lejanía a Lizzo, alzo la mirada al cartel, "The Blue Birds", el recuerdo a mi mente aparece, aquí fue donde lo conocí junto a los demás de la clase, pero Timothée o Timmy siempre será mi compi especial; esbozo una pequeña sonrisa, las yemas de mis dedos sujetan el frío picaporte, en eso que se abre la puerta, Timmy me recibe con una amplia sonrisa, haciéndole ver super adorable marcando sus hoyuelos y algunos lunares de su cara haciendo así su acentuación en su pálido rostro.

- Siempre tan puntual. - Dice con un claro tono sarcástico en su voz.

- Y tú siempre tan simpático. - Le devuelvo con una amplia sonrisa inocente.

- Siempre. - Dice y me ofrece su brazo, me engancho a él y nos vamos a una zona más apartada en unos sofás realmente cómodos.
Hecho un rápido vistazo a todo el bar, las paredes de madera, una amplia barra con sus taburetes azules, una escalera de caracol justo al lado daba a la parte superior y continuación del bar.

Timothée Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora