Veo desde mi puesto en la barra del bar, con ambas manos encima de esta repiqueteando armoniosamente en la madera, expectante ante cualquier posible cliente.
La pista estaba a rebosar un 1 de enero, año nuevo. Me tocaba trabajar pero tampoco me molestaba ya que mi familia es muy fastidiosa.
- Hoolaa. - Dice una chica rubia con una trenza de raiz que le surcaba toda la cabeza en tirabuzón descansando encima de su hombro. - Feliz Navidad y año nuevo guapa. - Decia arrastrando las palabras, notoriamente borracha.
- ¿Estas bien? - le pregunto un tanto preocupada y ella asiente.
- Maddie, por fin te encuentro, ¿ Donde coño estabas? - Dice un chico alto pero no mucho mas que yo, delgado con una notoria mata de pelo ondulada.
- Hooola Timmys... - Dice apoyándose en él. - Soy yo la que te estaba buscando. Por cierto ¡ Feliz año! Mi pollito y rayito de sol estrellado. - Dice abriendo los brazos para acabar colgada de él.
- Feliz año a ti también. ¿ ibas a pedir algo? - pregunta y ella niega y asiente, me mira y yo me encojo de hombros.
- Si, me iba a pedir una botella de agua. - Digo con una gran sonrisa y él me mira alzando una ceja dudosamente. Pero saca su tarjeta y saco el datáfono, paga y le pregunto que si quiere copia y él dice que si con una gran sonrisa, obviamente por producto del alcohol. Le doy la copia y en segundos se van por donde han venido. Les sigo con la mirada y veo que sube a la parte de arriba del reservado. -vaya entonces tienen pasta estos dos- es lo primero que pienso, ya que esta discoteca es reconocida pero tampoco mucho.
- Disculpa... - dice un chico y rápidamente vuelvo a concentrarme. Le sirvo la copa y mas clientes vienen aunque ya mismo cerramos, van a dar las 5 de la mañana, somos una de las discotecas que cerramos más tarde de todo Nueva York.
Por lo tanto empiezan a cambiar la música a una más tecno, y veo ya un par de mandíbulas moviéndose de lado a lado. Simplemente alzo las cejas y empiezo a recoger.
- Disculpa... - Me giro y veo al mismo chico con el pelo alborotado. - Creo que mi amiga se dejó algo aquí, dice y me quedo pensativa.
- No se, busca en objetos perdidos, pero no he visto nada. Al fondo a mano izquierda. - Digo indicándole con la mano donde tenía que ir, para luego seguir recogiendo copas y metiéndolo en el lavavajillas. Después de media hora el mismo chico aparece.
- Oh, muchas gracias, si estaba allí, luego de buscar por media hora, estaba muy escondido. - Dice todo eso apoyado en la barra arrascándose la nuca.
- No hay de qué. ¿ Tú amiga está mejor? - le pregunto con un vaso en la mano pasándole un trapo por los bordes.
- Pues... la verdad es que si, se que ella te iba a pedir otra copa, menos mal que le ofreciste esa botella de agua- se sienta apoyando los codos. - Es que su novio la dejó justo al dar las campanadas, en vez de darse un buen beso le ha dejado; será estúpido ese...
- ¿Hijo de una hiena? -Le respondo para completar la frase.
- Si... - Me mira un poco perplejo. - Lo siento, seguro te estoy molestando.
- Un poco, solo sepárate de la barra.- alzo la bayeta para enseñársela y la paso por encima de la barra para dejar ya la barra limpia. - Tú has sido lo más interesante de esta noche. - Digo sin mirarlo mientras suelto la bayeta, me pongo a coger la escoba para ponerme a limpiar el suelo y barrer todo lo que hay dentro de la barra. Barry mi compañero me ayuda a limpiar las estanterías y demás zonas usadas detrás mía en la barra, en pocos minutos terminamos de limpiar nuestra zona, que es la primera, ya que la discoteca se distribuía en varias zonas, A,B,C zona principal y luego la segunda planta D y E.