Supe al instante que todo se iría a la mierda en cuanto la vi. Ese sentimiento que me llevaba a olvidar al mundo exterior cuando respiraba su mismo aire, cuando mis ojos la enfocaban.
La helada sangre en mis venas se calienta al verla lucir tan familiar en un ambiente repleto de ratas chupasangre. Parece estar totalmente en su ambiente y más cómoda de lo que nunca le vi.
—Parece que te has comido un cadáver podrido, te hablo desde la experiencia, no es lindo —la condesa vuelve a llamar mi atención cuando golpea mi hombro con una larguísima uña puntiaguda pintada de negro—¿Es ella la marcada que ha causado tanto revuelo en el mundo inmortal?
—No tenía consciencia de que una humana fuese tan relevante —Ralph masculla antes de escupir y levantarse con fastidio.
Vlad y Hera, la séptima y última miembro del trono y de origen hispano, se dirigen al príncipe y estrechan manos con este y su sonriente compañera.
—No me gusta cuando soy ignorada.
Hago todo un esfuerzo en apartar la vista de quienes son el centro de atención de todos y fuerzo una sonrisa hacía la condesa del terror.
—Escuché que ya no se le teme a tu nombre, que la gente duda de tus leyendas.
Su risa musical desentona de la salvaje mirada de sus grisáseos ojos.
—Ya no me puedo dar ciertos lujos, pero de vez en cuando me gusta recordar el pasado.
Un nuevo anuncio interrumpe lo que estoy por decir, la música clásica resuena y de pronto el espacio se llena de parejas danzantes. La luz cambia y el rojo se reemplaza por el azul que hace que mi traje resalte por encima de otros debido a su diseño metalizado.
El anfitrión barre la pista con una elegancia forzada ya que su pareja es torpe al moverse. Fuera de parecer incómodos por esto, ambos parecen disfrutar de la situación y se sonríen con complicidad.
—Dios del inframundo ¡Para un poco! Eres tan obvio, estás dándole precisamente lo que quiere —Erzsébet me regaña—. Extiende tu mano joven bicentenario, no pienso rebajarme a invitarte también.
No me lo tomo como insulto porque evidentemente ella está por encima de mi, obedezco y dejo de prestar atención al zumbido constante en mis oídos para pasear por la pista al ritmo de la música con mucha destreza. La gracia de mi compañera es nata, más que que bailar se siente como flotar con ritmo.
<<Será mejor que le quites los ojos de encima, el malcriado de la reina comienza a irritarse y ella no está pensando especialmente en ti. Me atrevería a decir que no piensa en absoluto>>
Desvió la mirada a mi clan, los cuales parecen disgustados de ser obligados a bailar, en especial Elya, porque Ralph se ha apoderado de ella y la guía por la pista invadiendo su espacio personal. Debo poner toda mi concentración en contestar a la pelirroja frente a mí sin darle demasiado acceso a mi mente, en cualquier otro momento eso sería sencillo pero justo ahora ver más allá de Anabelle me es imposible.
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Cold Blood✅ [Libro 2]
VampireSe eligió un camino. Buscando salvar inocentes... Sin embargo...¿Se ha dicho toda la verdad?