Es difícil borrar el rastro de sangre de Agatha, también doloroso ver su cuerpo sin vida en la bañera. Ella menos que nadie merecía este final y eso solo me hace ver cuán destructivo se vuelve este mundo una vez que estas dentro de él. La muerte era la única salida para Agatha, si se mantenía con vida viviría para siempre siendo una prisionera de las adictivas mordidas de los vampiros. Unas escurridizas lágrimas se me escapan mientras cierro sus bonitos ojos. Ya no más miradas perdidas, ni desesperación o ansías por ser alimento, no más tormentas de un pasado que dejó marcas impresas a lo largo de su piel.
Sus cicatrices externas abundan, pero las que le hicieron tomar la última decisión de su vida fueron aquellas que nadie ve, las cicatrices del alma.
Cuando todo está relativamente en orden me percato de que ya debe ser casi mediodía, quizá pasadas las doce, eso por la posición del sol y mis conocimientos básicos para deducir eso.
Me enfundo en ropa casual para no levantar sospechas y aprovecho que la puerta sigue abierta para salir, no sin antes tomar la llave de Agatha y cerrar con pestillo detrás de mí. La carta de Katherine en mi bolsillo es mi motivación.
No soy tan imbécil como para intentar escapar, hay unos treinta guardias custodiando la villa, sin contar que bajo mis pies, cientos de reclutados están siendo preparados para ser máquinas de matar y solo un llamado bastaría para que sean traídos a pelear. Cosa que no sería ni siquiera necesaria porque con cinco guardias estoy segura que quedaría echa papilla, es más, cinco es sobrestimarme, tal vez dos.
Muy a mi pesar busco a Cayden en el ala prohibida, voy directo a la biblioteca y al no encontrarle comienzo a desesperarme, caminando de un lado al otro y sobresaltándome con el ruido de las trompetas.
Al regresar a las escaleras principales y mirar hacia afuera veo como los inmortales comienzan a llegar a la villa, tal como el día del juicio. Algo grande se está cociendo y solo puedo pensar en lo que dijo la reina anoche.
Que se atreva al amanecer a clavar un puñal en el pecho de aquel al que verdaderamente ama.
No, no, no, no. Hoy no.
Corro a través de los pasillos, bloqueando mi mente con todas mis fuerzas y plantándome frente a la puerta de Cayden. Ni siquiera tengo que tocar cuando él ya está abriendo y tomándome del brazo para impulsarme dentro.
—¡¿Cómo es que no sabes acatar una simple orden?! Mi madre exige sangre y ya nada será como he planeado debido a tu numerito de esta madrugada.
—Vas a matarlo —es todo lo que puedo responder.
—¡¿Es lo que te preocupa?! Arion merecía pasar mil años siendo sometido en mis calabozos, no es digno de que se le otorgue una muerte temprana, aún así está tarde su vida llegara a su fin y no será por mi mano.
Sus manos se clavan en mis brazos y sus ojos arden con un brillo desquiciado.
>>Júrame lealtad ¡Júrame con su sangre y reinarás mi lado!
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Cold Blood✅ [Libro 2]
VampireSe eligió un camino. Buscando salvar inocentes... Sin embargo...¿Se ha dicho toda la verdad?