Cold Blood✅ [Libro 2]

31. El juicio

Recibo los primeros rayos del amanecer sobre el techo de una de las torres de la villa. Desde donde es visible todo el recinto real y gran parte de los alrededores.

Las puertas se abren constantemente, dejando entrar los vehículos lujosos de los poderosos inmortales que estarán hoy en el juicio.

Me dejo caer con gracia frente a un grupo de soldados reales, haciendo que estos retrocedan con todos los sentidos alertas. Sonrío de lado, aún voy con el pecho al aire, las venas oscuras que me recorren el cuerpo destacan y con mis ojos los reto a interponerse entre el camino a la entrada y yo.

Como era de esperarse, los hombres se hacen a un lado y procedo a ingresar en el recinto obviando a empleados, invitados, lacayos subyugados y en general cualquier ser viviente o no-viviente.

Loa chicos me miran como si supieran que la he cagado, los paso de largo sonriendo sin confirmar o negar sus suposiciones y me encierro en la ducha dejando que el agua arrastre consigo la gruesa capa de barro, la negruzca sangre reseca y el ardor de mi piel ocasionado por la rabia y el dolor que aún me posee y no soy capaz de disimular estando solo.

Los rastros de lágrimas se unen con el agua, tiñéndola de rosa. No sé por cuanto tiempo permanezco en la misma posición, no es hasta que la puerta se abre que me pongo alerta, cerrando la llave de agua y abriendo para estirarme por la toalla para salir.

—Si querías verme el pito debías llamar Dawson, así lo alistaba para ti.

—Tu humor encubridor no me hace efecto. ¿Que hiciste anoche? 

—Algo más divertido que ver las caras de los maniquíes de esa "fiesta" seguro.

—Ya no me intimidas cuando te haces el chistoso —se enfurece—. Todos estamos aquí intentando plantar cara a una posible muerte, poniendo el culo en riesgo por lo que queda de nuestro clan. Estoy harto de decir esto Arion, sé un líder de una maldita vez o...

—¿O qué? ¿Vas a hacerlo tú? Hazlo —abro los brazos—. Cuando libremos el juicio te cederé el lugar frente al mismísimo trono. Tendrás el puesto que tanto defiendes.

—Júralo.

Doy un paso atrás, sorprendido por su audacia, no obstante, Evan no cambia su aire, no titubea. 

—Ser líder de un clan no es solo estar ahí para que nadie se salga de tu vista, es entrenar neofitos, hacer respetar las leyes, guiar un concejo y tener valor de hacer justicia de formas moralmente cuestionables. No seras un buen líder siendo un blando y mucho menos actuando de forma impulsiva. Demuestra que mereces ser el líder y lo serás con mucho gusto.

—Entonces demuéstralo tú también...por algo te mantenemos como representante, nadie estaría a la altura del Arion que se preocupa por su gente.

Se da la vuelta y me deja solo en el lugar, me giro para apoyarme en el lavamanos antes de levantar mi cabeza para mirar a la pálida figura en el espejo. Dudo muchos reconocer al sujeto de mirada fría, llevo tanto tiempo viendo los mismos ojos, el mismo cuerpo  y cabellos...pero ya no sé quien soy.