17. Lana

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Alex me regresaba a casa, me llevaba en su espalda, otra vez, volteo hacia atrás y veo a la chica del vestido negro volando, nos rebasó, luego Alex intentó volar también, y en unos segundos estábamos volando sobre la cuidad.

Fue asombroso. Llegamos rápido y entramos por la ventana.

-Creo que mi madre no se dio cuenta que me fui. -dije sonriendo.

-Eso espero, no quiero causarte molestias, Lucía.

Alex y yo nos miramos, los dos sonreíamos como tontos, era como si estuviéramos conectados.

-Bueno! Tenemos que irnos -dijo la chica, interrumpiendonos.

-Bueno, ya nos vamos.

-Está bien -dije desanimada.

-Pero descuida, Lucía, volveré mañana, lo prometo -me dio un ligero golpe en el hombro.

-Está bien. -dije forzando una sonrisa.

La chica salió primero por la ventana sin dejar de observarme, después salió Alex y cerró la ventana.

Me metí a bañar, me puse la pijama y mire si la puerta estaba abierta, pero seguía con candado, supongo que mi madre no me abrirá hasta mañana, miré mi tocador y había unos sandwiches, supuce que mi madre los puso ahí mientras pensaba que estaba en el baño. Los comí, tenía mucha hambre. Miré la hora, apenas eran las 6:00 de la tarde, me puse la pijama porque de todos modos mi madre no me iba a abrir, así que decidí recostarme en la cama a leer hasta que sea hora de dormir.

Leía el libro de "Después del anochecer" de Stephen King, uno de mis autores favoritos.

Me encontraba leyendo cuando de pronto aparece la chica del vestido negro, estaba en el sillón que había en mi habitación, me miraba fijamente. Bajé el libro y le hable.

-Y tú quién eres?

-Me llamo Lana -dijo sonriendo.

-Ok, pero eso no te da derecho a entrar así a mi habitación.

-Lo siento, no quería interrumpirte, pero necesitaba hablar contigo.

-De qué?

-Quería conocerte -dijo sonriendome -eres de las pocas personas con las que podemos hablar.

Se paro y se sentó a lado mío en la cama.

-Eres muy bonita, no mereces sufrir todo esto.

-No. -dije tensa.

Se paró y empezó a bailar ballet.

-Yo antes era una bailarina de ballet profesional, sabes.

-Y por qué ya no?

-Pues porque ya no estoy viva...

Voces AnónimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora