48. Conociendo más el lugar

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Ella ya no está. -dije sin voltear a verla.

-Por qué? Lucía, encerio quiero verla.

-Luego la veras...

-Cuando!?

-Después...

-Y por qué estamos en una casa hogar? este lugar es sólo para niños sin padres.

-Mira...

Iba a empezar a explicarle la verdad cuando de pronto tocan la puerta.

Me paro y abro.

-Hora de la comida. -dice una cuidadora sonriendo.

-No tenemos hambre. -dije triste.

-Pero... tienen que conocer a las demás, vayan.

-Será en otra ocasión.

-Vamos! -dijo moviendo sus manos.

La señora entró y tomo a kelly.

-Vamos, linda, hora de comer. -dice mientras la toma de la mano.

-Ya comí. -dice kelly inocente.

-Comimos hamburguesas en el camino de regreso. -dije con los brazos cruzados.

-Está bien, pero salgan dentro de una hora, para que se diviertan, tenemos muchas actividades.

-Ok. -dije bajando la mirada.

La señora se percata de mi estado de animo y sale en silencio de la habitación.

Kelly fue hacia una de sus mochilas y saco un libro de colorear y colores, después se acostó en el suelo y empezó a pintar, yo agarré mis audifonos y me subí a la litera, empezé a escuchar música, eso me relajaba.

Después de una hora, tocan la puerta, bajo de la litera y abro.

-Hora de salir. -dice una chica joven como de veinticinco años muy sonriente.

-Yo quiero jugar. -dice kelly acercándose a la chica.

-Vamos linda, para que conozcas a las demás.

Salimos de la habitación, y nos llevaron al patio trasero, ahí estaban muchas niñas como de la edad de kelly, había juegos, era una explanada grande, parecía un parque.

-Ellas son sus nuevas compañeras, Kelly y Lucía. -le dijo la chica a las niñas que se encontraban jugando.

Algunas niñas nos saludaron de lejos y otras seguían jugando.

Caminamos más hacia los juegos y me senté en una banca que había ahí.

-Vamos a los columpios. -dice kelly señalandolos.

-Ok, vamos.

Kelly y yo nos subimos a los columpios y jugamos un rato, después cruzamos el pasamanos, empezaba a tener más confianza en el lugar, después de jugar un rato me senté en el césped y empezé a escuchar música, kelly se había ido con unas niñas a jugar, ya les había empezado a hablar, al parecer era la única chica de mi edad, las más grandes no pasaban de los doce años, me sentía rara entre ella.

Voces AnónimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora