Voces Anónimas

5. Un niño otra vez

-Lucía, te tengo una noticia muy importante. -dijo mi madre.

-De qué se trata? -dije un poco nerviosa

-Mira... nose como decírtelo.

-Pues con palabras -dije un poco sarcástica y enojada

-Es que yo... Estoy embarazada.

-Qué? -dije.

-Vas a tener otra hermana o hermano.

-Si! otra hermanita -dijo mi hermana saltando de alegría.

-No!, no quiero! NO! -grite muy enojada.

Salí corriendo de la casa, ni siquiera mire el rostro de mi madre, sólo grité y salí corriendo lo más rápido que pude.

Yo, tener otra hermana?, como se atreve mi madre a tener otro hijo si ni siquiera cuida bien a las dos únicas que tiene?. Me dirigí a la casa de Billie, tenía que hablar con alguien.

Lo llamé al celular para que saliera de su casa, no tenía tiempo de tocar su puerta y tener que saludar a su madre o hermanos, sólo quería escaparme de realidad un rato con Billie.

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Billie y yo caminábamos hacia el parque, eran las 11:00 am, tenía planeado regresar hasta que se hiciera de noche y mis padres estén dormidos, así que teníamos mucho tiempo.

-Y por qué me hablaste con tanta prisa, Lucía?, qué pasó?

-Tengo otro problema.

-Qué problema?

-Uno que será muy difícil de solucionar.

-Por qué?

-Porque no podré hacer nada para evitarlo.

-cómo? no te entiendo.

-Voy a tener otro hermano, ok? y eso no me agrada del todo.

-Por qué?, digo, por qué tú mamá habría decidido tener otro hijo y tú por qué no lo querrías?

-No lose, mi madre está loca! y como voy a ponerme feliz de tener otro puto hermano, ya bastantes problemas tengo cuidando a mi hermana!.

-Pues creo que podrías pensar algo diferente, no pienses que todo está mal Lucía!. -dijo en un tono alto.

-Cómo no voy a pensar que todo está mal, Billie? Obviamente todo va de mal en peor!

-Claro que no! No pienses así!

-No puedo pensar de otra manera, Billie!.

Me miro fijamente a los ojos, con su expresión de enojo, era tan guapo, se miraba tan lindo enojado, lo único que quedaba por hacer era besarlo para que se le bajara el enojo, eso siempre me funcionaba.

Billie y yo nos besabamos en el parque, estábamos sentados en una banca cerca de los juegos recreativos, los dos mirábamos a los niños reírse y jugar, se veían muy felices.

-Nos subimos?

-Qué? A los juegos? -dije con una expresión de desagrado.

-Sí! vamos, Lu, será divertido, como cuando eras una niña pequeña.

-Está bien, vamos. -dije forzando una sonrisa.

Billie y yo no divertíamos como niños pequeños, nos subimos a los columpios y a los caballitos, corríamos por todo el parque, nos reíamos muchos, jugamos a las escondidas con otro niños que se encontraban en el parque. Luego pasó un vendedor de helados y Billie y yo nos compramos uno, nos embarramos la cara mutuamente y reíamos sin parar, era como volver a ser niños otra vez, todo fué muy divertido.