Llegamos al consultorio, se encontraba en unos edificios grandes, tuvimos que subir unas cuantas escaleras. Entre al local y hablé con Megan, la recepcionista de papá, la conocía desde que era pequeña, cuando era niña mi padre me cuidaba mientras trabajaba y yo me quedaba en la recepción con ella.
-Hola, Meg, puedo hablar con mi padre.
-Lucía, hace mucho que no te veo, estas muy grande. -dice sonriendome.
-Sí, Losé.
-Tú padre está en la oficina, pasa.
-Gracias.
Mi dirigí al pasillo donde se encontraba la oficina.
-Bueno yo aquí te dejo, tienes muchas cosas importantes de que hablar con tú padre. -dice Mariel.
-Está bien...
-Adiós, suerte con tú papá.
-Gracias, adiós.
Mariel salió del lugar y yo me dirigí a la oficina, toqué y abrí la puerta.
-Puedo pasar... -dije asomandome por la puerta.
-Lucía? Qué haces aquí? -me miro confundido
-Padre, tengo que hablar con usted. -dije sentandome en una silla que estaba enfrente de su escritorio.
-De qué? Mira... Ya no hay nada que hacer. -dijo viéndome con ojos de furia.
-De qué habla?
-No te dijo tú madre?
-No.
-Ya me separé de ella, y yo le dije que no quería tener que ver con nada de sus hijas!
-Pero nosotras también somos tus hijas. -lágrimas amenazaban en salir.
-No es cierto.
-Claro que sí! -me exalté.
-No lo son! -dijo en un tono más fuerte.
-Qué estas tratando de decir? Eh?
-Qué yo no soy tú padre...
Me calmé.
-Qué? Quieres decir que tú no eres mi padre?... Y kelly?
-Soy el padre de kelly, pero tuyo no...
Me quedé sentada, en silencio, yo no sabía que no era mi verdadero padre, lágrimas salían de mis ojos.
-Entonces, me engañaron todos estos años? -dije con lágrimas en los ojos.
-Tú madre nunca quiso que lo supieras, yo insistía en que a tú edad ya podías saberlo pero ello dijo que no, y ahora ya es muy tarde, ya no quiero nada con tú madre y tú no eres mi verdadera hija.
-Y kelly?
-Tú madre decidió quedarse con ella, yo sólo accedí a que se la quedara, ella la cuidara, ahora por favor, vete.
-Mi madre no puede cuidar a kelly... -dije con la mirada abajo.
-Por qué?
-Porque ella murió ésta mañana.
-Qué? -me miro impresionado.
-Ella está muerta. -salían lágrimas de mis ojos.
-Lo siento...
-Con quién nos quedaremos?
-No lo sé, creo que alguien las llevará a una casa hogar o algo así...
-Qué? Me estas diciendo que no vas a ayudarnos? -dije con rabia.
-No puedo hacerlo...
-Por qué!?
-Tengo otros hijos, el problema se complicaría, será mejor que vivan en un orfanato.
-Tienes otra familia?
-Sí.
-desde cuando?
-Mira lucía, eso ya no importa.
-Desde cuando!? -grité.
Se queda callado.
-Engañastes a mi madre con otra? -lo miraba con desprecio. -Contéstame! lo hiciste!?
-Antes de irme se lo revelé!
-Eso no importa! -grité.
Tiré unos papeles que estaban en su escritorio y salí enojada de la oficina, azoté la puerta.
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Voces Anónimas
Misterio / Suspenso¿Cuántas Voces Anónimas puedes ver? LIBRO 1 [SIN EDITAR]