↓uno↓

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Luego de la perdida de sus padres en un accidente automovilístico Han Jisung debió seguir su vida como un ex estudiante sumido en una angustia inmensa, ya iba a cumplir casi tres meses del incidente fatal y el castaño se sumergía en su habitación lleno de inseguridades, autodesprecio y depresión. Todas las noches se culpaba por el trágico accidente que lo llevó a vivir solo y teniendo que hacerse un adulto prematuramente, el chico comenzaba a tener síntomas graves de ansiedad.

Estaba comenzando a perder la cabeza con la preocupación del "qué sería de su vida de ahora en adelante que estaba completamente solo".

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Jisung era un chico muy alegre y carismático, en la facultad era conocido por siempre participar en las clases y hacer bromas chistosas pero luego del accidente no se volvió a ver su rostro en el establecimiento educacional y aunque al principio se preguntaban por él, luego de un tiempo se olvidaron completamente de la existencia del chico, algunos esperando que se encontrara bien y otros simplemente descansaban de su presencia tan "escandalosa" sin siquiera tener un poco de remordimiento.

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Debía encontrar una solución para pagar la renta del apartamento además de la comida que necesitaba para subsistir, ya no podría seguir pagando sus estudios y debía buscar la manera de que lo admitieran en algún trabajo sin tener ninguna experiencia laboral aún. La preocupación no lo dejaba dormir por las noches y vivía en un constante estado de miedo y preocupación por su futuro.

Una mañana no pudo más y fue en busca de trabajo, le costó un poco levantarse de la cama aún estaba debil, recorrió varios locales de comida y pequeñas tiendas pero ninguna tenía vacantes ni necesitaban ayudantes, en algunos locales se le quedaban mirando de mala forma por su aspecto, el chico se veía realmente mal, su rostro estaba pálido y debajo de sus ojos unas bolsas negras tomaban presencia haciendo notar su cansancio sin olvidar sus ojos rojizos por el llanto interminable de cada día y noche.

El menor comenzaba a sentirse mal, su corazón se sentía presionado y las lágrimas comenzaban a rodar por sus ojitos pequeños, quería evitar llorar pero se preguntaba.

"¿Por qué las cosas tuvieron que suceder así?"

"¿Por qué las cosas debían ser tan difíciles para él?"

Si él nunca le había echo daño a nadie.

"¿De verdad merecía todo lo que le estaba ocurriendo?"

Volvió a casa derrotado y con ganas de llorar para siempre, sus ojos buscaban la manera de verse aún más hinchados y rojos que antes, y se preguntaba si eso era realmente posible, ya no comía nada y estaba bajando peligrosamente de peso, no sentía ni el más mínimo apetito y tampoco disponía de mucha comida en casa, de hecho un par de sopas instantáneas estaban al fondo de su despensa esperando su turno, comida que en el estado de Jisung sólo le provocarían más daños a su salud.

El chico sólo sentia ganas de dormir pero no le era permitido, necesitaba ayuda urgente pero no tenía el valor y las ganas de ser visto como una molestia, se acostó con una pequeña esperanza de que al día siguiente tuviera un poco de suerte y encontrara un trabajo, no le importaba qué debía hacer en el, sólo necesitaba el dinero, nada más.

Como todas las noches el insomnio le tocó la puerta, Jisung ya estaba cansado de esas visitas cada noche, una sensación de pesar en su corazón aún sin tener que pensar en nada en específico lo hacían querer llorar sin ninguna explicación, luego recordaba a sus padres y terminaba hundido en llantos hasta que se quedaba dormido del cansancio de sus ojos.

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