HELP | minsung

↓treinta y tres↓

— Gracias— Soltó Jisung luego de devolverle una sonrisa dulce, toda aquella frustración había desaparecido al menos desde que estuvo entre sus brazos, no hallaba otra manera de decirle todo lo que sentía por él en esos momentos, a decir verdad, no era el mejor momento de su vida tampoco, pronto se volvería más difícil.

Felix tocó la puerta y entró, viendo que Minho había logrado sacar al menor de su escondite, traía un par de bolsas en las manos y se sentó en la cama junto a los chicos.

— Compré algo para comer, ¿Cómo lograste hacer que saliera de ahí? Intenté sacarlo tantas veces.

— No fue muy difícil..— Dijo Minho mirando al menor y negando levemente la cabeza, viendo como se ruborizaban sus mejillas.

— Todo se ve bastante tranquilo, Minho eres genial, cuando estuve a solas con Sungie.. casi le da un ataque de pánico.

Minho se giró asustado en busca de la mirada de Jisung, pero éste miraba sus manos "¿Él de verdad iba a tener una?" Preguntó asustado y Felix le asintió con una mirada triste, no estaba mintiendo en lo absoluto, "Por suerte llegaste a tiempo... Jisung puede ser muy obstinado y no escucha a nadie, pero al parecer eres el único que logra ser oído por estos.. lindos.. oídos — Dijo abalanzandose, haciéndole cosquillas en el cuello cerca de las orejas, mientras Jisung gritaba para que dejara de hacerlo.

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Los chicos se fueron a la mesa y Felix preparó la comida que había comprado poniéndola al centro de la mesa, mientras Minho no dejaba de pensar en "Jisung sufriendo una crisis" y que era realmente importante cuidarlo bien mientras decidiera que hacer, Jisung a su lado, miraba fijamente el arroz mientras inconscientemente movía su pie derecho y apretaba la tela de su pantalón con la mano izquierda, el pelinegro no tardó mucho en darse cuenta y puso su mano sobre la suya, haciendo que éste aflojara el agarre del pobre pantalón, Jisung giró su rostro para mirarlo y vió la preocupación en sus ojos, acto seguido dejó de mover la pierna.

El mayor siempre lo estaba vigilando, incluso cuando él estaba haciendo absolutamente nada, Minho se tomaba el tiempo de indagar cada detalle que no fuera normal en él, lo había estudiado lo suficiente para saber cuándo estaba feliz, triste, preocupado o emocionado, y siempre lo hacía con un rostro sin expresión, como si estuviera en un vacío pero en realidad estaba lleno de Han Jisung, en cada rincón de su mente. Y cuando éste notaba la mirada insistente del mayor, Minho le regalaba una sonrisa de medio lado, que lo hacía ver relajado aún siendo atrapado.

Y es que no podía dejar de preocuparse por Han, había visto muchas escenas en las que el castaño sufría y necesitaba de su ayuda, él era frágil física y mentalmente, era un verdadero desafío estar cerca de él y al mismo tiempo era la misión más hermosa que le había tocado realizar, debía pensar bien y controlar sus emociones para cuidarlo, y justo ahora era cuando más necesitaba la voz de Chris, aquella que le decía fríamente qué debía hacer, cómo comportarse y cómo reaccionar, porque Minho también era una bomba de tiempo cuando se trataba de temperamento y por esa misma razón el capitán era el amigo perfecto para el pelinegro.

Pero ahora debía ser ese "capitán" para Han Jisung, debía transmitirle paz y mostrarle ese camino borroso que tanto hace que ambos corazones sufran, y aunque odiara tener que decirle
"Sí eres feliz yendote a Malasia, yo también seré feliz" lo haría si fuera el caso, aunque sería una completa mentira, pero cuidar de ese corazoncito era más valioso que cualquier otra cosa.

— ¿Dónde está Hyunjin? Dijiste que había salido..

— Él dijo que estaría en casa de sus abuelos por el fin de semana, pero me llamó en la mañana y dijo que se quedaría una semana, al parecer su abuela está enferma..— Respondió el rubio algo decaído, se veía cansado.