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↓veintidós↓

Esa mañana después del desayuno, Han se fue de casa dejando a Minho con sus gatos, le dijo que habían estado mucho tiempo juntos y que de seguro ya estaba cansado de verlo tanto, y aunque Minho le negó muchas veces y le respondía que le agradaba su compañía, Jisung se fue de todos modos

Minho se fue al sofá y ahí se encontraba Soonie durmiendo, él lo tomó y lo puso sobre su regazo.

— Soonie ¿Que piensas? ¿Él es un buen chico verdad?... ¿Te gusta?— Le preguntaba mientras le acariciaba con cariño la cabeza.
— Creo que a mi también..

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Jisung se fue rápidamente de la casa del mayor, había sido una noche cálida y un desayuno muy agradable, pero en el momento en el que Minho lo dejó solo para ir a cambiarse el pijama. Se dió cuenta de que su corazón quería mucho a Minho, quizás demasiado y eso lo estaba volviendo loco.

Se había quedado pensando en el momento en el que quiso seguir abrazandolo mientras dormía y aunque había dormido varias veces con Felix y éste lo abrazaba a media noche y Jisung le correspondía el abrazo, no se sentía igual como esa mañana.

De todos modos su relación con Felix era de años, no podía compararse con la de Minho.

Y a pesar de que le explicaba que quería irse, Minho insistía en que le gustaba pasar tiempo con él y que no le molestaba tenerlo en casa, y era ahí cuando se confundía aún más.

Minho era su amigo ¿Cómo reaccionaría si supiera que tiene estos tipos de pensamientos sobre él?
¿Debería hablar con Felix?
Jisung no sabía bien que hacer y reprimía esos sentimientos que posiblemente no fueran correspondidos nunca.

Minho lo quería mucho, estaba seguro de ello por cómo lo trataba, pero no quería perder la amistad del mayor por estar confundido.

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La semana siguiente comenzó con energía, todos estaban de buen ánimo menos Chris, sus ojos estaban cansados, con su cabello risado desordenado y se quedaba dormido sobre la mesa en plena clase. En el receso se sentaron en su mesa habitual a esperar a los demás.

— ¿Me dirás por qué te vez tan.. mal?— Pregunto Minho que miraba a Chris apoyado en la mesa.

— Changbin es un demonio, está mal de la cabeza, te juro que si lo veo...

— ¿Ahora qué hizo? Tú siempre haz tenido mucha paciencia.

— Él ha estado practicando su rap todo el fin de semana, tu sabes que amo la música, amo el rap, pero él se salió de control.

—...

— Al principio estaba bien pero cuando empezó a practicar también por las noches... fue cuando colapsé, no pude  dormir y creo que voy a morir..— Dijo mientras se agarraba el cabello cerrando los ojos con fuerza, sintiendo como ardían del cansancio.

Felix que venía caminando muy feliz, llegó junto a Chris dándole un pequeño abrazo a su espalda ancha, haciendo que el mayor se asustara un poco y se girara de inmediato, ya que Minho no era de dar abrazos y si era él, ahora si se volvería loco.

Por suerte no lo era.

Miró la linda sonrisa de Felix y no pudo seguir molesto por mucho tiempo más, éste se sentó cerca de Chris y se sacó la mochila que había traído, y sacó una cajita transparente con brownies hechos esa misma mañana.

— Les traje brownieeees~— Dijo abriendo la caja y entregándole uno a Minho y luego a Chris que le sonreía con los ojitos achinados.

—¿Chris te encuentras bien?— Preguntó el menor un poco preocupado de su aspecto.