HELP | minsung

↓veinticuatro↓

— No pongas esa cara triste, no me gusta verte así.

— ¿Por qué?— Le preguntó el menor.

¿Sería esa su oportunidad de decirle lo que siente por él? Si no era ahora, cuándo lo haría, el miedo de que se alejara de él después de eso, era muy grande. Minho lo miró a sus ojos mientras sostenía su mejilla.

Esos hermosos ojitos querían algo, ¿Estaría esperándolo? Minho sintió que el momento de ser valiente se acercaba, pero ¿Era justamente ahora? ¿En el local? No es que esperara un momento más romántico ni mucho menos, pero ¿En el local?

Una pareja apareció detrás de él con la intención de pagar las cosas que traían en sus manos, Minho se hizo a un lado y el menor los atendió. En esos cortos minutos, el pelinegro decidió arriesgarlo todo, él debía ser valiente. Si Jisung no le correspondía, haría lo que fuera por conservar su amistad, se esforzaria para que no se alejase de él.

Jisung les entregó el recivo de su compra y estos se fueron rápidamente.

*Okey, aquí voy*

Minho sintió su corazón palpitar más rápido que nunca, respiró ondo y se volvió a los ojos del menor para soltarlo todo, todas esas palabras que tenía justo en su garganta, esperando desde ya un tiempo, nunca esperó lo que sucedería en ese momento.

— Sung.. yo..— Su intento de confesión se vió afectado por las manos del menor, que de un segundo a otro se encontraban tomándolo de la mandíbula.

Acercándose peligrosamente a sus labios, Minho no tuvo tiempo suficiente para entender lo que estaba pasando, en cosa de segundos sus labios estaban unidos en un cálido beso necesitado por el menor. Minho sintió que su corazón explotaría en ese mismo momento, lo había tomado por sorpresa, una linda he inesperada sorpresa, el pelinegro cerró sus ojos y llevó sus manos a las mejillas de su menor.

Corresponderle fue lo único que pudo hacer, todo lo que los rodeaba desapareció en ese momento, el miedo que sentía hace tan solo unos instantes atrás había sido intercambiado por la calidez de los sentimientos que lograba transmitirle el castaño.

¿Cuánto tiempo estuvo esperando?

Minho sintió las manos del menor colándose en su nuca, acariciando sus cabellos y una extraña humedad en sus mejillas lo hizo retroceder unos centímetros, el mayor abrió los ojos y pequeñas lágrimas salían de los ojitos del menor, la emoción de su corazón debía ser muy grande.

El pelinegro secó la humedad de sus lindas mejillas y le regaló una sonrisa.

— No llores, por favor.

— Min, tu.. ¿No estás mal con esto?

— Me gustas Sung, me gustas mucho.

Un escalofrío recorrió su cuerpo entero y sus manos le sudaban lo suficiente cómo para salir corriendo de ese lugar, pero esa sonrisa que recibió de vuelta. Esa hermosa sonrisa ancha, hizo que todo valiera la pena completamente.

— Min, también me gustas.. mucho-!— Dijo el castaño achicando sus ojitos con una linda sonrisa.

Minho no pudo evitar sonreírle de vuelta, se estaba volviendo loco en ese momento, en su corazón no cabía más felicidad de la que podría controlar. Y Jisung parecía estar sintiendo la misma emoción o quizá más grande.

— Tenía miedo— Jisung inclinó un poco su rostro, sin poder borrar aún su sonrisa— Estoy realmente muy feliz ahora~

El menor se abalanzó por encima del mostrador y abrazó al pelinegro, un poco incómodo pero no le importaba en lo absoluto.