SHINKI🎭

266 32 18
                                    

Shinki permanecía sentado en su sillón mientras su padre, el rey, discutía junto a sus consejeros, Sasuke Uchiha y Shikamaru Nara, unas cuestiones técnicas del reino.

Hacía horas que estaba allí, muerto del aburrimiento. Al punto de sentir que el sueño empezaba a adormecerlo. Pero la voz de mi padre me despertó de pronto. Me contemplaba molesto por haberme dormido.

— Shinki ¿cuántas veces tendré que decirte que no debes dormirte en plena reunión de trabajo?
— Lo siento padre.
— Que no vuelva a repetirse
—Si padre.

Gaara siguió con Sasuke y Shikamaru concentrado en lo que sea que estuviesen discutiendo dejando al príncipe aburrido y apesadumbrado.

Tres horas después la reunión acabó para alegría del príncipe. Sasuke y Shikamaru abandonaron el recinto dejando al rey y a su hijo solos. Recién Gaara pudo arrojarse al sillón a relajarse.

Ambos bebieron limonada juntos mientras conversaban como solían hacerlo. Gaara era un excelente padre y Shinki lo adoraba al punto de dar su vida por él.

Eran muy unidos y se contaban todo. Por eso no era de extrañar que hablaran del matrimonio como si fuesen amigos y no padre e hijo.

— No debes ceder a las preciones de los demás padre.
Shinki era conciente de que su padre, por ser el rey, sufría todo tipo de preciones a la hora de ver posibles ofertas de matrimonio.

Gaara arrojó la cabeza atrás ya que no era un tema de su agrado, él no pensaba casarse con nadie. Nunca lo hizo ni lo haría. Había adoptado a Shinki al verlo siendo un niño de cinco años abandonado a su suerte.

Fue lo mejor que pudo hacer, tanto Sasuke como Shikamaru, su hermana Temari y hasta Naruto solían decirle aquello.

Shinki era un gran compañero y su mayor orgullo. Por eso podía entenderlo y era al único que escuchaba al tratarse del tema matrimonio.

— No quisiera hacerlo hijo pero....
— ¿Te casarías sin amor padre? ¿Aceptarías estar en...en la intimidad con alguien que no amas? ¿Podrías soportarlo?

Aquello provocó un escalosfrio en Gaara, en verdad no soportaría que lo toquen de esa manera. Ni podría tocar a alguien así nunca. Shinki sabía lo que su papá sentía y sonrió.

—¿Lo ves papá? No podrías por ende ignora todas esas propuestas — Gaara cerró los ojos con fuerza recostado en su sillón — Además tu ya amas a alguien....¿cierto? — ante esas palabras Gaara abrió los ojos y miró el techo, su mirada reflejaba infinita tristeza.

— Ella es alguien inalcanzable para mí.
— Papá....eres el rey. Nadie es inalcanzable para tí.
—Sabes a lo que me refiero Shinki.
—Papá ¿cómo puedes saberlo si nunca le hablaste?

Gaara se sentó como el rey que era, aquello entristeció a Shinki ya que sabía lo que significaba. Que la conversación había terminado. Suspiró profundo y se incorporó.  Se dirigió a la puerta pero antes de irse miró a su padre y dijo.

— Nunca podrás ser completamente felíz si sigues cerrandote así padre.
— No voy a actuar como un niño, mi imagen no me lo permite Shinki.
— Quizás ella te ame también.
— Imposible.
— ¿Por qué crees que es imposible ser amado por alguien?

— ¿Qué podría ver en mi alguien como Sakura Haruno? Salvo mi reino, no tengo nada. No soy alguien importante y soy el rey por haber sido el hijo del rey anterior. Y.....

—El único hijo varón, lo sé padre. También se que has escuchado demasiado ya a ese tirano que nunca supo ser padre. Eres mucho más que un rey solo que no quieres aceptarlo. En fin....me retiro padre.

—Gracias Shinki, gracias.
— No me lo agradescas papá. Eres mi papá y es un placer para mi que me escuches. Ojalá siguieras mis consejos.

Como única respuesta Gaara sonrió. Shinki se fue y el rey se volvió a recostar en el sillón a dormir un rato. Lo necesitaba.

Shinki se dirigia a la biblioteca cuando vió a Kawaki allí. Frunció el ceño ¿qué hacía en el castillo de su padre menuda rata? Sabía perfectamente que no debía entrar. Furioso se le acercó, la sonrisa burlista que vió reflejada en su rostro lo enardeció más aún.

— Alteza que honor verlo — dijo Kawaki con fingido respeto.
— ¿Qué demonios haces aquí? Sabes perfectamente que no puedes entrar al castillo.
— Fui invitado alteza
— Mentira.

— Detente primo, yo le dije que viniera — exclamó Shikadai apareciendo de repente.
— Shikadai, sabes perfectamente que no tienes autoridad aquí. — Shinki miraba a su primo furioso, hacía unos cuántos meses atrás la relación entre ambos primos quedó destruída. Antes eran como hermanos.

—Soy el sobrino del rey, es más yo llevo la sangre real en mis venas no tú.  Así que se podría decir que tengo más autoridad en el castillo y en todo el reino que tú....un agregado que mi tío trajo.

Kawaki reía a más no poder, le encantaba ver cómo Shikadai le baja los humos al falso principe, ya que nunca le cayó bien Shinki. Por su lado, el principe miró a su primo con tristeza pero su voz sonó firme.

—¡Guardias! — inmediatamente se corporizaron tres soldados junto a ellos — Conduzcan al hechicero real fuera del castillo y asegurense de que no vuelva a entrar — luego miró a Kawaki — Última advertencia Kawaki, la próxima vez te haré arrestar. Además presentaré la queja formal al comité de Hechiceros. ¡Llevenselo!

—¡Alto! Yo lo hice llamar — dijo tozudamente Shikadai.
— Aquí el principe soy yo,  aunque a tí te pese....primo.
Los guardias sujetaron al hechicero y lo alejaron del lugar dejando a los primos solos.

— Shinki
— Nunca más vuelvas a tratarme así frente a los  demás primo.
— Me hiciste enojar

— No, dijiste lo que en verdad sientes .... y yo siempre te consideré un hermano.
— Mentira
—Piensa lo que quieras Shikadai

Sin decir más Shinki se alejó del lugar para irse a la biblioteca donde podría relajarse. La relación con su primo empeoraba más con cada instante que pasaba. 

Pero ninguno de los allí presente se hubo percatado del ojo de arena que flotaba en el techo oculto en la araña de cristal tornasolado que adornaba el lugar. 

Aquel ojo, hecho por Gaara, había sido testigo de todo lo sucedido y vió que al quedar solo Shikadai derramó lagrimas de pesar con amargura. Pero se repuso y se fue en dirección opuesta. Recién el ojo se desvaneció.

En sus aposentos ya, el rey suspiró apesadumbrado y susurró:
— Shinki, estás ciego por la tristeza y la furia que no te permiten ver al verdadero Shikadai.  ¿Cómo no te diste cuenta que esas palabras estaban cargadas de dolor y no de odio? No es lo que Shikadai piensa realmente de tí. Hay hijo....

 

AYÚDAME  (ShinBoru) (SasuNaru) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora