Explosión 🎭

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Boruto y Shinki se cubrieron con tunicas y capuchas para poder pasar desapercibidos en el pueblo. Así fueron adentrandose al corazón del lugar donde se encontraba el edificio central de los hechiceros reales.

La plaza estaba adornada por canteros y plantas exóticas cuyas flores tenían los más variados colores. El edificio de los hechiceros se ubicaba frente de ella y era uno de los más lujosos cuya fachada estaba adornada por dos hechiceros que medían quince metros de altura hechas de piedra.

La puerta de roble permanecía abierta continuamente. Dos hechiceros vigilaban la entrada. Más allá se podía ver el piso de mármol marrón, las paredes doradas de oro sólido. Los muebles de mármol y de onix.

Una gran escalera ubicada a la izquierda conducía al primer piso donde estaban las diversas oficinas. El camino seguía rumbo a un patio interno en cuyos alrrededores había puertas que comducían a otras oficinas.

Más allá se iba a la gran biblioteca, a la academia de hechicería, a las salas de estudios y a los gymnasios de entrenamientos donde generalmente estaban los hechiceros practicando.

Era media mañana, momento en que la mayoría de los hechiceros se encontraban en el edificio.

Los jovenes sabían que si querían tener éxito debían atacar el corazón del lugar para que la estructura colapse aplastandolos a todos.

Previamente debían clausurar las entradas y salidas. Boruto sabía que en los sótanos del lugar guardaban barribles con polvora roja, elemento muy útil para conjurar el fuego rojo sangre que no se extinguía hasta que haya consumido todo para lo que fue encendido.

Shinki conocía el conjuro para activar la polvora roja y lanzar la orden al fuego. Solo tenían que entrar al lugar y tenían un plan para ello. Boruto conocía la puerta que conducía directamente a los sótanos desde el exterior.

Los jovenes se dirigieron hacia esa entrada que nadie vigilaba porque daban por sentado que solo era conocida por escasas personas.

Cuando estuvieron frente de la misma, el rubio utilizó el poder de Shukaku para forzar la entrada destuyendo dicha puerta. Así pudieron entrar tranquilamente.

Allí Boruto iluminó todo con el fuego del Nibi. Aquello era todo un laberinto en el cual podían perderse, pero el rubio conocía el lugar de memoria debido a que ya había estado allí en una ocasión.

No eran agradables recuerdos pero pudo escapar. Ahora, tiempo después, regresaba pero con un propósito diferente. Sin embargo al llegar a la puerta donde se ocultaba la polvora roja fueron interceptados por cinco guardias.

Tenían que silenciarlos o arruinarían todo. La batalla dio inicio aunque en desventaja. Pero Boruto empleó a Shukaku para enfrentar a dos a la vez.
Shinki se ocupaba de los tres restantes.

Por más duro que resultó, los jovenes no permitieron esos cinco guardias dieron la voz de alerta. Pero Shinki fue malherido. No obstante pudo hacer el conjuro y activar el poder de la polvora roja.

Toda ella se encendió en un fuego diferente.
- Destruye todo el edificio de los hechiceros reales y no dejes uno vivo - susurró Shinki.

Inmediatamente el fuego rojo se expandió, toda la polvora roja se transformó en fuego y como si de un rojo velo transparente se tratara que lo iba cubriendo todo a la vez y en un instante.

Pero la salida quedó bloqueada por los escombros. Shinki respiraba entrecortado debido a las profundas heridas recibidas y a la gran cantidas de chakra que debió usar para hacer dicho conjuro.

Boruto solo podría abrir el portal una sola vez si quería salir de allí. Pero Shinki no sobreviviría si seguía a su lado. Debió imaginarlo. Lo miró con intenso dolor y el pelinegro interpretó aquella mirada.

- No ángel, no lo hagas. Seguiré a tu lado...no...
- Shinki, le prometí a tu padre cuidarte
- No me importa Boruto

- Te amo Shinki pero estoy condenado a muerte y no puedo arrastrarte...
- Boruto no podrás tú solo

- No estoy solo, Shukaku y el Nibi están conmigo - el rubio abrió el portal que conducía al país de fuego, más en concreto al palacio real - Perdóname mi amor.
-¡Boruto! ¡No!

El rubio utilizó el poder de Shukaku para arrojar a su gran amor al portal y lo cerró al instante. Tenía que salir y para ello debía improvisar una salida o estaría muerto.

- No podemos morir sin haber matado al maldito del rey de éste reino - decía Boruto mientras corría hacia el la planta baja donde era un caos total.

Corrió hacia la unica ventana que estaba abierta. Justo antes de que se desplomase el techo pudo saltar hacia un callejón. Instantes luego el edificio explotaba colapsandose al completo.

El rubio empleó el poder de ambos bijuu para escapar perdiendose entre la multitud misma.

Esa mañana el país del viento se quedaba con tan solo cinco hechiceros que no se encontraban en el edificio por estar en el palacio real.

Cuando se aseguró de que estaba lo suficientemente lejos de la ciudad, Boruto se desplomó junto a un árbol del bosque inconciente.

Shinki llegó al palacio real de su padre para perder el conocimiento al instante causando intensa preocupación en todos.

AYÚDAME  (ShinBoru) (SasuNaru) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora