Baby Honey

Track 3: Late Night, Early Morning

Late Night, Early Morning fue uno de los primeros éxitos de Crossing Mirrors. Tenía un ritmo pegadizo y una letra descarada, muy en la línea de las bandas indie rock de la época, y se convirtió rápidamente en una de las favoritas del público que empezó a seguirlos por primera vez.

Originalmente compuesta para ser cantada por una sola voz—en el rango de Styles—, la canción tuvo que adaptarse y la melodía del estribillo subió una octava entera para poder ser alcanzada por la voz de Tomlinson. La octava original fue rescatada por el bajo, que adquirió protagonismo, aunque las voces de guitarra no sufrieron cambios.

La versión original puede encontrarse en raras copias de la primera edición del álbum, la última grabación de Crossing Mirrors con cuatro miembros, que no se llegó a editar comercialmente y que fue ávidamente buscada por coleccionistas cuando la popularidad de la banda alcanzó su punto álgido. Aunque hubo críticas mixtas entre aquellos que oyeron ambas versiones, la opinión ampliamente generalizada es que los cambios para incluir a Tomlinson mejoraron la riqueza melódica de la canción. La buena acogida de la nueva versión de Late Night, Early Morning supuso, en su día, una suerte de premonición sobre el futuro de la banda después de ganar un miembro.

FRANK HILL (representante). —Las canciones no eran malas, pero el grupo estaba muy verde, y el mercado estaba saturado en aquella época. Podías darle una patada a una piedra y debajo aparecían seis bandas como ellos, y todas tenían tirón. Necesitaban algo que los diferenciarse del resto o se perderían en la multitud.

Necesitaban chispa; un contrapunto para la voz de Harry. Pero ninguno de los demás cantaba una mierda, hablando claro. Había pedido una mujer que endulzara un poco la vista, pero no encontré ninguna adecuada. Al final, Niall habló de un chico que cantaba en clubs en Camden. Pregunté por él y todo fueron referencias... como poco, interesantes. Así que lo llamamos. Y no te creas que les hizo ninguna gracia, especialmente a Harry. Todavía eran unos mocosos y ya estaban bastante subiditos, bueno, ya sabes cómo es la gente joven.

Pero meter a Louis en el grupo fue un acierto. Desde el punto de vista musical y desde el punto de vista publicitario. No habrían llegado a ninguna parte sin él y Louis se habría quedado cantando en bares infestados de ratas de Candem si no se hubiera unido al grupo.

Hazme caso, no habrías oído hablar de Crossing Mirrors en tu vida si no hubiera sido por mí.

LOUIS. —Había salido a bailar en Ratchet's la noche anterior, así que no había dormido. No me dio tiempo a cambiarme. Me lavé la cara y me puse gafas de sol para que no se vieran mis ojeras. Me puse mi top favorito y los primeros pantalones que me encontré por el suelo de mi habitación.

Iba genial. Me sentía irresistible.

NIALL. —Se me cayó la cara de vergüenza cuando lo vi. Yo lo había recomendado personalmente y todos esperaban que respondiese por él. La banda, el productor, Joel, el director de la discográfica, nuestro representante, Frank... Todo el mundo estaba allí. Y Louis se presentó... se presentó vestido como un chapero drogadicto.

HARRY. —Brillaba. Podías verlo brillar. Llegó con un top atado y un piercing en el ombligo y gafas de sol (ríe). Antes de que pudiera abrir la boca, yo ya estaba enamorado.

LIAM. —Louis estaba acostumbrado a que todos los ocupantes de la habitación se enamorasen de él inmediatamente. No es que fuera arrogante; simplemente era así siempre. Creo que eso fue lo primero que pensé de él. Que estaba hecho para que la gente se enamorase de él. Como estrategia de publicidad para el grupo, no estaba mal.

ZAYN. —Me dio pena. La triste realidad es que Louis vivía mucho de su aspecto. La gente le quería, pero de una forma enorme y aterradora. Tenía conocidos allá donde iba, pero ningún amigo. Todo el mundo parecía haberle oído cantar alguna vez, pero nadie se sabía ni uno de los títulos de las canciones que había cantado. Todo el mundo quería contratarle para que cantase en su pub, pero nadie le firmaba un contrato trimestral como a un artista de verdad. Lo veían como al niño famoso y bonito de la fotografía. Querían subirlo al escenario y aprovecharse de que el local se llenaría de gente babeando por él, pagarle una ridiculez porque era joven e ingenuo y emborracharlo para que se liase con alguno de los fans y crecieran los rumores y su fama. Querían explotarlo de la forma más repulsiva posible.