Die for me es la canción más provocadora del que sería el último álbum de Crossing Mirrors. Casi de forma premonitoria, vuelve a los inicios de la banda con el estilo duro que los hizo famosos en primer lugar.
La melodía es pesada, intrincada, casi desafiante con aquellos que dudaron de su éxito en su momento. La letra, una bajada a los infiernos y una prueba viva de la evolución de los chicos de Crossing Mirrors, que habían crecido sobre el escenario y que ahora amenazaban con desbordar sus propias sombras.
Es la primera canción del álbum "Baby Honey" y una clara declaración de intenciones; Styles y Tomlinson, hasta ahora siempre complementarios y sirviéndose de apoyo el uno al otro, cantan juntos la gran mayoría de la letra, con una estabilidad melódica férrea pero con una vertiginosa variación interválica. Es la canción más baja de Tomlinson, y la más alta de Styles, de todo el repertorio de la banda.
Die for me es un "mira lo que puedo hacer", y te deja con ganas de más. Aunque muchos críticos musicales la tacharon de ser "una repetición de lo ya hecho" y "no lo suficientemente sugerente" como para encabezar el álbum, otros la interpretaron como el primer punto de una línea temporal premonitoria; "Baby Honey" empezaba desde el principio, porque estaba a punto de contarnos el final.
ZAYN. —Qué comienzo tan triste para una historia que cuentas a tus nietos. "Una vez estuve a punto de..."
FRANK HILL (representante). —El Estadio de Twickenham. El concierto de la década. Más de ochenta mil personas. Vendimos hasta la última puñetera entrada.
NIALL. —No es que nunca hubiéramos actuado en un sitio tan grande. Es que ni siquiera nos habíamos atrevido a soñarlo. Cuando me desperté encendí la televisión y vi las colas que había por toda la avenida; las estaban retransmitiendo en directo. Habían tenido que cortar varias calles al tráfico.
LIAM. —Era el concierto de nuestras vidas. Era nuestros sueños más salvajes hechos realidad. Era una consagración.
Esa mañana me levanté sintiéndome parte de la historia de la música. Me sentí eterno.
FRANK HILL (representante). —Tres álbumes. Tres álbumes, y mira dónde estaban. Eran leyendas. Han pasado veinte años y todavía me cabreo cuando lo pienso.
LIAM. —Se esfumó. Estalló antes de que pudiéramos rozarlo con los dedos, como una pompa de jabón.
NIALL. —Traicionado. Me sentí traicionado. Y ya está; en aquel momento tenía muchas cosas que decir, pero ya no las tengo. No tengo ganas de decir nada más.
ZAYN. —Da igual cómo me sienta. Los hechos son los que son. No es a mí a quien deberías preguntar por aquel día, sino a ellos.
LOUIS. —Bueno, todo depende de cómo se mire. Te reto a que encuentres un concierto que haya dado tanto que hablar como aquél. Ni siquiera nos hizo falta cantar.
HARRY. —La decisión la tomó Louis, pero nos salvó a los dos. Yo nunca me habría atrevido a rebelarme y arriesgarlo todo. A esas alturas, me daba demasiado vértigo mirar atrás y ver hasta dónde habíamos llegado, y tenía pánico a verlo desaparecer todo. De todas formas, mis recuerdos de toda aquella época son muy borrosos.
LOUIS. —Sabía que teníamos un concierto, y nada más. Ya no miraba a dónde íbamos ni con cuánta gente, ni nadie nos lo decía. Viajamos toda la noche y bebimos todo el viaje.
Después llegamos al hotel, y Harry y yo compartimos una jeringuilla de heroína, y nos quedamos dormidos. Desperté al mediodía.
Harry estaba conmigo en la cama y pensé que estaba durmiendo. Fui al baño, y cuando salí, estaba igual.
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Baby Honey
FanfictionEl grupo Crossing Mirrors revolucionó la naciente escena indie-rock en los años setenta. Sus primeros álbumes de estudio, "Crossing Mirrors" y "Midnight Sessions" reventaron las listas de éxitos y los lanzaron a la cúspide del panorama musical inter...