Track 5: Pretty Crazy

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Pretty Crazy fue la consagración de Crossing Mirrors como grupo de rock. Fue el primer single del segundo álbum de estudio del grupo, "Midnight Sessions", y cosechó un éxito instantáneo.

Magnética, salvaje, irreverente, el ritmo de la canción es ligero, y la melodía, una sentencia sólida y pegadiza. No hay solos de batería ni de guitarra; en su lugar, cada instrumento y cada voz se entrelazan hábilmente, colaborando entre ellos y dándose espacio para brillar al mismo tiempo. La letra de la canción, considerada "frívola y vacía" por sectores de la crítica, fue vociferada por los fans en los conciertos hasta superar a la propia banda, y aun así fue la canción que los consagró, más que como artistas del LP, como los reyes del escenario. Pretty Crazy era de las canciones más demandadas y esperadas en sus actuaciones, y nunca decepcionó.

"No se molesten en escucharla en vinilo", escribió el crítico Tim Holdman, al final de una punzante pero ardiente crítica para la revista Rock n Blues, "Pretty Crazy hay que oírla en directo."


BRUCE LOWE (crítico musical). —Louis fue el pelotazo que faltaba. Los añadidos tardíos en las bandas no siempre son bien aceptados, pero él cayó bien desde el principio. Era rompedor y despreocupado; la ropa recortada, los labios pintados, la mitad de las veces se subía descalzo al escenario, y bailaba mejor que nadie. Tenía ese magnetismo de estrella de rock, esa dejadez glamurosa que tienen los grandes. Su ropa, sus gestos, su voz... nada parecía importarle demasiado, pero era el mejor. Y a la gente le encanta esa actitud de "me importa una mierda" cuando eres joven y guapo.

Él y Harry daban un verdadero show en los conciertos; es difícil no herir el ego de los solistas cuando vas a quitarles protagonismo, y estoy seguro de que a Harry no le encantó la idea en un principio, pero Louis era un conquistador nato, y sus voces casaban bien. Bailaban, cambiaban trozos de letra, se guiñaban el ojo y se intercambiaban solos. Tenían mucha química, y al público le encantaba verlos en el escenario.

FRANK HILL (representante). —Después de los primeros conciertos la gente se empezó a multiplicar. Dejamos de tener que camelarnos a propietarios de locales; los clubs empezaron a llamarnos a nosotros interesándose por ellos.

NIALL. —Las cosas entre Louis y Harry fueron raras desde el principio. Entiendo que Louis nunca había tenido problemas en la zona donde se había criado, que era... más bien de corte liberal, y con algunos barrios mayoritariamente gays. Claro que se comentaban cosas de él antes de que se uniera al grupo, pero es que su personalidad era así. Flirteaba contigo fueras quien fueras. Se maquillaba para subir al escenario. Se ponía tops y pantalones y abrigos que eran claramente de mujer. Jugaba con eso. Era parte del espectáculo, ¿me entiendes? No era exactamente nuestra estética, pero tampoco desentonaba demasiado si te fijabas en otros grupos de rock de la época. Casi podría decirse que lo sexual y lo ambiguo eran parte de la rebeldía.

Pero Harry había tenido varias parejas y habíamos pasado muchas juergas juntos. Quiero decir dentro de lo normal. No se me ocurrió que su vida personal fuera a influir en su trabajo. Sí, así de imbécil fui. 

LIAM. —Louis y Harry estaban oliéndose el culo para cuando acabó el primer concierto. Recé para que echaran un polvo cuanto antes y se les quitase la tontería.

ZAYN. —Cuando tocábamos This Good Life, el escenario temblaba. Pero cuando tocábamos Pretty Crazy, parecía que los locales iban a venirse abajo. O que ellos iban a acabar teniendo sexo en el escenario; una de dos.

No me preocupó. No sé si has visto alguno de nuestros conciertos, pero no éramos precisamente un coro dominical. A la gente le encantaba, y estábamos allí por ellos.

HARRY. —Estábamos en el estudio tocando y ensayando arreglos distintos para los conciertos, y Louis... Louis te arrastraba a la locura. No se me ocurre ninguna persona mejor para compartir escenario; su forma de trabajar y la pasión que tenía por lo que estábamos haciendo eran... contagiosos. Para cuando te dabas cuenta, estabas tan emocionado como él, y sentías la música tanto como él.

Baby HoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora