vulnerable | vsoo

dos

Unos tres días después de la cena convertida en un desastre total, Jisoo se encontraba en su cuarto mirándose con inseguridad en el espejo que de echo era mucho más grande que ella, traía puesto su nuevo uniforme, bastante elegante y con tela muy fina, por lo que no se sentía segura, en el fondo estar en una escuela de ricos no siempre funcionaba, y temía que no la aceptaran.

Tocaron la puerta de su cuarto y entro su madre, quien no tardo en sonreír al ver a su hijita tan linda como siempre. La tomo de sus manitas al tenerla justo enfrente de ella, y las acaricio.

―Estas bien, sé que ha sido difícil adaptarte a todo esto, pero te prometo que todo pasara rápido, seremos felices Jisoo―La nombrada asintió con miedo.

Todo esto lo hacía por su madre, pero temía perderse así misma.

―Bueno―Suspiro apretando sus ojos cerrados y al abrirlos miro a Suni muy segura―Tratare de no perder la cabeza―Bromeo y su madre le dio un abrazo.

―Bien, ya se está haciendo tarde, y es tu primer día, no debes dar una mala imagen Jisoo―Le informo Suni y Jisoo lo entendió, así que fue por su mochila, ya lista, para desayunar con rapidez, e irse al colegio.

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Se quedaron afuera del carro, esperaban a que saliera Rosé, para que las dos se fueran juntas en el auto, Jisoo miro a su madre y le dijo.

―Porque no simplemente me dejas ir en autobús o en taxi―Le pidió, mostrando una mueca pequeña.

―De que hablas Jisoo, para eso está el chofer―Jisoo mostró su desacuerdo cruzando sus brazos―Además puede que en el transcurso del viaje puedas hablar con tu hermana, no lo crees.

―Si pero...―Su madre esperaba lo que decía, pero la pelinegra dudo en contarlo, hasta que solo lo saco―A rosé no le agrado, se nota cuando me mira, y no quiero molestarla o tener un problema con ella.

―Vamos, aun no la conoces del todo, eres un encanto mi niña, ella te amara y con el tiempo se volverán unas hermanas muy unidas―La animo, pero Jisoo tenía miedo, un miedo inexplicable―Por lo menos inténtalo, por mí―Pidió con un pequeño puchero.

Y con eso convenció a la pelinegra por lo menos que tratara de tener una conversación con la pelirroja. Unos minutos después, la hermosa Park llego vestida con su uniforme y con su vista en el teléfono.

―Buenos días Roseanne, Jisoo te esperaba para ir al colegio contigo―Dijo Suni, pero Rosé apenas la miro y solo subió al auto con disgusto.

―Mejor me voy en taxi―Musito jisoo, pues parecía que Rosé había tenido una mala mañana, así que mejor quería evitarla, pero al querer escapar, su madre la alcanzo al tomarla de los hombros―Mamá por favor...―Pidió en susurros para que la que estaba adentro del carro no escuchara.

―Jisoo, vamos, tienes que hacerlo, es tu hermana―Le dijo interrumpiéndola, y a la nombrada no le quedo de otra que subir al auto.

―Bu-bueno―Se alejó de su madre y subio al carro.

―Adiós chicas que tengan un excelente día―Jisoo observo a su madre desde la pequeña ventana del auto mostrando una sonrisita débil, pero a pesar de su vulnerabilidad se aferró a seguir adelante y hablar con Roseanne, después de todo eran hermanas, platicar con ella un poco, no podía ser tan difícil o sí.

Realizo un ruidito con su garganta antes de decirle cualquier cosa a la chica que venía a su lado, sin ponerle la mas mínima atención, pero Jisoo apretó sus labios y le dijo.

―Tu cabello me gusta, se te ve muy lindo―Dijo en voz baja, pero Rosé si alcanzo a escucharla, aunque no dijo nada, solo siguió mirando las publicaciones en su Instagram―Sabes, a mí me encantaría teñírmelo de un color morado, pero temo que no se vería...

―Podrías dejar de hablar, tu voz es una tortura―Interrumpió Rosé volteando su mirada en Jisoo.

―Perdón solo...solo quería...―Trato de explicarle, pero de nuevo fue interrumpida.

―¿Que?, querías tener una conversación con tu hermana, joder no me hagas reír, tu no eres mi hermana estúpida, así que será mejor que no intentes tratar de llevarte bien conmigo, detesto a las malditas arpías como tu, entiendes Jisoo―La joven que escucho todo con atención, solo asintió con rapidez y sus manos empezaron a temblar―Muy bien, y en el colegio ni se te ocurra dirigirme la palabra.

El auto siguió su recorrido, pero en completo silencio, Jisoo miraba por la ventana, se dijo a si misma que sería un día largo o más bien todos los días serian largos.

Cuando llegaron al colegio, Jisoo se quedó con la boca abierta del casi castillo que veía, hasta se tallo sus ojos para ver si no estaba alucinando, pero no fue así, el colegio no solo era muy grande, sino parecía un castillo como en los cuentos de hadas y al ver a los estudiantes, sus dudas de encontrar puros chicos ricos no se hicieron esperar, porque casi todos tenían joyas como asesoríos, además de que actuaban como todos unos chicos educados y dominantes. Algo lógico ya que fueron educados con dinero a su al rededor.

Bajo del carro y Rosé ni siquiera la espero, entonces Jisoo solo siguió el camino de piedras, hasta que una moto la detuvo, no solo espantándola, si no haciéndola caer. Se escucharon varias risillas, y Jisoo levanto una ceja con molestia, aun en el suelo, el chico de la moto se quitó el casco y quedo enfrente de Jisoo, quien esperaba por lo menos que la ayudara a levantarse, pero este solo dijo.

―Deberías tener cuidado, y no pasar por mi estacionamiento niñita―Una sonrisa se formó en su rostro, era guapo pensó Jisoo por unos cortos segundos, pero el enojo la invadió cuando le dijo eso en lugar de ayudarla.

―Imbécil...―Susurro, cuando él castaño se fue, sin importarle si ella estaba herida o no.

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