quince

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Tomo una pequeña tasa que se encontraba rodeada de muchas más iguales que esa, la linda Manoban tenía el antojo de un poco de fresas con crema, así que al tener la tasa la lleno de inmediato de esa rica fruta color roja acompañada de la deliciosa crema.

Pero antes de poder comer un bocado, su teléfono la interrumpió, y con un fuerte enfado lo tomo atendiéndolo al mismo tiempo.

―Hola.

Oye, ¿Qué paso?, ¿por qué me colgaste hace rato?.

Justo lo recordó, su hermano la interrumpió al estar en una llamada con Lisa.

―Oh sí, es que el idiota de Taehyung me arrebato el teléfono.

¿Por qué?

―Se enteró del plan―Le respondió con miedo a que estallara por la sorpresa, y como se lo imagino Roseanne soltó un grito al enterarse―Pero tranquila, no le dije nada. Y la verdad es que no comprendo, porque de repente se mete en lo que no le incumbe.

Bueno, es lo de menos, esperemos que haya dejado todo de lado, no quiero más discusiones con él.

―¿No has hablado con el?―Pregunto Lisa probando las fresas con una cucharita.

No...

―Ese tarado, no sé qué espera para disculparse contigo.

Él no tiene que disculparse, además, nunca habíamos peleado, hasta que llego Jisoo.

―Bueno, de eso ya no te tienes que preocupar, recuerda que después de hoy, sus ganas de seguir en el colegio se acabaran―Sonrió disfrutando de su merienda y de su emoción para que el lunes llegara sin ver a la que consideraba su dolor de cabeza.

Tienes razón. Solo faltaría sacarla de mi casa.

―Si necesitas ayuda para eso no dudes en pedírmela, sabes que cuantas conmigo para lo que sea Rosé.

Gracias, pero esto es algo que debo hacer yo misma, no quiero meterte en problemas familiares.

―Entiendo... Bueno te dejo, tengo demasiada tarea―Se quejó recordando las diez tareas que la esperaban en su pequeño escritorio.

Bien, nos vemos el lunes.

―Sí, adiós.

❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁❁

Taehyung se estaciono enfrente de un local que era muy famoso por los juegos que tenía como el billar y el boliche, lo conocía muy bien, ahí siempre se llenaba de estudiantes, y por lo general los que más frecuentaban eran los chicos más fuertes del colegio, los jugadores de futbol americano.

Así que sin pensarlo dejo la moto, y camino hasta adentro del local. Uno de los trabajadores de ahí trato de darle la bienvenida y poder atenderlo, pero el chico solo fue ignorado y el castaño paso de largo, sus ojos más que furia mostraban las ganas que tenia de acabar con el grupito que reía muy a gusto jugando al billar.

Taehyung al encontrarlos, noto a Taeyong de espaldas sosteniendo con su mano un palo largo, riendo porque uno de sus amigos no logro darle a la bola blanca.

Al de la chaqueta de cuero no le importó nada, lo tomo desprevenido, y le jalo la camisa para darle un golpe en la cara, todos voltearon a ver lo que sucedía con él, y Taeyong quien cayó al suelo al instante lo miro con molestia.

―¿Qué?, ¿te dolió?―le pregunto con ironía volviéndolo a tomar de la camisa, pero esta vez en el suelo, aun no pensaba acabar, su odio hacia Taeyong seguía presente al recordar como lloraba la pobre de Jisoo―Que gusto imbécil.

vulnerable | vsooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora