vulnerable | vsoo

nueve

Jisoo recogía sus cosas, la clase de química había concluido confirmando el receso y lo bueno, porque la pelinegra ya tenía bastante hambre. 

Lo que no se esperaba es que una chica rubia la acorralaría en ese salón ya vacío, Lisa al ver que Jisoo estaba distraída, simplemente no pensó y tomo como si nada el cabello oscuro de la más baja, causando que chillara de dolor, después  soltó el cabello para enfrentarla cara a cara.

―Pero que demoni...

―Te lo advertí, te dije que te alejaras de Jin, pero ahora lo vez a escondidas, eh, acaso ya se acostaron―Soltó, interrumpiendo a una Jisoo sobando un poco su cabeza.

―¿Que?, no entiendo de lo que hablas―Respiro tratando de no perder la poca tolerancia que tenía y le dijo:―Lisa, escucha, no estoy viendo a Jin ha tus espaldas.

―Cómo puedo creerte, si solo eres una basura como tu madre―Lisa saco una risilla gruesa, parecía una loca burlándose de Jisoo―¿Que?, creías que no lo sabia, Rosé me lo conto todo... pobre de mi amiga, mira que tener que soportar a dos ratas en su casa, es en verdad repugnante.

―Porque hablas tan a la ligera―Musito apenas escuchándose como un leve susurro, y es que la pelinegra no podía hablar bien por todo el dolor que acumulaba en su pecho, mientras que la del flequillo dejo de reír y levanto una de sus cejas, sin entender lo que decía la Kim―Que sabes de mí... ¡quien te crees que eres para jugarme maldita loca!―Grito sin más.

―Loca, yo―Se fue acercando a Jisoo, quien no podía dar un paso hacia atrás, ya que una de las mesas del salón de química estaba justo atrás de ella, no podía simplemente moverlas, era imposible por el material del que estaban hechas―Por lo menos no soy hija de una zorra.

Los jalones no tardaron en aparecer, Lisa fue la primera en tomar a Jisoo de su cabello, hasta algunas cosas de la mesa se caían, como los recipientes de vidrio donde hacían las sustancias químicas, pero aun con todo el desastre que causaba su pelea, ella no pensaban parar, ni siquiera Jisoo quien después de escuchar lo que le había dicho con tanta crudeza, no podría tener la cabeza despejada, solo quería desquitarse y acabar con la chica que no dejaba de decirle tantas cosas sin conocerla. 

Cortos minutos después, un chico castaño de baja estatura pasaba por el pasillo, en cuento escucho algo chocar contra el piso se asomó a ver que ocurría en ese salón, y ver a las dos chicas no solo fue lo que lo sorprendió, si no que se preocupó al ver que un botella pequeña llena de ácido puro estaba por caerle encima a una de ellas, más bien a Lisa quien tenía acorralada a Jisoo debajo de ella, aun jalandole el pelo y aruñandole su cara.

―¡Cuidado!―Grito al mismo tiempo que corría hacia ellas.

El chico no tardó en llegar antes de que callera ese recipiente en la espalda de Lisa, lo tomo justo cuando iba cayendo, pero una solo gota basto para que el chico gritara de dolor, el ácido había hecho un agujero en su suéter.

Jisoo y Lisa dejaron de lado la pelea al oír como el chico lloraba y se quejaba porque el ácido había traspasado su ropa, tocando la piel.

―Pero que está pasando aquí, señor Park Jimin que tiene―El maestro de química se acercó a Jimin y lo ayudo a llevarlo a la enfermería, pero justo al salir volteo a ver a las dos alumnas que seguían en silencio preocupadas por el muchacho―Ustedes dos, vayan a dirección, ahora mismo.

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Unas horas después, los padres de Jisoo ya habían llegado al colegio, junto con la madre de Jimin quien estaba más que molesta al enterarse de lo sucedido, el castaño la trataba de calmar repitiéndole que estaba bien.