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Despertó.

Desde hace 3 meses esto se había convertido en rutina. Los llantos eran su alarma personal, no se quejaba, era algo con lo que siempre había soñado y deseado.

Se sentó en la orilla de la cama, estirando sus brazos y bostezando al mismo tiempo, para levantarse y dirigirse al lugar de siempre. Como si esa rutina estuviese en modo automático.

Tomó en sus brazos a la pequeña cachorra, a la par que su alfa tomaba a la otra pequeña.

— Buenos días, Fargan —

— Buenos días, Willy —

Ambos recuerdan perfectamente todo lo que tuvieron que pasar para poder llegar a ese momento.

El día que se enteraron que el omega se encontraba en cinta fue un completo milagro, ambos lloraron desconsoladamente en los brazos del otro. Era una señal del perdón de los dioses. Un festejo tuvo lugar esa misma noche.

Habían seguido todas las indicaciones de Auron, medicamentos, comida saludable, reposo así cómo evitar actividades pesadas.

No habían sido incluidos en misiones de héroes, ni hablar de la hermandad, se habían olvidado de ella de la misma manera en la que la barriga de Willy había crecido.

8 meses pasaron con rapidez cuando el momento en que Willy rompió aguas llegó.

Fue todo un desastre increíblemente divertido.

— ¡Fargan! — el búho casi suelta el móvil cuando escucho el grito ensordecedor de Rubius en la llamada.

— ¿Qué sucede? Dile a Willy que ya voy con sus fresas, no tiene que desesperarse, estoy bastante cer...— fue interrumpido.

— ¡Trae a Auron! ¡Willy ha roto aguas! — no contestó, sus piernas comenzaron a correr buscando con rapidez al beta. Estaba incontrolable, pues su fuerte voz gritando el nombre del médico por todo el pueblo alertó a cada persona que lo veía pasar desesperado.

Eso termino con Fargan secuestrando a Auron para que atendiera a su esposo, Rubius probablemente tendría la mano rota cuando llegasen.

Así que, para el momento en que el llanto de no solo un bebé se escuchó desde la habitación principal del árbol de Willy, los héroes, Merlon y básicamente todo aquel que escuchó a Fargan, en resumen todo el pueblo festejó con alegría por la bendecida pareja. Una fiesta que duró una semana, pues el nacimiento de dos bellas cachorras mellizas era digno de un festejo que llegará hasta el Valhalla.

Sin embargo, el día tan había llegado. No había dudas. Estaban más que perdonados, el día de la presentación de los futuros héroes.

— Todo estará bien, ¿de acuerdo? — Fargan entendía la preocupación del omega, temía que todo aquello fuera un engaño, que sus cachorras les sean arrebatadas y les echaran del pueblo por sus pecados.

Una parte de él odiaba que tuviera un plan de escape listo en caso de que sucediera, se supone que no debería tenerlo. ¿Por qué se sentía tan inseguro?

Rubius le había enseñado muchas cosas cuando nacieron las cachorras, Alex le regalo una receta que la pequeña Leia amaba, Luzu le obsequió aquellas cunas de madera de pino. ¿Acaso aquella amabilidad había sido falsa? No, era imposible. Debía aclarar su cabeza de aquellos pensamientos negativos.

La clave de todo es hablar, tal como dijo Auron.

— Presentando al próximo líder del grupo de héroes, el pequeño Lucas, hijo de los héroes Luzu y Auron — el pueblo se veía muy emocionado, aplausos, globos y juguetes.

¿También aplaudirían por sus bebés o abuchearían?

— Presentando no solo a un nuevo miembro del equipo de Héroes de Karmaland, Lolito, esposo de Mangel, y su cachorro, Manguito — la gente también se regocijó.

Lolito era un alfa salvaje. La gente entendió su cambio por amor al omega y lo acepto en la manada. ¿Si perdonaron a un alfa salvaje también los perdonarían a ellos verdad?

— Presentando a una risueña niña que tomará el puesto de sus padres, los héroes Alex y Staxx, cuando llegue su debido tiempo, la pequeña Leia —.

Era demasiado obvio que aquellas personas aplaudirían demasiado, Leia había heredado toda la belleza del omega y la carísima del alfa, era una de las más queridas del pueblo. Era imposible no encariñarse con su presencia, el mismo Fargan fue de ello.

— Presentando al hijo de los actuales líderes de los héroes, Vegetta y Rubius, el pequeño Brayan Dobluque —.

El amor tan inesperado de ellos había cautivado a la ciudadela entera, nadie lo pudo haber imaginado, sin embargo, todos se enternecieron al percatase lo increíblemente parecidos que ambos eran. Sin duda nacieron para ser el uno para el otro.

El momento en que miles de pares de ojos se giraron hacia ellos había llegado, estaba demasiado nervioso, sentía ahogarse, las miradas juzgándole. ¿Qué debería hacer?

El deslizamiento de la mano de Fargan para tomar la suya le hizo regresar a la realidad.

— Presentando a las más pequeñas de esta generación de héroes, hijas de los héroes Fargan y Willy, las pequeñas Luna y Sol — el momento de terror llegó.

Pero no ocurrió, el pueblo comenzó a aplaudir emocionado, alababan a la nueva generación, a sus hijas.

Estaba realmente sintiéndose cómodo en su lugar, después de tanto tiempo, al fin se sentía como un hogar.

☘Ghostin☘ Karmaland 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora