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-¿Estas bien?- Vegetta asomó la cabeza por la puerta del baño, estaba preocupado, pues Doblas se había despertado y corrió directo al retrete, su estomago le había exigido ser vaciado, por lo que el sonido que generaba al vomitar despertó al azabache.

Se levantó cuidadosamente, bajando la pequeña palanca para que el agua del retrete se llevara todo el helado que había cenado anoche, bajo la tapa para sentarse sobre ella-¿podrías pasarme un vaso con agua? por favor- pidió, haciendo que el atento alfa saliera corriendo por aquello, el sabor del vomito en su boca era desagradable.

Extendió su mano hacia el vasito donde se encontraban los cepillos de ambos, hacia un par de meses que el omega se había mudado con su alfa, recordar las razones le daban escalofríos pero no podían culparle, no podía seguir en la casa donde un par de alfas en celo intentaron marcarlo.

Vegetta apareció rápidamente por la puerta, entregándole un vaso morado con agua hasta el tope, observaba cada movimiento de su pareja, desde como abría el tubo de pasta dental hasta como movía su mano mientras lavaba sus dientes.

-Triple Duque- dijo, después de escupir el agua- Deja de mirarme así- sus ojos se conectaron- No me mires como si fuera a romperme-.

-Estaba preocupado, Doblas. Nota mental: no volver a dejarte cenar chucherías- ambos rieron, Rubius salió del baño, caminando hacia su mesita de noche para tomar una toalla.

-Tomare una ducha, ¿me acompañas?- preguntó

-Siempre- hizo lo mismo que el albino.

El móvil de Rubius comenzó a sonar, lo tomo cuidadosamente leyendo un "llamada entrante de Alex", así que contestó.

-Hola Alesby- dijo amablemente, su sonrisa se borró de inmediato- ¿Qué sucede? ¿Por qué estas llorando?- pregunto preocupado, llamando la atención de Vegetta- ¿Cómo?- hizo una pausa para mirar al alfa antes de regresar a la llamada- Vamos en camino- cortó.

-¿Qué ha pasado?- preguntó, al ver como se quitaba rápidamente su camisa morada, que usaba de pijama, para colocarse sus pantalones de ahegao y una sudadera.

-Alex nos necesita- tragó saliva- Frank desapareció.

-Tranquilo, tranquilo- Luzu besaba la frente de Alex, quien se aferraba a sus brazos con fuerzas- En cuanto llegue Vegetta saldrán a buscarlo-

-¡¿Qué parte de que mi lazo no siente nada no entiende?!- gritó en su pecho- Es como si se hubiera esfumado a otra dimensión o estuviera...- sus lagrimas cayeron con mas intensidad.

-¡No lo digas! Ya veras que lo encontraremos, Alexbytas-.

Willy, Fargan y Auron observaban en silencio la escena-¡Alex!- Rubius entro corriendo con la puerta, seguido de Vegetta, se acercó rápidamente al menor, uniéndose al abrazo en que lo envolvía Luzu.

-Vegetta, ve con Auron, Willy y Fargan ha realizar una búsqueda, Frank podría estar herido y necesitamos encontrarlo- los cuatros chicos asintieron, saliendo rápidamente de la casa.

-Mi lazo no siente nada, simplemente es como si estuviera vacía- susurraba.

-¿La marca no duele?- preguntó Rubius.

El menor se separó y movió un poco la camisa, descubriendo una pequeña, cuidaba y bien posicionada mordida- en ningún momento dolió, supongo que eso es bueno, significa que no esta muerto- se alejo de sus amigos, el olor a menta que desprendía la camisa de Frank le mantenía tranquilo- Pero eso no quita que me haya abandonado-.

-Alex, conocemos a Frank, él no te abandonaría nunca- dijo Luzu.

-¡Claro que me abandonó!- gritó, mientras sus lagrimas seguían corriendo por sus mejillas- ¡Ahora soy un omega abandonado, marcado y con...!- un sonido le interrumpió.

El llanto de un bebé provenía de la habitación, Alex guardo silencio y se dirigió rápidamente hacia la puerta del cuarto, siendo seguido por Luzu y Rubius, deteniéndose en la puerta al observar lo que había en la habitación del menor...

Había un nido, sabían lo intimo que era un nido para los omegas, siendo los 3 de la casta omega era comprensible que decidieran esperar afuera a que Alex saliera.

Y así fue, el menor salió de la habitación 5 minutos después-¿Me la prestas?-pregunto Rubius, Alex asintió pasando al albino a Leia, su pequeña hija de un mes.

-Sirve que le preparo algo para que coma-

-¡Déjamelo a mi!- exclamó Luzu.

Alex entendía porque estaban tan atentos, aún así no le quitaría la mirada de encima a su cachorra.

Nunca nadie les hará daño, Alex. Ni a ti ni a mi pequeña, yo me encargaré de protegerlos de todos los males que existen

Una lagrima salió de sus ojos al recordar esas palabras, la luz del amanecer iluminaba su casa y todo Karmaland, se acercó al enorme ventanal, donde se sentía enorme viendo el pueblo tan pequeño- Te encargaste tanto de protegernos que olvidaste protegerte a ti, Frank- susurró- Vuelve pronto a casa, mi amado, Leia y yo te necesitamos-.

☘Ghostin☘ Karmaland 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora