☘Ghostin☘ Karmaland 4

♡3♡

—¡Mierda!—

—¡Tenemos que ir al hospital ya!—

—¡Luzu, estás loco! ¡Alex no puede bajar así!—

—¡Tienes razón, Rabis! ¡Iré a buscar a Auron! ¡Llévalo a mi cama rápido!—.

—¡Vale!—

—¡Y cuida a Lucas!—

El alfa salió corriendo en busca de su pareja, pues él es el doctor del pueblo y era necesaria la presencia del beta en la casa de su pareja.
Fue linda la visita de Alex y Rubius a su casa, puesto que Borja veía con ternura la barriga del menor, lo único que no esperaban era que justo Leía decidiera adelantarse justo en ese momento.

—¡Ya estamos, Alex!— el omega ayudó al menor a recostarse sobre la cama—¡Iré a revisar a Lucas! ¡Espera aquí!—.

—¡¿A dónde más iría, subnormal?!— gritó Alex, quien estaba sudando, se encontraba nervioso y las contracciones no ayudaban.

Rubius subió corriendo las escaleras hacia la habitación de arriba, donde se encontraba el pequeño Lucas.

Al ser Luzu un alfa y Auron un beta, les sería imposible llegar a tener un cachorro, así que con ayuda de un poco de ciencia, y de su mejor amiga Lana, pudieron crear un cigoto con ADN de la pareja; Lana prestó su cuerpo para ello, pues sabía lo feliz que sería Luzu con un bebé, a su novia Mónica no le pareció la idea pero no se interpuso. Dando así a luz al pequeño Lucas hace 3 años atrás.

El niño dormía plácidamente en su habitación, así que no tendría que preocuparse, bajó las escaleras al escuchar un grito de Alex.

—¡Llamaré a Frank!— gritó Rubén mientras sacaba el móvil de sus bolsillos, sus manos temblaban de los nervios, así que tuvo que marcar al primer contacto que vio y que tenia en favoritos.

El alfa se encontraba con Vegetta, Willy y Fargan en la mansión flotante del primer mencionado, era una tarde tranquila, pero algo dentro de Frank le mantenía sumamente inquieto, hasta que...

El sonido del móvil de Vegetta llamó la atención de todos—Oh es Rubius— dijo con una sonrisa—Hola Chiqui— contestó.

—¡VEGETTA PONME EN ALTAVOZ!— el grito del otro lado de la línea telefónica pudo perfectamente dejarlo sordo, así que hizo lo que su novio le pidió.

—¿Qué sucede?— preguntó.

—¡¿FRANK ESTÁ CONTIGO VERDAD?!—

—No hay necesidad de gritar— susurró Willy

—¡Aquí estoy, Rubius!— exclamó el moreno—¿Pasa algo?—.

—¡SE ROMPIÓ..!—

—¿Qué cosa?—

—¡LA...LA... FONTENEN!— gritó, confundiendo a todos.

—¿Qué cosa?— preguntó Fargan.

—¡SOY NORUEGO! ¡OLVIDE LA PALABRA!— se escuchaba sumamente nervioso—¡ALEX SKAL FÅ BARNA!

—¡Joder, Rubius, habla español!— gritó Willy.

—¡RUBIUS PASAME EL PUTO MÓVIL!— se escuchó una voz lejana en la llamada

—¿Acaso escuche a Alex?— preguntó Fargan

—¡VOY A DAR A LUZ, COÑO! ¡MIERDA!—

El rostro de Frank se iluminó en un segundo, la sorpresa y emoción invadió al alfa, debía llegar rápido no debía perderse un momento tan importante.

—¡YA VOY, MI PEQUEÑO!— gritó el moreno, antes de sacar su chocobo rápidamente para llegar con su pareja.

—¡En un momento te alcanzamos!— gritó Vegetta, mientras comenzaba a correr hacia su ascensor siendo seguido por la pareja.

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—¡Vamos tranquilo, pequeño!— Frank tomaba la mano del menor, quien no dejaba de quejarse por las contracciones y respirar agitadamente.

Fargan, Willy y Vegetta observaban todo, mientras Rubius bajaba por las escaleras con el pequeño Lucas dormido en sus brazos hasta donde su pareja.

—¡Lamento la tardanza!— Auron y Luzu al fin habían aparecido, se veían sumamente cansados, puesto que el alfa no encontraba a su pareja tardó más tiempo de lo normal.

—¿Estas listo, Alex?— preguntó Frank, mientras Auron se colocaba su equipo médico.

—¿Qué hacen todos ustedes aquí?— regaño el beta, puesto que la habitación estaba llena por aquellas personas extras—¡Salgan de aquí!—.

—¡YO TAMBIÉN NECESITO QUE SE SALGA PERO EL NIÑO QUE YA NO AGUANTO EL DOLOR!— gritó Alex.

—¡Ya escucharon a Auron!— exclamó a Luzu—¡Salgan de la habitación!—.

Sus compañeros hicieron caso a la orden del alcalde, pues entendían que era un momento "íntimo" y especial para la pareja.

—Tranquilo, pequeño— susurraba Frank— Pronto tendremos a nuestra pequeña Jedi con nosotros y...— fue interrumpido.

—¡ESTE NO ES EL MEJOR MOMENTO PARA... ¡OSTIA PUTA!— gritó al sentir otra contracción.

—¡SIN PALABROTAS FRENTE AL BEBÉ!— exclamó Vegetta desde la otra habitación.

—¡CIERRA LA PUTA BOCA, VEGETTA!— respondió Alex

—¡VEGETTA CÁLMATE Y CÁLLATE! !¿TAS BOBO O QUÉ?!—

—¡¿PODRÍAN CALLARSE LOS DOS?!— exclamaba Willy—¡ME PROVOCAN JAQUECA!—

—¡CHICOS GUARDEN SILENCIO!— gritó Luzu.

Y en medio de la discusión y los gritos, llegó un llanto que hizo callar a todos.

El llanto de la pequeña Leia.

—¡OH MY GOD!— exclamó Luzu contento.

—¡Shhh!— Dijeron Vegetta y Rubius al unísono.

Auron y Luzu salieron de la habitación, pues el nacimiento de la pequeña bebé era un momento importante para la pareja, quien yacía en los brazos del menor, quien soltó un par de lágrimas al ver a tan pequeño ser.

—Bienvenida al mundo, Leia—.