☘Ghostin☘ Karmaland 4

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Una figura veloz corría a toda velocidad por los largos prados de Karmaland, la luz de la luna guiaba su camino. Acababa de descubrir algo grande y debía apresurarse, debía darse prisa antes de que sea demasiado tarde.

Se detuvo rápidamente al notar la realidad, lo habían acorralado, no había escapatoria...

—¡Más vale que no hagas movimiento alguno!— gritó uno de ellos.

—¡Dinos lo que sabes y así mediremos tu castigo!— exclamó el otro.

—Para empezar— no debía bajar la guardia— Quítense las máscaras, quiero ver sus sucios y horrendos rostros, hermandad oscura— hizo una pausa antes de sonreír— No hay necesidad de esconderse como un cobarde, Willy y Fargan—.

Una sonrisa se posó bajo sus máscaras, mientras con cuidado las quitaban lentamente de sus rostros.

—Entiendo que estes frustrado, Guillermo, pero esta no es la forma de desahogar tu dolor— bajo un poco la guardia, intentando acercarse al omega— Déjanos ayudarte—.

—¡Tú no lo entenderías, Frank!— gritó el menor— ¡Eres un alfa! ¡Y tienes una hija!—.

—Hay muchas opciones...— intento acercarse, pero el omega se negaba.

—Sabes demasiado, Frank... lo siento— Willy asintió, pero fue demasiado tarde para ponerse en guardias, sus manos habían sido atadas con fuerza por el otro alfa.

—¡Suéltenme! ¡Déjenme ir!— gritó el moreno.

Una sonrisa maliciosa se formó en los labios del menor— No tienes nada que preocuparte, Frank. Nosotros cuidaremos muy bien de Leia— el héroe palideció, entendía muy bien lo que trataba de decir.

—Ustedes hijos de...— su respiración se agitó— ¡Si se atreven a tocarlo un solo cabello a Alex y a Leia, yo voy a..!— fue interrumpido.

—¿Lanzarnos un cubo de lava?— la pareja comenzó a reír.

—Cuando regreses del infierno, créeme que nunca nos encontrarás— Willy sonrió, sacó una pequeña esfera naranja con detalles negros y rojos de su chaleco.

—Adiós, Frank— dijo Fargan, antes de alejarse y colocarse al lado de Willy, quien con una sonrisa en su rostro de maldad, sin ninguna pizca de remordimiento en sus ojos, lanzó la esfera al alfa.

Un portal negro se abrió justo debajo de él, haciendo que cayera dentro, ocasionando que su grito fuera música para los oídos de la pareja. El joven desapareció y un cráter de piedras negras se hizo en el lugar.

—No sientas culpa, Fargan— habló Willy— Frank se metió en nuestras planes y aquel que se atreve a cambiarlos merece ser castigado—.

—¿No hubiera sido mejor haberle borrado la memoria?— preguntó, ambos comenzaron a caminar, pues el amanecer estaba cerca y era peligroso que los vieran a esa hora y con esos ropajes—¿Cómo a Rubén?—.

—Rubius no hizo nada malo, solo salió de la hermandad, pero sabía demasiado y no podíamos arriesgarnos a que su correcto novio lo interrogara— respondió mientras se sacaba los guantes negros.

—Lo entiendo—.

—Ahora durmamos un poco, Alex no tardará en darse cuenta de que Frank no llegó a su casa, nos convocará y nos mandarán a buscarlo— dijo, mientras abría la puerta de su casa y caminaba hacia su habitación— Se lo que te digo—.

—De acuerdo— besó suavemente su mejilla, mientras ambos se recostaban en un lado de la cama.

Un silencio reinó la habitación.

—¿Sabes que esto le dolerá mucho a Alex, cierto?— preguntó el alfa, sin embargo al no recibir respuesta, supo que el omega ya se había quedado dormido.

Intento dormir pero una pizca de remordimiento surgía dentro de él, ¿habían hecho bien por sus egoístas planes?