Capítulo 30

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Alexa y Rose vienen a buscarnos para ir a desayunar y decidimos ir a McDonald's, es lo más cerca que hay de los apartamentos y somos muy vagas como para ir a otro lado.

Oh! Y Isabel esta con nosotras, la chica esta a una hora de entrar a su turno de trabajo, vino a desayunar y nos vio así que decidió unirse con nosotras sin que se lo pidamos.

Miro por la ventana y se puede ver el cielo nublado, el viento correr. Posiblemente llueva, el día está perfecto para una lluvia invernal.

- Tanner me pedirá matrimonio- suelta la voz chillona de Isabel e inmediatamente la miró, no prestaba atención a lo que hablaban pero claramente eso captó mi atención.

-¿Cómo así?- pregunta su cuñada.

- Bueno, aún no lo hace pero estoy segura que lo hará- se lleva su malteada de chocolate a la boca.

-¿Y como estas tan segura?-

- Bueno, ayer estuve limpiando la habitación y encontré en su mesa de noche una cajita muy hermosa color azul noche y cuando la abrí encontré un hermoso anillo con un diamante precioso, estoy pensando que es un diamante de verdad y no uno fantasioso, es muy hermoso- cuenta emocionada y no sé cómo es que sigo ahí aguantando y escuchando lo que cuenta.

¿Enserio Tanner hará eso? ¿Y aún así quiere que nos veamos esta tarde? Y yo que pensaba ir. No iré nada, ¡Por Dios! Anoche me beso Y durmió conmigo, no puedo evitar sentirme mal.

-Eso es fantástico-

La alagan en la mesa y no sé si lo hacen de hipócritas o porque enserio les cae bien Isabel, no soy su competencia, no la odio ni la envidio, sólo... quiero lo que ella tiene y yo no puedo tener.

Llámenlo envidia si quieren da igual.

-¿Segura que estabas limpiando?- le pregunta rose sería y Isabel la mira mal.

- Por supuesto-

- la última vez encontraste unos papeles importantes y también dijiste que estabas limpiando-

Isabel suspira y lleva su mano a la cara.

- Esta bien, cada vez estoy más segura que Tanner me engaña-

-¿Por qué dices eso?- trago saliva y la pregunta sale sin más de mis labios.

-Por que anoche no durmió en mi casa, y tampoco en la suya, las mucamas dijeron que no llego- ¡Oh dios! Mis amigas me miran disimuladamente. - El bebió mucho y discutimos, ya no aguante más y le dije que estaba segura que me engañaba y no lo negó-

- ¿Te dijo que si?- pregunta Leila.

- No dijo nada, sólo dijo que debería de dejar de pensar eso y enfocarme en mi, no debería estar pensando en eso, le di lastima lo sé- suspira con la mirada triste - El estaba raro, no dejaba el celular, discutía por todo y en un momento fue al baño, y cuando regresó sus ojos estaban rojos e hinchados, y su estaba más ronca de lo normal-

Dice y mi corazón se para.

-¿Estuvo llorando?- ella asiente.

- Lo ocultaba pero lo conozco tan bien que se que lloraba, tal vez por la culpa de engañarme o tal vez extraña a su amante, el hecho es que se fue sin decir nada y no sé nada de él.

La mesa queda en un silencio profundo y me remuevo incomoda.

¿Tanner llorando? Eso es algo nuevo, ese hombre es un hielo.

Sé que todas en esta mesa me prefieren a mí, y sé que a ninguna le cae muy bien Isabel pero aún así me sigo sintiendo mal. El me beso anoche.

Mi móvil suena y ¿adivinen quién es?

Caricias Fingidas © [#1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora